Los primeros días de Denis Vivoda en Haus: «En la cancha se ven los pingos»

(ARGENTINA) – La dirección de arte es un campo de juego que cada día sorprende con sus posibilidades infinitas y sorpresas constantes. Sí, tal libertad puede alarmar y atemorizar, pero el camino para aprender a tomar las mejores decisiones estéticas es uno que vale la pena seguir. Ese mismo es el que empezó recientemente nuestro redactor y colaborador habitual. ¿Cómo le va a un hombre de palabras en un ambiente donde rige lo visual? Por ahora, él lo describe con el texto de la fecha.

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Distintos trabajos de los alumnos de Haus en su mesa de trabajo.

TEXTO POR DENIS VIVODA
Especial para PB

 

 
Día uno

¿Te acordás lo que dije sobre sentirte en tu primer día de escuela en una charla introductoria? Bueno, bórralo. Te sentís en tu primer día de escuela el primer día del curso. Y ya sé, quizás exagero, pero los nervios están ahí, en la boca del estómago, mezclados con un poquito de ansiedad a medida que te sentás y esperás que empiece la clase.

Pero por suerte la manera que tiene Julián (Montesano) de dar clases te saca de cualquier mindframe en el que estés y te pone directamente en modo manija, mirando la pantalla, anotando una y dos y tres frases, referencias, escuchando lo que la gente se anima a comentar. Diez minutos adentro de la clase es imposible que les prestes atención a los nervios con todos los estímulos creativos que recibís. Y esto, en serio, es sólo la primera clase.

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¿Viste alguna vez este tipo de memes? Bueno, tenía mis dudas diez minutos antes de la primera clase (“Día uno del redactor entre directores de arte. Todavía no se dan cuenta”). Algo así como un elemento fuera de lugar. ¿Pero sabés qué? Ahora no estoy tan seguro.

Día dos

Y si pensabas de alguna manera que los nervios del primer día ya era lo máximo que ibas a tener, volvé a pensar. El miércoles es la segunda clase, pero es la primera clase práctica. Ahora sí: en la cancha se ven los pingos. Pero de nuevo, Julián empieza a hablar, la cabeza se te abre y te olvidás un poco de todo (los pochoclos que dejó Facu Romero por ahí también ayudan, eh).

Después hay que armar grupos, la soledad del primer día se va disolviendo en estos grupos de personas con el mismo entusiasmo que vos por saber qué es la dirección de arte, e inmediatamente tenés que salir a buscar algunas fotografías en torno a una consigna (que no te la voy a contar, porque sí, deberías hacer el curso, y no te quiero arruinar la sorpresa). Te vas encontrando con gente de tu grupo a medida que bajás y subís por Cabildo buscando tales o cuales fotos. La pasás bien, conocés gente y ah, aprendés bocha
una vez que volvés a Haus y sigue la clase de Julián.

Che, ¿y los nervios? ¿y la ansiedad? ¿y esa paranoia que tenías?

 
 

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