Germán Baher: «Si yo fuera un perro, ¿cómo sería?»

(CHILE) – Germán Baher nació en 1972 en Huasco Bajo (Atacama, Chile) y hoy vive en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), donde es director creativo de La Agencia. Puesto a hacer memoria, de pronto se divirtió recordando la forma en que arrancó oficialmente su carrera: una historia que, si bien no está redactada con el formato de «consejos para que un estudiante actual sepa cómo armar su carpeta de presentación», perfectamente puede inspirar a más de uno. Ese es el espíritu con que PB publica este texto de Baher.


Santiago de Chile, 1994: un joven Germán Baher se ofrece de modo poco convencional.

 
POR GERMÁN BAHER
Especial para PB
(Fotos: Gentileza GB)

 
«Siempre me gustó dibujar. Con esta simple introducción cuento que salí del Duoc UC de la Universidad Católica de Santiago de Chile. Al principio comencé a estudiar Publicidad Profesional: en esa época había muy pocas universidades e institutos que impartieran la carrera».

«Después de dos años cambié a Publicidad Técnica. La razón: las mallas curriculares no eran de mi agrado. Lo bueno del cambio era que igual veía a mis profesores en otras materias. Fue así que, inspirado por un profesor, me formulé el interrogante que les hacía a todos sus alumnos. ‘Véndete a ti mismo y venderás cualquier cosa’. Así que inicié mi campaña».

«Era una época en que recién salían las MacPower PC y el Photoshop. Realicé mi propia base de datos mirando la revista Publimark, que en ese entonces mostraba por dentro las agencias y a los creativos. Me saqué algunas fotos y las recorté en Photoshop. Tenía que encontrar la manera de hacer envíos masivos sin que significara mucho gasto para mí. Así que recurrí al fax. Qué instrumento más simple y directo para hacer marketing directo».

«Mirando el periódico, se me ocurrió: ‘Si yo fuera un perro, ¿cómo sería?’. Redacté un pequeño aviso, tipo económico destacado, que decía: Creativo inscrito, vacunas al día, con collar y pedigree, hijo de tigre, campeón. De raza. interesados llamar al XXX. Al lado de ese texto, como recorte de periódico, aparecía mi foto con cara de perro».

«Luego preparé otro arte en el que aparecía con lentes oscuros y decía así (ver arriba): Creativo se vende, equipado, alemán del 72, prácticamente sin uso, único dueño, asientos de cuero y vidrios oscuros, acepto ofertas y contra propuestas. Sólo interesados, etc.

«Luego de mandar varios faxes, el teléfono de mi casa no paró de sonar y mi madre, que era mi secretaria, anotaba las reuniones. Fue así cómo llegue a Unitros y comencé como redactor creativo. Pero de ahí en adelante es otra historia».

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