(ESPAÑA) – Iago Souto, Alba Martín, Isabel Rey, Marta Caeiro y Ángel Rey se encontraban estudiando en la Facultade de Ciencias Sociais e da Comunicación de Pontevedra cuando fueron elegidos por sus profesores para formar un equipo que participara en XMMINT International Competition Cross Media Management, un certamen internacional donde grupos de estudiantes deben desarrollar la mejor estrategia cross media y presentarla en la casa central del cliente. Al tiempo de su logro, hablamos con todos ellos para saber cómo fue viajar a Bruselas y mostrar su trabajo a una de las ONG más grandes del mundo.
Los estudiantes ganadores de la Facultade de Ciencias Sociais e da Comunicación de Pontevedra: Arriba, Ángel, Alba y Marta; Abajo: Iago e Isa.
POR JOSÉ ESCANÉS
Redactor PB
(Fotos de la nota: Gentileza Marta Caiero)
Con 71 años de vida y contando, no podemos negar que UNICEF (United Nations International Children’s Emergency Fund, o Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) es uno de los principales agentes por el cambio, histórica y actualmente. Y aún así, las vacunas para los países en desarrollo, el abastecimiento de agua y la protección contra la violencia, la explotación y el VIH muchas veces no son suficientes para un mundo que parece tener más problemas que soluciones.
Quizás por esa razón todos los participantes del último XMMINT International Competition Cross Media Management, que contaba a UNICEF como cliente, sintieron un compromiso tan grande con el concurso y su causa. Así fue que equipos formados por varios estudiantes universitarios del mundo se pusieron al hombro dificultades de escala global y se dispusieron a crear algo nuevo que pudiera hacer una diferencia.
Sin duda todas las propuestas tendrían un efecto positivo, pero la de Iago Souto, estudiante de Comunicación Audiovisual, y Alba Martín, Isabel Rey, Marta Caeiro y Ángel Rey, estudiantes de Publicidad y Relaciones Públicas, todos de la Facultade de Ciencias Sociais e da Comunicación de Pontevedra, se llevó el buen guiño de la junta de UNICEF (quienes eran los encargados de juzgar a los participantes y nombrar a la mejor idea). Aprobación nada menor si tomamos en cuenta que los estudiantes españoles tuvieron que viajar hasta la central de UNICEF en Bruselas, y dar su mejor presentación hasta ahora, como nos comentaron ellos.
PRIMER BRIEF: ¿Qué se siente al haber ganado en un concurso tan importante como este?
Ángel Rey Rodriguez: Primero, euforia. Después, la sensación de tener en tu mochila una baza muy importante para tu carta de presentación.
Marta Caiero: Al ganar ves recompensado tu esfuerzo y te anima a seguir trabajando. Todo el proceso de realización y presentación de este proyecto fue una experiencia muy gratificante.
Alba Martín Jiménez: A veces no me creo que nos llame gente queriendo saber todo sobre nuestra campaña, porque aún no soy del todo consciente de que esto puede ser el principio de algo grande, y se agradece mucho poder compartir esta experiencia con compañeros que pongan tanta pasión en lo que hacen.
Isabel Rey Abelaira: Hace mucha ilusión ver también el orgullo en sus ojos, que nos han visto trabajar día sí y día también. Para los cinco este ha sido el proyecto más grande que hemos hecho hasta el momento y que termine con este resultado es la mayor satisfacción que podíamos esperar.
Iago Souto Lorenzo: Hay que reconocer que todas las demás propuestas presentadas por las otras universidades eran muy buenas, y cualquiera podría haber sido la ganadora. Pero solo podía ganar un equipo, y tuvimos la suerte de ser nosotros
PB: ¿Qué significó competir con estudiantes de otros países?
AMJ: Competir contra otros países remarcaba que este proyecto era algo importante. Sin embargo, la gente fue muy amable, sobre todo el equipo belga, que era el anfitrión. Muchas veces no notabas un ambiente de competitividad, sino de compañerismo.
ARR: Significó ser conscientes de que en nuestra facultad, en Pontevedra, había nivel equiparable al resto del continente. Personalmente fue una confirmación de que no me había equivocado estudiando esta carrera en esta universidad.
IRA: Que fuera un concurso internacional era para mí lo más emocionante de todo. Tener que desarrollar la campaña en un idioma que no dominamos del todo, presentarla y resolver las preguntas fue todo un reto.
ISL: Nos permitió conocer de primera mano el nivel de otras universidades europeas, así como saber de qué manera preparan sus propuestas y como las presentan en el mercado. En cuanto a lo personal, me quedo con las amistades que hicimos con los estudiantes de otros países.
PB: ¿Cómo llegaron al concurso, en primer lugar?
