(ARGENTINA) – Francisco Caselli y David Andrade, estudiantes de la AAP, se presentan como dupla con el nombre de Mánoca y trabajan juntos en Smash, una agencia BTL. Guido Lubel los entrevistó para PRIMER BRIEF y, según él mismo afirma, «como esta dupla respira publicidad, la nota también». ¡Mirá!
Francisco Caselli y David Andrade por sí mismos, y presentados con su propio seudónimo: Mánoca.
POR GUIDO LUBEL
Estudiante de la AAP
Redacción especial para PB
Francisco Caselli es de La Plata. Estudiaba arquitectura hasta que, un día, admitió que lo que le apasionaba era la publicidad. Pero, como muchos otros, temía no conseguir trabajo y “morirse de hambre”. Hasta que se animó, dejó arquitectura y se metió en la AAP. Durante tres años, Caselli viajó todos los días desde La Plata hasta Retiro para estudiar. En colectivo, en tren o en subte: el equivalente a ir a China, volver e ir de vuelta. Todo, para poder hacer lo que le gustaba. Hoy es redactor.
David Andrade es ecuatoriano. Llegó a la Argentina hace seis años para especializarse en lo que él ya estudiaba allá: psicología. Pero cuando llegó se encontró con la publicidad argentina y, sin saber muy bien cómo, también terminó en la Asociación. Nunca se especializó en psicología, aunque admite que todo lo que estudió le sirve un montón para hacer publicidad. Es director de arte y sus iniciales son DA.
Francisco y David se conocieron en una materia en la que trabajaban en equipos distintos. Un día, David vio un anuncio de Francisco que le llamó la atención. Otro día, Francisco vio una gráfica de David que le encantó (aunque a los profesores no). Así, en esa materia, comenzó el amor.
Hoy trabajan juntos como dupla en Smash, una agencia BTL. PRIMER BRIEF los entrevistó y, como esta dupla respira publicidad, la nota también.
PRIMER BRIEF: ¿Cómo es pasar de hacer TPs en una facultad a hacer anuncios en una agencia?
David Andrade: Es el paso más difícil, porque en la facultad estoy haciendo lo que yo quiero. En la agencia se hace real, ¡pum!, y me pagan por hacer esto. En el momento en el que recibís el primer cheque ya uno se considera director de arte, o redactor, o lo que sea.
Francisco Caselli: Siempre uno tiene que decir lo que tiene que decir de la manera correcta. Pero en la facultad lo digo como yo quiero; en la agencia, en cambio, como quiere el cliente. ¡Siempre termina siendo como quiere el cliente! (risas)
PB: ¿Y cómo hacen para bancarse esa frustración de saber que es probable que ustedes tengan razón y el cliente, que, tal vez, sepa menos, les diga cómo tienen que hacer las cosas?
FC: Con un buen director de cuentas que nos baja todo antes de que le llegue al cliente, de una manera muy educada.
PB: Cuando empezaron a trabajar ¿no les molestaba un poco que les rechazaran todo lo que hacían? Porque supongo que en la facultad eran exigentes, pero ¡no tanto!? ¿Cómo hacen para seguir trabajando?
DA: Cuando uno va trabajando, va confiando en lo que uno hace y comienza a resolver más rápido. Al principio tenés miedo, estás asustado. No te convence nada y tampoco convences a los demás, todo era no.
FC: “Sí” no nos decían nunca; pero, a veces, no nos decían “no”, y eso ya era una buena noticia. De a poco, vas generando criterio y confianza, y también va ganando confianza la dupla. Podés explicarle mejor al otro lo que estás pensando y también confías más en el criterio del otro.
PB: Claro, supongo que deben de hablar mucho y pasar bastante tiempo juntos…
FC: ¡Sí! Nos vemos todo el día, casi todos los días. ¡Es la persona que más veo en mi vida! No sabemos todo sobre el otro, pero ya tenemos una gran amistad.
