(ARGENTINA) – Juan Pablo Rui, redactor egresado de la AAP, y Juanjo Vilaseca, ex alumno de la Asociación, abrieron Mustang Sessions, un espacio de música hecho por músicos y que, por si le faltara algo, incluye una radio. Mustang Sessions mantiene un concepto, y estos dos intérpretes nos muestran cómo hacer de una idea algo diferente.
Rui y Vilaseca en una de las salas de Mustang Sessiones: «Con nuestra espada chiquitita laburamos nuestra historia».
POR MAIRA RÍOS
(Fotos: ALEJANDRO BONZO)
Estudiantes de la Asociación Argentina de Publicidad
Redacción especial para PB
Los dos forman parte del proyecto, los dos laburan día y noche para mantenerlo y el compromiso es de ambos. “No somos pareja”, aclaran entre risas. Es que comparten una casa, un trabajo y una pasión, que es la música. La idea principal la tuvo Juanjo, motivado por la pérdida de un familiar cercano —músico también— y, con las ganas de tener algo propio, se unió a un socio y, juntos, encontraron —luego de buscar por meses— un lugar que acondicionara todos los planes que tenían en mente: básicamente salas de ensayo, equipadas con equipos de primera calidad, salas especialmente preparadas para bandas de cualquier estilo de música… O eso se perfilaba en un principio.
Mustang Sessions engloba un servicio 360: cuenta con aulas donde se aprende música; y un mini bar —porque la birra no puede faltar— un arcade y una Xbox que encierran un ambiente más relajado, donde la relación comerciante–cliente pasa casi desapercibida.
Entre propuestas y contrapuestas, se habló de la idea de una radio encargada de la difusión de las bandas que fueran a tocar al complejo. Y fue entonces cuando entró Juan Pablo, que con una ayuda mas técnica terminó de cerrar el concepto.
Con los conocimientos obtenidos en publicidad, aprovecharon para armar la idea y para captar un tipo de público del que también se sienten parte. Se propusieron no cometer los mismos errores que otros cometieron con ellos, buscaron insights de los músicos. “Nos dan algo que es parte de su arte”: se trata de una empresa y es un negocio, pero se busca algo más, una familia, una confianza que la parte económica no da: la relación recíproca de respeto, porque cada uno sabe lo que brinda el otro y eso es lo que marca la diferencia del lugar y que le vaya bien.
En cuanto a la difusión del lugar, es notorio cómo hasta en esto mantienen una postura rebelde, si nos mantenemos en un contexto. A pesar de que ambos trabajan en publicidad, decidieron mantenerse al margen de promocionarlo por todos los medios que pudieron haberlo hecho, alegando el boca en boca apoyando aún más su concepto. A través de la radio manejan futuros eventos y festivales que les permite a las bandas dar a conocerse.
En Mustang Sessions se respira rock, un rock under que deja entrever las ganas de trabajar y de hacerlo de verdad. Desde su lugar, Juan Pablo y Juanjo le proporcionan al músico herramientas para que no se sienta excluido del sistema, que bastante bastardea a los artistas de hoy en día. El caballito rockero está en todos los detalles, en todas las salas, galopa y contagia la mística underground. Sin ir más lejos, su radio se encuentra en un garage, porque sin planearlo fue lo último que se sumó, pero era el principio de algo muy bueno.
A pesar de haber empezado hace sólo cuatro meses y de haberlo empezado con todo, desde sus comienzos no les faltó nada. El lugar abrió y ya tenia todo, e incluso tienen planes a futuro. Son personas ansiosas que denotan todo el trabajo hecho hasta ahora pero quieren más, no se conforman con poco y planean poner una productora de contenidos, tanto visual como de audio. Tienen ganas, y por qué no, de poner un caño donde una profesora de clases dé pole-dance y, obviamente, de ampliar el lugar y poner más salas.
«Con nuestra espada chiquitita laburamos nuestra historia», cuentan, y lo hacen —si se me permite agregar— con un caballo que los lleva. Para ellos, la diferencia entre “hacerlo o no hacerlo es animarse. Emprendedores somos todos —responden cuando se les pregunta si alguna vez se les presentó una dificultad que los llevase a tirar todo por la borda—: lo que uno va aprendiendo son armas para poder hacerlo. Y el tamaño de la apuesta es el tamaño del resultado, es arriesgarse».
Acá adentro pasan cosas: se labura, se come, se duerme, se disfruta, se vive. Y eso está buenísimo.
A la izquierda, el código QR de Mustang Sessions.
Dirección: Formosa y Doblas, Caballito, 1424 Buenos Aires
Horario: Siempre abierto
Teléfono: (011) 6535 1885
Email: reservas@mustangsessions.com.ar
Sitio web: www.mustangsessions.com.ar
Fanpage: www.facebook.com/mustangsessionscaballito
Categorías: Quién es quién