(ARGENTINA) – Anoche, en las instalaciones palermitanas de Urban Station, la escuela que Dan Peisajovich e Yvonne Gindre fundaron hace seis años y medio en Barcelona fue la anfitriona de la NOCHE PRIMER BRIEF número 2. Los asistentes, de muy distintos orígenes y cautivados por la claridad de los expositores, se llevaron —en sus bolsillos, en sus libretas de apuntes, en sus cabezas— las ideas que a cada uno más le impactaron de los «203 consejos para conseguir el trabajo de tus sueños».

En primer plano, Dan Peisajovich e Yvonne Gindre, los argentinos que en septiembre de 2005 crearon Complot Escuela de Creativos en Barcelona y que anoche presentaron por primera vez su institución en Buenos Aires. (Fotos: Ezequiel Banchero y Liliana Orjuela, PB)

 
La primera había sido el miércoles 2 de noviembre en una de las aulas del Instituto Superior de Publicidad (AAP), cuando —según la nota que PRIMER BRIEF publicó al día siguiente— Di Nardo y Sanjurjo sedujeron en la primera NOCHE PB. Ahora fue el turno de Complot Escuela de Creativos, la escuela fundada en Barcelona (España) hace seis años que se presentó por primera vez en la capital argentina jugando de local en la sede original de Urban Station, la red de estaciones de trabajo urbanas creada en noviembre de 2009.

Instalados en un entrepiso de estilo ecléctico y familiar al mismo tiempo, los asistentes fueron acomodándose poco a poco y dejando que el tono franco y experimentado a la vez de Peisajovich y Gindre los llevara, a lo largo de dos horas, a convencerse de que conseguir el trabajo de sus sueños es posible, es difícil… y es un trabajo. Pero vale la pena: «Un amigo mío lo comparaba con lo que hacen las distintas personas cuando van al cine con su auto —describía Peisajovich—. Algunos llegan hasta la puerta del cine, la ubicación ideal para estacionar, y arrancan la búsquedadesde ahí. Se irán alejando poco a poco y quizás no consigan el mejor lugar de todos, pero al menos lo habrán intentado. Otros, en cambio, apuntan directamente a la seguridad que da dejar el auto a diez cuadras: después tendrán que caminar y arriesgarse a llegar tarde a la película, y preferirán la certeza de haber conseguido un lugar al primer intento, aunque sea el peor de todos. Con las agencias y los trabajos en general ocurre algo parecido: si por no decepcionarse con un ‘no’ de la agencia de sus sueños uno empiezar apostando a un trabajo mucho menos interesante pero más seguro, deberá saber que se expone a no salir nunca de ahí y a estar abandonando sus sueños para siempre».

«No sigas modas, busca dentro tuyo»; «No hagas publicidad que ‘huela a publicidad'»; «En ningún caso mates buenas ideas por la dificultad de producirlas»; «No te autocensures»; «Quita de tu cabeza frases como ‘El cliente no lo aprobaría’ o ‘La gente no lo entenderá'»; «Sé buena persona»; y muchísimas otras fueron las frases que durante esas dos horas fueron proyectándose en la pared y recibiendo infinidad de explicaciones y ejemplos por parte de ambos.

Uno de los detalles que más interesó a la concurrencia, con respecto al modo de organizar una carpeta de trabajos, fue el orden en que Complot sugiere ordenarlos. Dando por sentado que el 1 representa al trabajo de mejor calidad y el 10 al de menor, los directores de la escuela barcelonesa sugieren comenzar con lo mejor y cerrar la carpeta también con lo mejor, en un orden que podría simbolizarse con la siguiente numeración: 1, 3, 5, 7, 9, 10, 8, 6, 4, 2.

La presentación, que había incluido puntos como la manera de armar tu carpeta, el criterio con que seleccionar el material, el modo de conseguir las entrevistas, la forma de comportarte en cada una y hasta posibles estrategias para ganarte a una recepcionista, concluyó con algunas sugerencias sobre cómo actuar una vez conseguido el trabajo de tus sueños. Que es un trabajo en sí mismo, sí; pero es posible.