(COLOMBIA) – La historia de Stephanie Calderón merece ser contada: oriunda de Barranquilla, Colombia, llegó a Buenos Aires hace seis años para estudiar publicidad; cuando se licenció, cursó el Account Planning Boot Camp en la Miami Ad School y empezó a trabajar en Dentsu Buenos Aires; para entonces estaba tan entusiasmada con la escuela que se anotó para la carrera de dos años; y hace un tiempito dejó su ciudad adoptiva y su trabajo de agencia para mudarse a la capital española para cursar un quarter away. «Esta escuela hace que te enamores de la publicidad cada día más», afirma.

Stephanie en la Miami Ad School: «No se puede estudiar en esta escuela y no aprovechar la oportunidad que te ofrece de aprender publicidad en otras partes del mundo».

 
TEXTO POR EVELYN REGGINA
Estudiante de Letras en la Universidad de Buenos Aires
Redacción especial para PB
(Fotos: Gentileza SC)

 
–Antes que nada, contanos un poco sobre vos: una breve presentación de Stephanie Calderón.
–Siempre se ha hecho difícil hablar sobre mí, nunca sé qué decir, pero bueno… Rápidamente: soy de Barranquilla, Colombia y por eso muchos piensan que soy una persona caribeña y extrovertida, pero la verdad es que soy bastante tímida, hasta que agarro confianza (risas). Viví en Buenos Aires durante seis años y me encanta. Además de la publicidad, me apasionan la fotografía, el fútbol, escribir y leer (¡por algo estudio redacción!), aunque con lo que más me identifico es con viajar. Para mí es un estilo de vida: creo que una vez que empiezas no puedes parar, es increíble todo lo que se aprende conociendo lugares y personas diferentes. Así que sí, ésa soy yo, muy resumidamente.

–Sabemos que ahora mismo estás haciendo un quarter away en Madrid. ¿Cómo te está resultando esta experiencia?
–Sí, ahora mismo estoy en Madrid: como dije, me encanta viajar ¡y si tengo la posibilidad la voy a aprovechar! Además, no se puede estudiar en la Miami Ad School y no aprovechar la oportunidad que te ofrece de aprender publicidad en otras partes del mundo. Hasta ahora ha sido una experiencia increíble: el ambiente acá es muy diferente al de Buenos Aires y la escuela está abierta todo el día, así que lo chicos pasan mucho tiempo ahí, hacen trabajos, almuerzan, piensan más ideas, hacen siesta, meriendan. Socializan mucho, se comparten las ideas y eso esta buenísimo. Y ni hablar de la ciudad, tiene muchísima vida y es súper rica culturalmente.

–Si no tengo mal entendido, dejaste de trabajar en Dentsu para seguir estudiando. ¿Nos contarías qué te hizo tomar esa decisión?
–Sí, la verdad fue una decisión muy difícil, dejar un lugar en el que estás bien, en el que te sientes cómodo por algo que es incierto y que no sabes si te va a gustar es complicado. Sentía que allá, en Buenos Aires, ya había a empezado a construir algo, y que si viajaba me iba a tocar empezar de cero. Pero era una oportunidad y creo que muchas veces uno tiene que tomar esas decisiones y alejarse de la “zona de confort” para poder aprender cosas nuevas y seguir creciendo, no sólo profesionalmente, sino como persona. Y estando ya en Madrid me doy cuenta de que fue la mejor decisión.

–Antes estudiaste planning en Miami Ad School. ¿En qué aspecto creés que eso te ayudó en tu experiencia laboral?
–Planning fue una sorpresa para mí. Hice el curso sin tener mucha idea de qué era y, cuando lo terminé, me encantó. Aprendí muchísimo, los profesores que tuve fueron excelentes y todos trabajaban en el medio, por lo que poco a poco te empiezas a insertar en él también. De hecho el trabajo en Dentsu lo conseguí gracias a una de las profesoras de la escuela, cosa que sin haber hecho el Boot Camp no creo que hubiera sido posible. Todo lo que tenía que hacer en el día a día en la agencia estaba muy relacionado con lo que había visto en la escuela, así que me ayudó en un 100 por ciento. Además creo que tener un perfil de creativo-planner es un diferencial, o por lo menos yo lo siento así: hoy en día buscan creativos que también sepan pensar estratégicamente o planners con capacidad para explorar distintos conceptos y territorios creativos.