AMJ: La universidad nos avisó del proyecto por el mes de octubre, pero debido a algunos problemas internos, no nos convocaron hasta finales de diciembre. Después de una serie de pruebas de selección, nos avisaron a finales de enero de quiénes formaban parte del grupo definitivo.
IRA: Hay una anécdota graciosa del día que nos enteramos de que estábamos dentro. Alba, Marta y yo, que somos amigas, estábamos de viaje en Oporto con otra amiga nuestra y, visitando un museo (que estaba en absoluto silencio), vimos la lista y empezamos a gritar como locas.
AMJ: Nos reunimos y a partir de ese momento, nos pusimos a trabajar en la campaña como si no hubiera mañana.
PB: O sea que algunos no se conocían de antes. ¿Cómo se formó el equipo?
AMJ: Todas las personas que se presentaron para participar en el proyecto tenían que pasar por un proceso de selección, del que se encargaban los profesores. Tenías que enviar tu expediente, tu currículum y un certificado de idiomas (inglés, preferiblemente). En el caso de que no lo tuvieras, ellos mismos hacían una prueba para evaluar el nivel. También valoraban positivamente que estuvieras involucrado en otros proyectos de la universidad. Yo, por ejemplo, estoy en la radio universitaria El Escaparate. De todos los alumnos que se apuntaban, ellos elegían los cinco que consideraban que mejor cumplían estos requisitos. Era la primera vez que trabajaba con Iago y con Anxo. De hecho, antes del proyecto no los conocía. En cambio, a Isa y a Marta las conozco desde 1º de carrera, y son mis actuales compañeras de piso. El trabajo en grupo es importante para este tipo de proyectos, y la verdad es que formamos muy buen equipo. Todos nos complementamos perfectamente, ya que cada uno tiene muy definido su perfil (diseño gráfico, redes sociales, planner, etc.) y no pecábamos de exceso en ninguna área. Era un fluir constante de ideas.
IRA: Más allá de lo bien que trabajamos juntos, hicimos una buena piña en el sentido de amistad. En muy poco tiempo nos hemos cogido un montón de cariño. Gracias a este proyecto he tenido la oportunidad de conocer a dos grandes compañeros y personas.
PB: Una vez formado el equipo, ¿que consigna había que resolver?
ARR: UNICEF lo que nos pedía era el diseño de una campaña con dos objetivos: Captar nuevos donantes recurrentes, no sólo estacionales y mejorar la percepción de su marca, que se la viese como una ONG que precisa de colaboración y no como una rama dependiente de Naciones Unidas.
AMJ: Además teníamos que desarrollar una campaña cross media. Es decir, que abarcase varios formatos y soportes y que todos te dirigiesen a otro. Por ejemplo, al final de nuestro spot aparecía el link para ir a la landing page y, una vez dentro de esta, tenías la opción de descargarte una app, y así con el resto de soportes utilizados.
PB: ¿Y esa aplicación de qué se trataba?
ARR: Se llama Whimlist y esta era nuestra big idea, el elemento vertebrador de toda la campaña.
IRA: La mecánica es muy sencilla. Cuando te registras vas eligiendo los caprichos a los que quieres renunciar (desde un cigarrillo o unos chicles hasta un vestido o un videojuego). Cada uno de ellos tiene asociado una cantidad de dinero simbólica y ese es el dinero que se donaría a UNICEF. La app permite que cada persona se cree su propio desafío (diario, semanal o mensual), de manera que es una app personalizable y una vez que empiezas, te involucras.
AAR: Al final, renunciando a un café al día acabas donando a final de mes 30€, que es 10 veces más que la donación mínima de UNICEF. Para que en UNICEF se hiciesen una idea de cómo iba a ser la usabilidad de la App, hicimos un prototipo en el que se mostrase el funcionamiento de las pantallas de la App, lo montamos en un vídeo y allí lo mostramos. Con muy buena acogida, debo añadir. Su estética era minimal, como todo el concepto de la campaña, con diseños flat acordes con el estilo que está asentado en el mundo de nuestro target, los millennials.
MC: La app sigue una estrategia educativa acerca de los hábitos de consumo y estilos de vida de las personas. Queremos que la gente se dé cuenta de la injusta distribución de bienes y de que “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.
El equipo de la Facultade de Ciencias Sociais e da Comunicación de Pontevedra, junto a estudiantes de otros países en Bruselas.
PB: ¿Pudieron ver las ideas de los otros equipos?
IRA: Sí, pudimos ver todas las propuestas el día que hicimos la presentación en UNICEF (el día anterior hicimos otra presentación pero esas fueron privadas). Nos gustaron mucho porque eran todas muy distintas entre sí, y sin embargo, casi todas eran buenísimas.