DA: Lo que funciona es que podemos pensar juntos. Pero no sólo para hacer un anuncio. Ya te estoy hablando más allá de la publicidad, él siempre me va a entender.
FC: Si, por ejemplo, él me dice que tiene un problema familiar, lo analizamos en términos publicitarios: el concepto, la idea, el mensaje que estás dando…
PB: ¿Y para el futuro proyectan seguir estando juntos?
DA: No proyectamos tanto para el futuro, pero ojalá podamos seguir siempre juntos. Es como que encuentras a alguien. Había una revista que se llamaba “La mujer de mi vida”. La revista no es la mujer de mi vida, es la revista de la mujer de mi vida. Acá es algo parecido: Fran no es la mujer de mi vida pero, no sé, ¡algo así!
FC: No sé muy bien cómo sería acá, ja, pero algo hay. Además tenemos proyectos individuales, pero que inevitablemente terminan salpicando al otro, porque nos consultamos todo el tiempo. El viernes a la tarde, cuando termina el trabajo en la agencia, nos quedamos hablando de estos proyectos.
Andrade, con anteojos; Caselli, sin: «Ojalá podamos seguir siempre juntos».
PB: Bueno, mejor pasemos a otro tema… ¿Cómo es un día tipo de ustedes en la agencia?
FC: En la agencia yo paso muchísimo tiempo en internet. Navegar por internet me despierta algo que me soluciona otro problema, aunque esté mirando cualquier cosa.
PB: O sea, ¿vos lo que hacés en la agencia cuando te dan un brief es ponerte a navegar por internet?
FC: Sí, hago eso. Me piden que escriba un PNT, por ejemplo, arranco escribiéndolo, me meto en internet, paso por 14 ventanas y después todo va cerrando.
PB: ¿Y a qué páginas entrás?
FC: Un montón pero, básicamente, 9gag, redes sociales, en especial Twitter, Vine, Youtube, que es la máquina de surfear, y páginas de publicidad. Lo que más veo son virales.
DA: Quiero aclarar que yo no entro tanto a internet, me paso el día con los programas de diseño abiertos, eh.
PB: Está bien, ¡alguno de los dos tenía que trabajar!. Igual me parece que es importante eso de estar mirando publicidades.
DA: No sólo publicidad, sino cualquier cosa que está dando vueltas. Siempre uno tiene que estar mirando todo. Eso es lo que nos dijeron siempre en la facultad y es posta.
FC: Las cosas salen de mirar otras cosas. Nada se te ocurre de la nada. Ves algo, lo copiás, lo remixás y lo transformás en una idea nueva. No es mágico, no podes esperar a que la idea salga sola y crear el Gangnam Style. Todo está lleno de ideas anteriores. Es como decía Borges: “Yo no soy lo que soy por lo que he escrito, sino por lo que he leído”. Acá es lo mismo, el desafío es cómo hacer algo que nadie hizo antes. Lo peor que te pueden decir es: “Esto ya lo hicieron”. Entonces la frase acá es “Yo no soy lo que soy por lo que hice, sino por todas las publicidades que vi e intenté no repetir”.
PB: Claro, está bueno. ¿Y cómo hacen cuando intentan e intentan pero no pueden hacer nada nuevo? ¿Pueden volver a casa y dormir tranquilos? ¿Cómo hacen para separar el trabajo de la vida cotidiana?
FC: No se separa. O yo, por lo menos, no lo puedo separar.
DA: Siempre está dando vueltas. Estaría bueno separarse, porque uno sino está siempre pensando en lo mismo y es difícil que salgan cosas. Pero ya deja de ser consciente, se transforma en algo inconsciente: de repente, estás jugando con tu sobrina y te cae.
FC: Sí, no sé si está bueno o no, pero es lo que pasa. Por eso siempre ando con un cuaderno encima o algo para grabar. ¡Por suerte no me pasa mientras estoy durmiendo!
PB: Yo creo que la recompensa más grande que puede tener un creativo es ver su aviso, el aviso que él pensó, creó, sufrió y trabajó, en la calle. ¿Tuvieron la suerte de que se haya publicado alguna de sus ideas?
