(ARGENTINA) – La secretaria académica de la Asociación Argentina de Publicidad cuenta hoy por qué incluyó, en una de las clases que hace un par de semanas les dictó a los auxiliares docentes de la institución, una secuencia de la película El secreto de sus ojos: aquella en la que uno de los choborras habituales del bar que frecuentaba el personaje de Francella hace gala de su incomparable conocimiento de la historia de Racing Club y da una mano gigantesca en la resolución de un misterio policial.

Lo que arranca como una charla de bar que parece intrascendente entre Darín (Espósito) y Francella (Sandoval) termina con una pista fundamental para descubrir a un asesino: «Cada vez que nos exponemos a un conocimiento nuevo lo analizamos a partir de nuestros saberes preexistentes», explica Barroso.

 
POR ROSANA BARROSO
Especial para PB

 
Estábamos en el curso de Auxiliares Docentes de la Asociación Argentina de Publicidad (AAP) analizando la importancia que tienen, para la incorporación de nuevos aprendizajes, los saberes previos que cada uno de nosotros tiene en su haber, como producto de su historia. Ese conjunto de conocimientos que se van formando a partir de nuestro paso por la vida.

Esto nos llevó a tomar como ejemplo el segmento titulado Pasión de la película El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009): la secuencia en que la comprensión de las cartas que el asesino le había escrito a su madre surge a partir de los conocimientos previos que uno de los hombres del bar tenía sobre un tema. ¿Cuál era ese tema? El amor por Racing Club y el saber detallado de su historia: algo tan simple como eso —pero a la vez poco común— permitió comprender esas cartas, entender la vida del asesino y, así, saber dónde ir a buscarlo (el lugar se ve en la última secuencia de la escena: la impactante toma que arranca con el estadio Tomás Adolfo Ducó visto desde el aire y termina en plena popular, donde los personajes de Ricardo Darín y Guillermo Francella —Benjamín Espósito y Pablo Sandoval— fueron a presenciar Huracán-Racing para tratar de encontrar la pista del asesino).

¿Cómo se entiende esto? Porque a medida que vamos recorriendo lugares, leyendo, mirando televisión o conversando con amigos vamos pasando por instancias educativas o adquiriendo experiencia laboral, conformando un conjunto de saberes que nos permitirán decodificar cada nuevo saber al que nos enfrentemos.

Cada vez que nos exponemos a un conocimiento nuevo lo analizamos no desde un desconocimiento absoluto, sino a partir de esos anteojos que hemos formado en base a nuestras experiencias que son los saberes preexistentes.

A partir de utilizar los conocimientos anteriores para analizar los nuevos es que se genera una crisis de la cual adquirimos un nuevo saber que resignifica los anteriores y modifica nuestra forma de pensar y de actuar. Cuando un nuevo saber logra este cambio, decimos que es un saber significativo: un saber que no olvidaremos, un saber que generó un cambio en nosotros…. y un saber que, en el marco de una película, permitió encontrar a un asesino.

Y que, en el marco de tu trabajo futuro, probablemente te permita crear una campaña.