–¿Te animás a enumerar tres cosas que hayas aprendido en tu pasaje por la escuela de Buenos Aires y tres que estés aprendiendo en Madrid?
–¿Tres solamente? ¡He aprendido muchas! A ver, en Buenos Aires:
1. Observar, detenerme a ver lo que hace la gente y por qué, cuestionarme las cosas que antes daba por sentadas.
2. Buscar buenos insights, cosas que le pasen a la gente real y con la que se pueda identificar (¡para eso tienes que observar!): para mí esa es la base de una buena idea.
3. Mirar muchas cosas creativas, ver todos los comerciales que puedo (los buenos y los malos), leer mucho, ver películas, cosas que me ayuden a dispararme buenas ideas. Tener esas referencias en la cabeza, para mí, es súper importante.
Y ya con esas bases, en Madrid estoy aprendiendo a empujar más el trabajo, a seguirle dando vueltas a una misma idea para mejorarla. También la importancia del tiempo que le dediques: en Buenos Aires trabajaba y hacía muchas cosas además de la escuela, y a veces no podía dedicarles el tiempo que quería a ciertos trabajos; acá, en cambio, lo único que tengo para hacer es eso, y me doy cuenta de que las buenas ideas necesitan tiempo. Y la tercera diría que es ¡aprender sobre España! Entrar en el contexto, hablar con gente para pensar insights más locales e ideas que funcionen bien acá.

–¿Sentís que estás viviendo cosas nuevas? ¿En qué aspecto creés que puede servir para tu carrera profesional?
–¡Sí, claro que sí! Cuando viajas a otro lugar todo es nuevo, las cosas del día a día son nuevas, estás más atento a lo que normalmente das por sentado o ignoras cuando estás en un lugar que conoces. Hace poco leía una nota en el blog de la Miami Ad School Madrid que tenía una frase súper cierta; decía que “la rutina es lo que te hace no creativo, la rutina hace que dejes de preguntarte cosas.” Por eso, creo que como creativos deberíamos evitar caer en la rutina, y eso no implica necesariamente mudarse a otro país, sino caminar por lugares distintos, visitar sitios que no conoces en tu propia ciudad, relacionarte con personas distintas a ti. Nosotros somos storytellers, nos dedicamos a contar historias, y entre más cosas vivamos, veamos y aprendamos, más cosas tendremos para contar: es así de simple.

–¿Qué diferencia encontrás entre lo que aprendiste de la escuela de Buenos Aires y lo que aprendés de la de Madrid?
–La verdad, no sé si hay una diferencia sustancial. Llevo muy poco tiempo todavía acá como para dar una respuesta. Lo que veo es que acá le dan también mucha importancia a medios tradicionales, en Buenos Aires me había acostumbrado a pensar más acciones o ideas innovadoras en cuanto al medio, nos volvimos expertos armando casos y cuando de repente te toca pensar algo que parece tan simple como una gráfica, te das cuenta de que no es tan fácil. Pero a nivel general son muy parecidas, son la misma escuela y trabajan bajo la misma filosofía, ellos te dan todas las mejores herramientas, pero al fin y al cabo también depende mucho de ti, de las ganas que le pongas y el tiempo que le dediques.

–¿Nos definirías Miami Ad School en pocas palabras? ¿Por qué la elegiste?
–¡La Miami Ad School es la mejor escuela de publicidad del mundo! (risas). A ver, yo la definiría como un lugar que hace que te enamores de la publicidad cada día más. Estás rodeado de gente que literalmente ama lo que hace y eso te inspira mucho (no me refiero sólo a los profesores). Es súper vanguardista, lo que es muy importante y me parece un diferencial con muchas otras escuelas: estás aprendiendo sobre lo último que está pasando en la cultura y en el medio. Yo la elegí principalmente por los intercambios y las pasantías que te ofrece en las mejores agencias del mundo. Me parece que poder trabajar mientras estudias no sólo te permite aplicar lo que aprendes, sino que te ayuda a entender muchísimo más como funciona la publicidad y te da una mirada real.

–Algo más que quieras agregar.
–Hay que viajar, conocer y nutrirse de nuevas experiencias: no todo lo que uno debe aprender lo aprende en la escuela o sentado en casa mirando cosas en internet. ¡Hay que salir y ver lo que hay afuera para luego contarlo en un comercial! :)