AMJ: Fue interesante ver las ideas tan diferentes que podían surgir a partir de unas mismas pautas de trabajo. Personalmente, me gustó mucho la presentación del equipo belga, los cuales hablaron de forma muy natural y fluida e interactuaron con el público. El soporte visual que tenían era simple, pero con un diseño muy cuidado. La idea de su campaña era la transparencia de la organización, que la gente supiera en que se estaba invirtiendo su dinero, a través de vídeos en directo, por ejemplo. Francia propuso la organización de un evento y su difusión por redes. Polonia tuvo problemas en el proceso de elaboración de la campaña y tuvieron muy poco tiempo para desarrollarla. También hay que mencionar al grupo de Reino Unido, los cuales hicieron una presentación perfecta, y fue el equipo con el que vimos mayor competencia, en cuanto a la exposición de ideas y elaboración de la campaña.
ARR: Había mucho nivel sobre la mesa, nuestra victoria estuvo reñida a puntos. Parece que terminamos de convencer a la gente en la presentación, una propuesta sólida que se transmitió muy bien, agradando y sorprendiendo al jurado, fue un signo de distinción.
PB: ¿Cómo fue el viaje para presentar todo esto que habían hecho?
MC: Nuestro viaje duró cinco días. Volamos el miércoles desde Oporto y volvimos el domingo desde Bruselas.
AMJ: Hubo dos días de presentaciones. El primero presentamos en la ciudad de Amberes ante los coaches de los equipos y ante los profesores de la universidad de Bélgica que convocaron el proyecto. Ésta era una primera toma de contacto para ver que partes del trabajo estaban bien y que se podía completar o corregir.
IRA: Al día siguiente nos cogimos un tren varios equipos juntos para viajar a la capital y, después de un desayuno y el último ensayo, tuvieron lugar las presentaciones definitivas.
AMJ: El segundo día presentamos en la sede de UNICEF, ante los representantes de la organización, los profesores y los alumnos de las distintas facultades.
IRA: Estuvimos muy contentos y agradecemos muchísimo el trato que recibimos por parte de nuestros compañeros belgas, quienes también participaban en el concurso y, sin embargo, se preocuparon en todo momento por nosotros, nos trataron genial. Nos enseñaron la ciudad, nos llevaron de cañas y organizaron una cena para todos
ARR: Fueron unas horas raras y de las que no me acuerdo ya demasiado más que hablando de la presentación.
PB: ¿Cómo fue presentar en la sede de UNICEF?
MC: Los miembros de UNICEFse mostraron muy atentos con nosotros, por lo que la experiencia resultó mucho más cercana de lo que esperábamos.
ISL: En un principio pensábamos que la sede de UNICEF sería un sitio bastante frío e institucional. Sin embargo, cuando llegamos nos encontramos con un montón de gente encantadora que nos recibió con las puertas abiertas.
IRA: Nunca habíamos tenido que afrontar una presentación de ese calibre y mucho menos en inglés y ante un jurado desconocido, compuesto por miembros de otros países y por los propios directivos de UNICEF y eso da mucho respeto. Además, nos tocó exponer de últimos, después de ver las ideas de todos los demás equipos. Sin embargo, una vez que empezamos y vimos que había un buen feedback con el público, desaparecieron los nervios y salió todo sobre ruedas.
AMJ: Los representantes que nos acompañaron fueron muy atentos y se mostraron interesados en todas las propuestas.
PB: ¿Ahora cómo seguirán sus vidas estudiantiles y profesionales?
IRA: Ahora estoy centrada 100% en mi trabajo de fin de grado. Los meses que estuvimos trabajando en el proyecto de UNICEF nos retrasaron un poco y tenemos que ponernos todos las pilas para sacarlo adelante y poder graduarnos este verano. Todavía guardamos la esperanza de hacer unas prácticas en UNICEF el año que viene. Si no, centraré mis estudios para aprender más sobre creatividad publicitaria, que es lo que me gusta y a lo que me quiero dedicar el día de mañana.
AMJ: Nos encontramos a punto de acabar la carrera, en un momento un poco agobiante en cuanto a temas académicos y de trabajos, pero también emocionante porque en nada empezaremos una etapa nueva de nuestra vida, y este proyecto ha sido una gran manera de ponerle el broche final.
ISL: Antes de meternos de lleno en este proyecto, todos teníamos otros proyectos o trabajos que dejamos un poco de lado para poder centrarnos en el desarrollo de la campaña. Sin duda, el esfuerzo valió la pena, ya que conseguimos un premio importante que podemos incorporar a nuestro currículum y que, además, supone un broche perfecto para nuestro periodo de formación académica.
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