Barna y De la Riva, a dos meses de entrar a Savaglio, contagian su emoción

(ARGENTINA) – Hace dos meses, en la sexta edición de la revista PRIMER BRIEF, la sección SUBEN incluyó la historia de cómo se sentían Guido Barna y Federico de la Riva por haber conseguido entrar como dupla en Savaglio Studio. Hoy, mientras aún mantienen frescas las incertidumbres y miedos de los recién ingresados e incluso les quedan algunas materias para terminar de estudiar, hacen un balance de su primer tramo como publicitarios profesionales.


Guido y Federico, caricaturizados por la mano hábil del primero de ellos.

 
POR LEO VIGNATI
De la redacción de PB

 
Guido Barna y Federico de la Riva son dos estudiantes de la AAP que por noviembre del año pasado conseguían ingresar en el mundo publicitario (y en SUBEN). El primero como director de arte; el segundo, como redactor. Y nada menos que en Savaglio Studio. Ellos mismos lo cuentan.

 
GUIDO BARNA: «LA CLAVE ESTÁ EN METERLE GARRA»

—Tengo en la mano la revista en la que ustedes salieron en la sección SUBEN. Ahí cuentan que en cierto punto ya tenían ganas de quedarse a vivir en Savaglio. ¿Esto todavía es así?
—Así es, inclusive más ganas que antes. Descubrimos que no sólo es un lugar bonito, sino que también es un excelente lugar para laburar. La energía creativa que irradia este lugar es contagiosa.

—¿Qué fue lo más difícil que te tocó afrontar?
—Lo más difícil, por lo menos para mí, es la inexperiencia. Entrar en un mundo en el cual es todo nuevo, desde la dinámica de la agencia hasta conocer un montón de personas nuevas. Es algo que si bien te digo que es difícil, me encanta. Es un desafío nuevo y amo los desafíos. Después, un miedo que tenía antes de entrar era preguntarme: «¿Y qué tal si no me gusta el mundo de la publicidad desde adentro?». Pero esa duda se disipó rapidísimo (creo que al segundo día de estar en SS).

—¿Cuál fue la experiencia más loca que tuviste en Savaglio? No hace falta que lo hayas visto a Ernesto disfrazado de Teletubby, sino algo que haya desestabilizado tu preconcepto de cómo era trabajar en una agencia, o la forma en que se desenvuelven ciertos profesionales.
—Sin lugar a dudas, lo más loco que me tocó vivir fue la fiesta de fin de año. En la agencia históricamente se hace un concurso en el cual nos dividimos en tres equipos y hay que realizar una serie de videos (de los cuales mucho no puedo hablar). No te das una idea de lo divertido que fue realizarlos y sobre todo verlos terminados.

—¿La idea es competir para ver quien hace el video más divertido o creativo respecto a tal tema?
¿Y hay un equipo ganador que goza de cierto beneficio o premio?

—Algo así, hay un jurado compuesto por clientes y se le va otorgando puntos a los mejores videos. Y el equipo que más puntos suma se hace acreedor de un jugoso premio.

—¡Decime que ganaron ustedes!
—No, ni Fede ni yo. Ganó el equipo de Ernesto, merecidamente.

—¿Qué les aconsejarías a los otros estudiantes que están en la situación que estabas vos hace poco más de dos meses? Con todos los miedos y las incertidumbres del caso; con la inexperiencia de no saber ni siquiera dónde conviene buscar trabajo, etc.
—Yo les aconsejo que preparen su carpeta, que la miren todos los días y busquen cómo optimizarla. Y que empiecen a mandarla para todos lados: eso de por sí es un trabajo. Lo complejo es perder el miedo a «quedar como un pesado». Pero realmente creo que golpear puertas es la única manera que existe. Y también otro consejo sería que no se frustren si las cosas no salen bien de movida. Que aprendan a manejar la ansiedad. Soy un convencido de que en las agencias hay mucha gente esperando por pibes con garra, y me parece que ahí está la clave: meterle garra. Hay muchos compañeros que no se animan a mandar carpeta porque creen que les falta nivel; otros que son muy talentosos, pero no se animan a romper esa barrera. En esta instancia pesa mucho más las ganas de laburar que el talento natural, si es que existe tal cosa.

—Genial el consejo. Muchas gracias por la nota. ¿Es más o menos como lo tenías pensado?
—Te soy sincero, desde que salió PB que me imagino cómo sería una nota a mí. Cuándo entre en una agencia, y todas esas cosas que uno viene pensando. Pero cuando llega el momento de la nota se hacen añicos todas las cosas que tenía preparadas y uno contesta lo primero que se le viene a la cabeza.

 
FEDERICO DE LA RIVA: «COMO TODO OFICIO, LA PUBLICIDAD SE MEJORA HACIÉNDOLA»

—¿Cómo estás? ¿Qué tal arrancaste la mañana?
—No quiero ser cursi, pero arranco muy bien. Y no es «arrancó», es «arranco». Es como que siempre arranco bien. Lo cursi es que me levanto sabiendo que vengo acá; me levanto feliz.

—¿Cómo pensabas que iba a ser trabajar en una agencia, y cuáles de esos preconceptos eran acertados y cuáles no?
—La verdad es que tenía una mezcla de imágenes. Un poco de Mad Men o Chandler, laburando en una agencia para unos patines. Me costaba imaginarme que te pagaran por pensar. Y de ser así, «¿cómo era pensar?». Me acuerdo de preguntarle a algún amigo si es que estabas tirado en un sillón o qué. Más que con preconceptos entré con pánico. Pánico de llegar y que nos dijeran: «Hagan una campaña 360 con un concepto de la puta madre». Yo les decía a mis amigos que quería entrar y que me dieran para hacer volantes, algun flyer. No quería tener una gran responsabilidad de entrada; tenía tantas ganas de entrar que no los quería defraudar. Sé que la mayoría quiere entrar y que su primer laburo sea para Coca, pero en mi caso era al revés.

