«La clave es el amor»: Carlos Pérez en Brother, según Nicolás Bak

(ARGENTINA) – Después de la nota con que Guido Lubel contó cómo fue la presentación de Darío Rial y Martín Goldberg, de Young & Rubicam, en el Super School de Brother Buenos Aires, es el turno de otra gran presentación que tuvo ese evento: según Nicolás Bak —también estudiante de redacción Publicitaria en la AAP, como Guido—, el presidente de BBDO Argentina, Carlos Pérez, le «voló la cabeza». Eso, al menos, contó por email cuando envió su artículo a esta redacción. Vos, como lector/a, podés leer su testimonio y comprobar si fue tan así.


«Hacemos 17 cosas a la vez, pero no prestamos atención —explicó Pérez en Brother—. Perdemos el hilo de lo que venimos haciendo». (Foto: Diogo MonteCarlo)

 
POR NICOLÁS BAK
Especial para PB

 
Sábado, 18:30 horas. Llegué a Brother, un poco antes de lo acordado. Esperando en la puerta hasta que se hiciera la hora indicada, me volqué a leer una nota interesante que le hicieron hace poco a Carlos Pérez.

Pasado un tiempo, oí a mis espaldas que alguien tocaba el mismo timbre que había tocado yo unos minutos antes. Tamaña sorpresa me llevé cuando quien se anunció fue el mismísimo Carlos. Sin dudarlo un segundo, me presenté. Acto seguido, con algo de timidez, le dije: «Estaba leyendo un poco sobre vos». Su respuesta fue lapidaria: “Qué aburrido, ¿no?». Verdaderamente yo no estoy muy inmerso en el mundo de la publicidad actual, y se lo hice saber. Su respuesta fue aún más sorprendente que la anterior: «Qué suerte la tuya». ¿Sarcasmo?

Esperando escuchar una charla sobre la actualidad del mundo publicitario, me encargué de conseguir un lugar que me permitiera ver con claridad toda la extensión de la pantalla instalada para la ocasión.

Carlos me volvió a sorprender cuando dijo que no íbamos a ver publicidades de ningún tipo. La charla estaba apuntada a «Los signos del tiempo»: la importancia de ver, oír y tomar todo lo que el contexto nos ofrece.

Habló de la condición sine qua non que debe tener todo publicitario: CURIOSIDAD. Preguntarse todo, todo el tiempo. Cuestionar, repreguntar, volver a cuestionar. Absorber toda la información que nos sea posible.

La charla mutó y, rápidamente, comenzó a hablar de los tiempos que corren. Hoy en día, la vorágine continua nos lleva a todos a ser multitasking. «Hacemos 17 cosas a la vez, pero no prestamos atención. Perdemos el hilo de lo que venimos haciendo». Por esta razón se hace cada vez más difícil llamar la atención de la gente.

Nos dejó una advertencia «disfrazada» de consejo: «Ver, entender, debatir, influir». En ese orden: es fundamental. Ser sensibles con el sentir popular, estar atentos a las necesidades populares. «Ver para creer, sentir para estar seguros». Con esa frase cerró el tema.

Para ese momento, yo estaba totalmente fascinado con lo que estaba escuchando. Un aura de sensibilidad rodeaba la sala. El público estaba (estábamos) rendido a él.

Para terminar la charla, habló de las verdades universales. De la única verdad existente, según Carlos Pérez: EL AMOR. Amor por lo que se hace, amor por lo que se es. ¡Muchas gracias! Fin de la charla.

El aplauso se extendió mucho más que cualquier otro aplauso. Estábamos perplejos, encantados. Una persona tan importante nos ha explicado la publicidad sin publicidad. Eso fue lo más maravilloso de todo.

En ese momento, entendí que su respuesta no tenía ni un poco de sarcasmo.

Salí de Brother y manejé hacia mi casa. Me inundaba una paz indescriptible. Me fui con la sensación de comerme el mundo.

Carlos Pérez ha logrado tocar mis fibras más íntimas. Ha sabido «ver, entender e influir» sobre mí.
 
 

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