La chilena con más empuje y pasión: Camila Vallejo, diputada con 25 años, flamante licenciada

(CHILE) – Con tan sólo 25 años esta joven chilena, Camila Vallejo, recibida este año como licenciada en geografía de la Universidad de Chile (UC), militante de la juventud comunista de Chile, dirigente estudiantil de la Federación de Estudiantes de la Universidad Chilena (FECH) y madre de una niña de dos meses, ha sido elegida para representar al distrito 26, La Florida, como diputada por la Alianza de la Nueva Mayoría que tiene a su cabeza a la candidata presidencial Michelle Bachelet.


Camila Vallejo el día de la votación, con su hija en brazos. (Foto: Reuters)

 
POR CATALINA CEPPARRO
Estudiante de Periodismo en la Universidad del Salvador
Redacción y fotografía especial para PB

 
Camila Vallejo nació el 28 de abril de 1988 en la comuna santiagueña de Mocul. Sus padres, Reinaldo Vallejo Navarro y Mariela Downing Leal, pertenecieron en la década del 70 al partido comunista de Chile; de allí su cercanía con el movimiento y la política. Estudió en el colegio Raimpau, “un pequeño colegio cuyo nombre significa tierra florida” e ingresó en el año 2006 en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU), donde dio inicio a su militancia a las Juventudes Comunistas.

En el año 2010 Camila se convirtió en la principal representante del Centro de estudiantes de Geografía, para luego, a fin de año, ganar las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile por el frente de izquierda: un título que la distinguió como la segunda mujer en liderar la federación chilena de estudiantes de más importancia, luego de Marisol Prado (la primera mujer en ejercer como presidente).

A poco tiempo de su elección, en mayo de 2011, en el país cordillerano se organizó la primera marcha estudiantil en la que Camila, desplegando un papel protagónico, lideró con el objeto de reclamar al gobierno de Piñera por la democratización de la educación pública.

“Como estudiantes de izquierda sentimos la responsabilidad ética de hacer política —afirmó Camila en aquella oportunidad—, porque la administración del poder por los poderosos de siempre nos obliga a entrometernos en sus asuntos, porque estos asuntos son también nuestros asuntos y porque no podemos dejar que unos pocos privilegiados sean quienes eternamente definan las medidas y contornos que debe tener nuestra patria, ajustándola siempre a sus pequeños intereses”.

Aquella marcha tuvo una convocatoria de cincuenta mil personas de las cuales 138 resultaron detenidas al producirse el primero de una serie de enfrentamientos entre los jóvenes manifestantes y los carabineros (policías).

A finales del mismo mes, la convocatoria coordinada en paralelo a través de las redes sociales, Facebook y Twitter, logró reunir entre sus filas a los rectores de las universidades públicas. En esa ocasión los estudiantes tomaron diversos liceos, colegios y la casa central de la Universidad de Chile, en la que Vallejo, con su habilidad para el liderazgo, encabezó los discursos en los que pedían por una universidad que “se ubique en el primer lugar de aporte al desarrollo social del país, el primer lugar en el fomento de la equidad en cuanto a la composición social de sus estudiantes, el primer lugar en el desarrollo de la ciencia y tecnología al servicio de los intereses de Chile y su pueblo”.

Camila Vallejo resulta una figura emblemática para la juventud y la sociedad chilena. Entre los suyos es admirada por su capacidad para la conducción y la comunicación, su carisma, su sencillez y su cercanía. Características que se ven reflejadas en sus discursos, propios de una claridad y precisión que no son ajenos a dejos de humor.

Sin embargo, esta no es su única distinción, dado que en 2011 fue elegida como el personaje del año por el diario británico The Guardian, que la nombró “la nueva líder del pueblo”.


“Por más que quieran hacernos creer lo contrario, para nosotros la universidad no puede ser un negocio ni mucho menos la educación puede ser una mercancía”. (Año 2011)

 
Es una gran defensora de los derechos de la mujer, por los cuales denuncia y reclama en cada manifestación de la cual participa, dejando en evidencia el carácter machista de la sociedad chilena: “Como mujer puedo ver y vivenciar en carne propia las actuales formas de opresión de la que somos víctimas en la actual configuración machista de la sociedad. En Chile nos decimos un país desarrollado y nos llenamos de orgullo por nuestro reciente ingreso a la OCDE (*); no obstante, detrás de la cortina del progreso económico y del optimismo del jaguar latinoamericano se esconde una historia de opresión y sexismo que aún perdura hasta nuestros días. Las mujeres seguimos sufriendo hoy día todo tipo de discriminaciones: a la hora de buscar trabajo, en los planes de cobertura para nuestra salud, en la escala de sueldos, incluso a la hora de participar en política”.

Es por todas estas singularidades que resulta aún más significativo que en las elecciones del domingo 17 de este mes esta joven haya logrado un apoyo abrumador con el respaldo de un 43,66 por ciento de votos provenientes de la comuna de La Florida (el barrio santiagueño en el que actualmente vive) y haya conseguido una banca en el congreso chileno.

Si bien muchos seguidores de Vallejo criticaron su candidatura como una acción de “venderse al sistema”, Camila defiende su postura sosteniendo que, en su condición como integrante del Partido Comunista y como ex- presidente de la FECH, continuará con su apoyo al trabajo y las manifestaciones en la calle, tal como lo hizo a lo largo de su militancia.
 
 

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