—¿Y estás haciendo volantes y flyers o estás pensando campañas 360?
—El primer laburo que hicimos fue un aviso que salió en La Nación, de media página. ¡Imaginate! Ahora estamos haciendo una campaña 360. Laburar en un lugar así es increíble, el laburo en equipo (no «trabajo en equipo» de Power Point, trabajo en equipo real), la posibilidad de que te toque cualquier brief, la confianza… ¡La confianza! Y ese proceso, al que yo le tenía pánico de que fuese de golpe, se va dando gradual.

—¿Te quedan materias para recibirte?
—Estoy a cinco materias de recibirme de contador. Y de publicidad me quedan tres de primer año: todas Introducción a algo.

—¿Contador? ¿Estudiaste las dos cosas en simultáneo o cuál hiciste primero?
—Yo vine a Buenos Aires (soy de La Pampa) a hacerme un test vocacional. La mina que me lo hizo me dijo que tenía el cerebro partido: tenía un lado racional grande y una veta artística grande también. Y me dijo que no estudiara una carrera que mezclara las dos áreas, sino que hiciera las dos cosas por separado. Hice Ciencias Económicas y empecé a pintar (en el taller de María José Fernández de la Puente). Y en 2010 vi un concurso de la AAP que daban becas. Tenías que hacer una postal y decir, del otro lado, por qué te merecías la beca. Yo hice una cosa, la mandé y me llamaron un día, mientras yo estaba trabajando en un banco. Estaba en la caja fuerte, haciendo un inventario de cédulas hipotecarias, marzo, 120 mil grados de calor. Me llamaron y me dijeron que me había ganado una y que arrancaba el lunes. Y arranqué. El primer año cursaba a la mañana en la UBA (contabilidad), a la tarde trabajaba en el banco y a la noche iba a la AAP. Fue loco, porque me acuerdo de que una vez, yo tenía 24 creo, y hablando con Pata (mi madrina) le dije que mataba por ser jubilado. Que seguro era recopado: viajar, estar de vacaciones. Y me dijo: «Negro, no podés pensar en estar jubilado a los 24 años». Hace poco volví a hablar con ella y le dije: «No me pienso jubilar nunca de la publicidad». ¡Por favor, quiero tener 100 mil años y estar acá! ¡Que me momifiquen y me pongan en la recepción!

—Algo divertido debe pasar ahí, para que pidas ser embalsamado, cual estatua de plaza, en la recepción. ¿Qué fue lo que más te sorprendió desde que entraste a trabajar en Savaglio?
—A mí me sorprendió que realmente te paguen por pensar. Te pagan por tener una idea. Entonces no les importa el proceso que hacés para que te venga esa idea. Puede ser tirado en un sillón del jardín, jugando al pin-pong, tomando un café con alguien… Hay una fecha para chequear puntas y vos tenés que llegar a ese día con ideas que estén buenas. Si se te ocurren en el bondi, en tu casa o en la agencia, no importa. Es cierto que laburar de esto es increíble, pero nosotros tuvimos mucha suerte porque un laburo no es sólo el trabajo. Somos personas que laburamos. Entonces, algo que uno quizás nunca piensa, el 50 por ciento de “estar bien” es el factor humano. Y nosotros laburamos con gente que tiene buena onda. Tan simple como eso. Porque te puede tocar gente soberbia, o que no te escucha, o que no te da bola. Y acá, por suerte, no pasa eso.

—¿Una reflexión que les quieras dejar a los estudiantes que están pensando en buscar trabajo en agencias?
—El mundo de la publicidad es muy grande, y lo infinito siempre asusta. Uno no sabe por dónde arrancar, cómo empezar a buscar, o si realmente es lo suficientemente bueno. Yo tuve un profesor, un genio, que una vez me dijo que la publicidad es un oficio y que, como todo oficio, se mejora haciéndolo. Es 99 por ciento esfuerzo, 1 por ciento talento.


 
FACEBOOKEADAS DE UNA DUPLA INQUIETA


Federico (izquierda) y Guido (derecha) pocos días después de comenzar a trabajar en Savaglio Studio, instalados en una de las mesas exteriores del bar interno de la agencia, Filippo, bautizado así en honor a uno de los hijos de Ernesto Savaglio. (Foto: Gentileza Dupla)

 
¿Escriben mucho? ¿Postean sin cesar? ¿Se llevan bien con las redes sociales? Sí a todo, y casi con exageración: vale la pena echar un vistazo a este breve compendio de ribarnizadas:
• «Te das cuenta de que es el Facebook de una mina porque tiene, al menos, una foto de un perro». (Federico)
• «Que es un director de arte? Es como un director técnico pero menos drogadicto». (Guido)
• «Un brifle es un brief que te mata». (Federico)
• «Y recuerden niños: No maltraten a los nerds, algún día pueden necesitar un redactor». (Guido)
• «Todos los trabajos del mundo podrían ser en dupla. Por ejemplo, al que le impresiona la sangre estudia la teoría y al que no, hace la práctica. O uno gobierna el país y el otro se la lleva toda». (Federico)
• «Me duelen las intersecciones». (Guido)
• «Carnicería ‘How I Meat Your Mother'». (Federico)
• «Cuenta la leyenda q hubo un día que Federico de la Riva no posteo en Facebook». (Guido)
• «Sabés que una persona votó a Menem si se ríe con Dady Brieva». (Federico)
• «De las últimas 48hs, 32hs las pase en Savaglio. Nada, eso». (Guido)

 
 

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