Adiós, Negro Caloi: la publicidad llora tinta

(ARGENTINA) – Anteayer, martes 8 de mayo, murió a los 63 años el inigualable Caloi, tras luchar contra el cáncer. Dibujante, humorista y creador de Clemente, un personaje entrañable que hoy llora a su padre. PRIMER BRIEF lo recuerda en esta nota mostrando el homenaje que ayer le rindió la publicidad argentina, con una pieza de la agencia ADN y un retrato de Kiko Méndez, ilustrador de Young & Rubicam Buenos Aires; de yapa, una inolvidable campaña publicitaria ilustrada por Caloi en 1970.


A la izquierda, el homenaje de Kiko Méndez, ilustrador y responsable de storyboards de Young & Rubicam Buenos Aires; a la derecha, el aviso de ADN Publicidad que Clarín publicó ayer.

En su edición de ayer, la contratapa de Clarín no sólo registró el sincero homenaje de todos los humoristas a su colega Caloi: además, el lugar que hasta el día anterior había ocupado durante 39 años Clemente incluyó una versión sintetizada del aviso de ADN Publicidad que se ve arriba (para ver mejor toda la contratapa y poder leer los textos, hacé clic en la imagen).

Carlos Loiseau —Caloi para todo el mundo— nació en la provincia de Salta el 9 de noviembre de 1948, pero se crió en Adrogué (partido de Almirante Brown), en el Gran Buenos Aires. Y se fue definitivamente anteayer, el martes 8 de mayo, cuando recién se había cumplido un año de la desaparición de otro grande de la historieta argentina, el guionista Carlos Trillo (fallecido en Londres el 7 de mayo de 2011).

Sus inicios como profesional datan de antes de terminar el bachillerato: fue cuando empezó a colaborar con Tía Vicenta, la revista que dirigía uno de sus mentores, Juan Carlos Colombres (más conocido como Landrú). Allí nació el apodo que le duraría toda la vida: Caloi. Desde 1967 hasta sus últimos días publicó sus tiras cómicas en el diario Clarín.

Su paso por la publicidad fue notable. En 1970, con sólo 22 años, Caloi ilustró una campaña que la agencia Radiux había creado para los cigarrillos Parliament. Y tuvo tanto éxito que la marca decidió, con esos dibujos, organizar una exposición y editar un libro, que primero tuvo una tirada de cinco mil ejemplares y luego otra de veinte mil.


Algunas de las piezas de la famosa campaña para Parliament.

 
Cinco años después de haber ingresado a Clarín con su sección Caloidoscopio nació la tira de Bartolo, un nostálgico conductor de tranvías cuya popularidad fue inmediatamente superada por la de su mascota, un personaje secundario que enamoraró al público: se llamaba Clemente y aunque no era exactamente un pájaro y no tenía alas ni brazos, podía volar, y era fanático de las aceitunas.

Con esta nota, PRIMER BRIEF despide a un gran humorista, cómico y creativo. Hasta siempre, Caloi.


JOSÉ MARÍA MUÑOZ VERSUS CALOI

Muñoz, el más famoso relator de fútbol de los años 60 y 70 en la Argentina, integró en 1978 la Comisión Organizadora de la Copa Mundial de Fútbol que se jugaba en el país. Pidió que en las canchas no se festejara tirando papelitos, porque eso daría al mundo la imagen de un país sucio. Caloi y su personaje Clemente la agarraron al vuelo, y a partir de ese momento la pelea entre ellos y Muñoz fue una de las grandes rivalidades de esa Copa del Mundo.

Pelea que, si tuvo un ganador, fue claramente Clemente: primero, porque la gente siguió su consejo y tiró más papelitos que nunca antes (el día de la final contra Holanda la cancha parecía tapizada de blanco); y segundo, porque el cartel electrónico del estadio de River (donde se jugó aquella final) no era controlado por la argentina Comisión Organizadora, sino por la FIFA, que como se ve arriba sumó a Clemente y sus arengas futboleras. Incluidos los papelitos.

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