(COLOMBIA) – ¿Qué hacés para despejar tu mente? ¿Creés que sigue vivo en vos ese niño que todos tenemos dentro? «El juego es creatividad en su estado más puro», señala Lilo Orjuela, asistente de planning en Ogilvy Buenos Aires, nuestra columnista y colaboradora desde la primera hora que, una vez más, se dejó llevar por una actividad y profesión que la enamora, dándonos patada libre para jugar como esos niños que, en el fondo, siempre vamos a ser.
Una vista de las oficinas de Google en los Estados Unidos.
POR LILO ORJUELA
De la redacción de PB
Planner en Ogilvy Buenos Aires
Que todos llevamos un niño dentro es algo que muchos saben, algunos dudan y pocos sienten.
Cualquiera diría que las personas que trabajan en publicidad tienen muy vivo ese niño y lo dejan salir constantemente. Pero la realidad es otra. Aunque hay quienes lo mantienen vivo, especialmente los creativos, en la mayoría de las personas queda poco rastro de él, y ni mencionar los empleados de las empresas que no tienen nada que ver con publicidad.
Es lógico que a medida que crecemos vayamos anhelando diferentes cosas y nuestra vida se llene de responsabilidades y preocupaciones que nos ocupan el día a día. Pero también es cierto que, en la medida en que mantengamos presentes las actividades lúdicas en nuestra vida, vamos a tener una mayor y mejor capacidad de enfrentar los problemas y todas las nuevas situaciones a las que nos enfrentamos. Jugar es una manera de mantener activa nuestra imaginación, lo que conlleva desarrollar nuestra capacidad resolutiva y poder ver desde diferentes puntos un mismo asunto.
El juego y la creatividad están íntimamente relacionados. De hecho, el juego es creatividad en su estado más puro. En el juego, sea el que sea, las personas nos vemos enfrentadas a situaciones únicas frente a las que podemos reaccionar de diferentes formas, probar nuevos caminos, experimentar sin temor a equivocarnos.
«Playland», de DDB Sidney para McDonald’s.
Varias investigaciones demuestran que el juego nos prepara de una forma diferente y más abierta para resolver tareas posteriores, nos abre un abanico de posibilidades que vamos perdiendo de vista a medida que crecemos, nos ayuda a desarrollar la capacidad de asumir riesgos y atrevernos a buscar diferentes alternativas a los problemas.
Muchas veces ocurre de manera inconsciente, pero cuando jugamos y buscamos ganar, estamos entrenando nuestra creatividad: con un poco de imaginación podemos ampliar la habilidad de encontrar soluciones que jamás hubiésemos considerado. Y lo valioso de esto es que luego podremos aplicar esta habilidad en el día a día, para cada uno de los aspectos de la vida, también casi de manera inconsciente.
Esto es algo que saben muy bien las empresas como Google, Pixar y Apple, cuyas oficinas alrededor del mundo causan sensación, y hasta envidia, pero que tienen una clara razón de ser, entre muchas otras, y es de lo que se trata este artículo: el juego, la diversión y el esparcimiento mejoran notablemente nuestra capacidad de solucionar problemas y desarrollan nuestro potencial en todos los aspectos de la vida, especialmente en el trabajo.
Cuando tenemos algo que resolver, ya sea laboral o personal, muchas veces nos sentimos bloqueados, trabados. Ese es el momento ideal para dejar la preocupación a un lado y volver a ser niños, pues es completamente necesario dejar reposar las ideas y qué mejor forma de hacerlo que jugando. En muchas ocasiones las soluciones nos llegan en el momento menos pensado, y más cuando estamos relajados. Esto se debe a la asombrosa ventaja de no prestar atención. Estamos acostumbrados a concentrar toda nuestra atención cuando queremos resolver un problema, pero es justo el momento en el que relajamos y dejamos de pensar en ello cuando la solución llega a nuestras mentes en un breve instante de lucidez. La alta concentración y las largas horas de trabajo pueden inhibir la imaginación; la relajación, en cambio, ayuda a incentivarla.
En 2010, McDonald’s, de la mano de DDB Sidney, quiso proporcionar a los adultos de esa ciudad un espacio de diversión y juego y llevó adelante una propuesta para que las personas de saco y corbata, que no suelen tener entre sus planes del día un espacio para el juego, tuvieran la oportunidad de hacerlo y sintieran el cambio. Al parecer se divirtieron más que un niño.
«Víctor», de Del Campo Nazca Saatchi & Saatchi (Argentina) para Sony Playstation.
Son muy pocos los que tienen el lujo de poder trabajar en una oficina como la de Google, y con nuestras múltiples ocupaciones diarias es difícil pensar en tomar un rato para jugar. Pero si uno se lo propone, se pueden idear maneras sencillas de hacerlo: basta con utilizar un poco nuestra imaginación y aprovechar lo que tengamos al alcance de la mano. Te aseguro que luego de un corte en tu día y un rato de esparcimiento, trabajarás (o estudiarás) mucho mejor, sobre todo en las horas de la tarde en que tu (nuestro) cerebro ya ha pasado su punto más alto de rendimiento.
Google Suiza, McDonald’s: parque de diversiones.
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