¿Estás dejando tu sueño de ser creativo? (parte 2), por Chechu Pérez

(ARGENTINA) – Cecilia Pérez, Chechu para los amigos, es redactora y ostenta una carrera que, de 2005 para acá, incluye los pasos por ADN Comunicación, por Dentsu y por Young & Rubicam, más algunos premios como un león de Cannes en 2011 y premios en El Ojo de Iberoamérica y en el FIAP en 2012. Columnista de PB y creadora del proyecto Coach del Creativo Publicitario, hoy Chechu toma la posta de una una de sus últimas columnas, para que no bajes los brazos hasta conseguir ese trabajo con el que soñás desde hace tanto.


La serie bíblica de Agulla & Baccetti para Renault inspiró a Chechu para encontrar las palabras que hoy comparte con vos.

 
POR CHECHU PÉREZ
Licenciada en Publicidad por la UAI, también formada en Underground y en la Escuelita
Redacción especial para PB

 
La vida es una jodida. Es hermosa, no lo voy a negar, pero en el fondo de alguna manera juega con nuestras fichas una y otra vez. Siempre pensé que lo hacía por jodida. ¿Qué otra explicación podría haber? Si yo a la vida no le hice nada, ¿por qué no me da una mano y me da un trabajo en lo que pueda ser feliz? ¿Un sueldo? En fin lo que tienen las personas comunes. Si ya había hecho la carrera entera, había sido buena alumna, en fin.

¿Sabés las veces que le dije malas palabras? Y la vida (aprendí con el tiempo) es así un poco vueltera. A su manera (Cuatro despidos consecutivos) durante mucho tiempo trató de decirme algo que yo por joven, distraída, desvolada, apurada (o ahora no me queda claro bien por qué) había decidido ignorar. El problema de no escuchar a la vida es la cantidad de balas que uno recibe al no escucharla, heridas que sangran groso. Yo siempre escuché a mi corazón, pero sólo cuando escuché a la vida fue que pude conseguir trabajo. ¿Y cómo es esto? Bueno acá voy a revelar lo que me hubiera gustado que me digan hace quince años.

Si hay algo que no se te está dando, no es culpa de Dios, ni culpa del Diablo. No es culpa del director creativo que te dijo que no lo ibas a lograr, no es culpa de nadie. Pero hay algo que dicen las abuelas que yo odiaba, que es “Si no se da, es por algo”. El quilombo de esto es pensar que si no se da es porque sos choto. Si llegás a esa conclusión te espera una catarata de malestar emocional en donde te vas a agrupar con la gente que se resignó a no lograr nada y desde luego no recomiendo transitar ese territorio. En mi cabeza, cuando todo salía mal, mi conclusión era “Listo soy chota”. Confirmado, sellado por escribano, se archiva.

Pasaron algunos años y en uno de esos días en que uno dice “Me voy a trabajar a una ferretería así no sufro más con esto”, en medio de esa tempestad, de lejos vi a un senior (uno que respeto mucho y que adoro todo todo) caminando riendo, haciendo chistes. Estaba trabajando en el mismo proyecto que yo y sin embargo, reía, jugaba, disfrutaba. Al verlo me acerqué y le pregunté “¿Gordo, vos pensás que yo soy chota? ¿Pensás que mi dupla es mejor que yo y que yo vengo atrás siempre?”. Se rió, hizo una pausa y me dijo “Chechu querida, ¿todavía no entendiste de qué va la cosa?”. Yo con cierta sorpresa me reí también y le dije “Dale a ver, dispará”. Ahí la frase que me quedaría para siempre “Chechu acá no hay ni mejores ni peores. Ni chotos. Ni genios. Todo esto se divide en dos. Están los que trabajan para conseguirlo y los que no. Nada más. ¿Vos de qué lado querés estar?” Wow.

Ese día entendí por qué yo había estado tanto tiempo sin conseguirlo. Durante años trabajé mucho, sudor, lágrimas, tacos, ya sabés mis historias. Lo que hice mal durante mucho tiempo fue no cambiar el cómo lo hacía. No dejar a alguien que ya transitó este camino me lleve de la mano a lograrlo. Por suerte no me rendí. Decidí invertir ego en presentar ideas chotas y bancarme los golpes en el estómago en cada opinión sobre mis ideas. Creo que la clave fue no rendirme. Sólo los primeros golpes duelen, después te acostumbrás.

Pero si sos uno de los que piensa que no hay salida (Juro que jugaba en ese team) te voy a decir lo mismo que le dijo Jesús a Maria Magdalena en el comercial de Clio, pero con un pequeño cambio de guión (disculpen Agulla & Baccetti, me tomo un atrevimiento):

-Magdalena: Era tan inocente. Creía que iba a poder convertirme en creativo publicitario.
-Jesús: No dejaste de creer en ser creativo si después de tantos intentos, todavía te acordás de tu primer sueño.
-Magdalena: Pero mirá como terminé.
-Jesús: Si ya terminaste, entonces podés volver a empezar.

Después de todo, si tu sueño sigue ahí es porque todavía sigue trabajando en tu corazón. Y ningún sueño que respire en tu corazón está muerto todavía. Así que si querés cambiar lo que estás haciendo y lo que no te funcionó escribime soporteparacreativos@outlook.com.

Que tengas buena semana.
Chechu.

 
 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.