DA: Sí, un vía pública. Es muy lindo verlo en la calle, cada vez que paso lo veo, a uno lo llena de orgullo. Me saqué fotos abrazado al afiche y se las mandé a mi abuela, a mis tíos, ¡a todo el mundo! Pero es un poco adictivo, porque pasa mucho tiempo hasta que llega el primero y, cuando llega, querés algo más. Necesitás algo más divertido, no sé, ¡un Cannes!, por ejemplo.
FC: ¡O que toda la ciudad esté rodeada de nuestros avisos!
PB: ¿Y cuando la vieron, se arrepintieron de cómo estaba hecha o les seguía pareciendo que estaba bien?
DA: Cuando llega a la calle, ya no sé si está buena o no, porque pasó por mil etapas hasta que llegó ahí.
FC: Es que en realidad, nunca nada se cierra. Lo que nos limita es el tiempo. Siempre se podría mejorar, nunca está bien. Lo que nos fijamos es si es funcional o no. Si funciona para lo que queremos transmitir. Si algo está bien o no, nadie te lo podría decir. Y la mejor forma de saber si funciona es cuando una persona que no te conoce ve una publicidad que hiciste vos y la comparte, habla de ella o siente algo.
DA: Lo que intentamos evaluar por lo menos es si nos divierte a nosotros, si funcionaría con nosotros. Cuando hacemos BTL nos preguntamos si nos daría ganas de participar. Y siempre está bueno que lo que hacemos le devuelva al consumidor algún valor.
PB: ¿Creían que era así de complicado el trabajo en publicidad? ¿Se la imaginaban así cuando se metieron a estudiar? Antes les gustaba ¿y ahora?
FC: Yo creía que la publicidad eran tipos en sillones. Tipos acostados pensando cosas locas y que, mágicamente, todo se materializaba en una campaña. Al final, es un trabajo. Me sigue gustando, pero de otra manera. De golpe, empecé a fijarme más cuán correcta es la idea que cuán buena o divertida es. Pasé de ser el consumidor a ser el creativo. Igual, cuando veo un comercial nuevo, intento dejarme emocionar o reír, me lo permito, y después lo analizo desde la creatividad. Es un muy buen ejercicio para después trabajar, te permite ver qué elementos producen ciertos sentimientos o sensaciones.
DA: Sí, coincido. A mí me sigue gustando, sigue siendo divertido, sigue estando bueno, sigue siendo un lugar privilegiado que uno ocupa en la comunicación. Vos podes decidir qué valores transmitir. Creo que algo clave para seguir teniendo pasión por esto es nunca perder la chispa, la sangre. Es la mayor pelea; si no, uno se aburre y termina haciendo siempre lo mismo. Lo bueno es poner todo en crisis para poder seguir generando cosas nuevas a interesantes. Porque la publicidad no es una estructura fija, vos vas buscando tu criterio, vas buscando, nunca nada se queda quieto.
PB: Última pregunta: ustedes se abrieron paso por su cuenta y consiguieron trabajo en agencia. ¿Qué consejo le darían a alguien que quiere hacer lo mismo?
FC: Uno tiene que ser lo mejor que puede dentro de esta carrera. Y por el otro lado, es publicidad, comunicación, saber relacionarse. Algo que mostrar, un contenido y a quién, un medio. Es mandarte, pero no mandarte por mandar, hay que mandarte con algo, con un aditivo. Si mandás un email, que se acuerden del email. Si vos te vas a dedicar a vender productos, ¿cómo no vas a poder venderte a vos mismo?
PB: Claro… Ah, una cosa más. Al principio de la nota decían que uno de los momentos en los que se dieron cuenta de que se habían convertido en verdaderos redactores o directores de arte fue cuando recibieron el primer cheque. ¿Cómo fue ese momento?
FC: Muy bueno, fuimos a cobrarlo y nos perdimos.
PB: Ah, son unos capos. Gracias por la nota.
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