Almagro y Bravo: creativos de acá a Plutón

(URUGUAY) – Diego Almagro y Wilson Bravo fueron los anteúltimos ganadores del taller del Circulo Uruguayo de Publicidad, el que estuvo a cargo de Plutón. PRIMER BRIEF y ellos te cuentan la historia de cómo la casualidad los unió para que a pesar de sus diferencias pudieran salir airosos.


Almagro a la izquierda y Bravo a la derecha; o Nacional a la izquierda y Peñarol a la derecha; o una dupla de contrapesos bien balanceados.

 
POR MAXI ARIAS
De la redacción de PB
(Fotos: Gentileza Almagro y Bravo)

 
Estudiar en Bios la carrera de creativo publicitario es una de las pocas cosas que Diego Almagro (20 años) y Wilson Bravo (25) tienen en común. Diego es rubio, locuaz e hincha fanático de Nacional de Montevideo; Wilson —o Tato, para los que lo conocen—, en cambio, es morocho, más retraído y siente los colores de Peñarol.

La casualidad hizo que debieran unirse como dupla, ya que la pareja creativa de cada uno no pudo asistir al taller. Así fue cómo, a pesar de no conocerse tanto, lograron mimetizarse para alzarse con la mención de la mejor dupla del certamen de Plutón.

A continuación Diego nos cuenta los pormenores del taller organizado por el Círculo:

—¿En qué consistía el brief que les entregó la gente de Plutón?
—La agencia Plutón basó su presentación en el brief. O sea, nos presentaron la agencia en torno al amor. Entonces nos hablaron del amor hacia una idea, hacia un concepto, o hacia la realización de un proyecto, y qué pasa cuando eso sale bien o sale mal, qué pasa cuando uno se enamora de una idea. Una vez que ellos terminaron su presentación, nos pidieron básicamente que realizáramos un BTL en torno al día de los enamorados, debido a que no se podía pautar en radio, TV, gráfica, internet, o medio convencional. El brief no mencionaba target, lo podía elegir cada equipo.

—¿En qué se basaron para hacer la pieza ganadora?
—Nosotros, lo primero que hicimos fue definir un target, pensamos mucho a quién hablarle, y decidimos hablarles a los más jóvenes, porque conideramos que serían quienes más se sumarían a algun tipo de actividad. A partir de esto es que llegamos al concepto de que el día de los enamorados es un buen momento para avanzar en la relación con la pareja.

—¿Podrían explicar qué simboliza la pieza?
—Llegamos a la conclusión de que una pareja avanza cuando sus miembros tienen algo en común. Con esto no queremos decir que compartan determinados gustos, como que a nosotros nos gusta el rock, o que nos gusta determinado color, sino que nos referimos a cuando comparten por ejemplo una cama, un televisor, un perro; algo que dependa de los dos, que verdaderamente sea algo de los dos. Además de esto, elegimos una planta, debido a que la planta hay que regalarla, cuidarla, y va pasando etapas, asi como lo hace una pareja.

—¿Qué fue lo primero que hicieron cuando se enteraron de que habían ganado el taller?
—Plutón fue una de las pocas agencias que nos dio las devoluciones ahí en el momento, así que estábamos sentados uno al lado del otro. Lo cómico fue que yo descubrí que en el papel donde tenían todas las devoluciones resumidas, nosotros estábamos recuadrados en negro, junto a otros dos equipos. Hasta ese momento no sabía que habíamos ganado, pero sabíamos que estábamos entre las tres parejas ganadoras. Así que le decía a Tato: «¡Estamos entres los tres, estamos entres los tres!». A lo que él me respondía: «Tranquilo, tranquilo». Yo no me podía aguantar, lógicamente, y cuando nos lo anunciaron, lo primero que atiné a decirle fue: «¡Yo te dije, papá!».

—¿Qué rescatan del taller de Plutón?
—Rescato la manera distinta que tiene de trabajar. Se presentaron como una familia que entra en un auto y que todos hacen de todos, y todos dependen de todos. Yo creo que trabajar así, codo a codo, con el que sabe más, con el que te puede enseñar más, es algo sumamente valorable. En todo momento en que uno quería consultarlos, ellos estaban abiertos a responder y dar una manito, que nunca está de más, viniendo de alguien que tiene más calle en esto de la publicidad.

—Y bueno, cerrá con lo que quieras…
—Yo creo que estos momentos «gratificantes», en los que las ideas de uno son reconocidas, son el combustible que hace funcionar el motor cuando las cosas no salen.

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