La carpeta no se mancha, por Roberto Lestón

(ARGENTINA) – Roberto Lestón, director creativo en TBWA y director del Taller de Carpeta (*), comparte su quinta columna en Robert’s Thursdays: hoy, explicando por qué la carpeta no se mancha. ¡Prestá atención!


«La pelota de un creativo es su carpeta»: ¿vos la cuidás tanto como Maradona a su pelota?

 
POR ROBERTO LESTÓN
Director creativo de TBWA Buenos Aires
Redacción especial para PB

 
A las 11:15 am llegaba al entrenamiento. Pantalones cortos, botines gastados y una matera lista para usar. Dejaba su mochila, se ponía la pechera y salía a correr alrededor de la cancha. De las cinco vueltas que había que hacer, por ahí hacía tres, y de las veinte flexiones, tal vez doce. Las hacía bromeando con sus compañeros. Al rato se cortaba el entrenamiento para tomar agua, y mientras algunos hablaban de tácticas, él comentaba sobre un partido que había visto hacía poco. Sobre cómo él lo hubiese ganado.

A las 11:15 am estás llegando a la agencia. Pantalones cortos, zapatillas gastadas y una casilla llena de emails esperando tu respuesta. Dejás la mochila, te sentás en tu escritorio y seguís trabajando en el brief que te dieron ayer a última. Lo más probable es que, mientras estés pensando, te tomes el tiempo de ver algún blooper en YouTube, intentes bajar ese tema que oíste esa mañana o te quedes charlando con tu dupla sobre cómo hubieran encarado ustedes el nuevo comercial que salió ese día al aire.

Diego fue un genio, único. No importaba qué hacía o no en el entrenamiento, no importaba cuántos videos le mostraran o cuántos jueguitos hacía de arco a arco. Lo que importaba era que en la cancha, a la hora de demostrar, era el mejor.

La pelota de un creativo es su carpeta. Un redactor o director de arte puede no ser la persona más organizada de todas. Puede ser (o no) el más simpático a la hora de almorzar. O puede, también, olvidarse de contestar un email. Pero su carpeta, siempre impecable. Un creativo sólo habla a través de su carpeta. Es la puerta de entrada a cualquier agencia y al mundo publicitario.

Es verdad que Diego hubiese ganado aquel partido que comentaba en el entrenamiento, y es verdad que quien llegó 11:15 a la agencia hubiese hecho un mejor laburo en el comercial que comentaba con su dupla. Porque así como Diego lo demostraba con la pelota, él lo hacía con su carpeta.
 
 


 
(*) Taller de Carpeta


Este es el Taller de Carpeta que dicta Roberto Lestón: si te interesa ser parte, escribile.

 
 

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