(ARGENTINA) – ¿Por qué ya no vemos tantos adolescentes en Facebook? ¿Adónde huyeron? ¿De quién? Enterate en esta nota dónde se encuentran los Millenials.
«Ese fue el detonador para que los jóvenes ya no vieran tan divertido subir fotos de la fiesta de anoche: sus padres ahora podían controlarlos», explica Etchegaray; ¡el resto, leelo en la nota!
POR JUAN ETCHEGARAY
Profesor en Brother Buenos Aires y creativo en Ogilvy Argentina
Redacción especial para PB
Los nativos digitales y los early adopters vivimos una era demasiado exclusiva en el mundo digital: estábamos ahí quienes entendíamos la tecnología, quienes sabíamos manejar esas antiguas interfaces para colgar una foto en un fotolog, escribir un cuento en Blogger o leer al instante las noticias mientras de reojo veíamos a nuestro padre con un gran diario sentado al lado del hogar. Internet era una cosa de jóvenes y todos nos sentíamos libres utilizando nuestro vocabulario y nuestra forma de ver las cosas.
Pero un día apareció el tío Gustavo, a la semana se sumó la tía Marisa, y rápidamente llegaron papá, mamá, la abuela y toda nuestra familia. Llegaron todos a Facebook a likear sin control, a postear decenas de fotos de nietos, a compartir chistes viejos o fotos de ángeles, o a ponernos comentarios escrachadores en nuestras fotos.
Ese fue el detonador para que los jóvenes ya no vieran tan divertido subir fotos de la fiesta de anoche: sus padres ahora podían controlarlos. Llegó el momento de pasarnos a otra red. ¡Vamos a Twitter! Pero el uso de esta red social por parte de la televisión hizo que nuestros padres también aparecieran. ¡Nos tienen acorralados! Vayamos todos a Instagram. ¡Pero mamá ahora tiene smartphone y también comenta ahí! Y cuando todo parecía perdido, los jóvenes descubrieron Snapchat, una red social de intercambio de fotografías que solo se usaba para el “sexting” (envío de imágenes sensuales entre adolescentes). Lo bueno de esta plataforma es que el contenido se autodestruye segundos después de verlo. No queda nada, no hay registros y vos controlás quién ve lo que querés. ¡Excelente!
Mirá, te dejo un corto documental de Casey Neystat sobre esta revolución Snapchat:
Publicado el 2 de octubre de 2014 (¡sí: los que no estaban al tanto pueden sentirse viejísimos!), el título que le dio Casey Neystat a su corto fue “Snapchat Murders Facebook”.
Esta app ha incluido nuevas opciones como chat interno o pequeñas videollamadas, pensadas para comunicarnos brevemente y al instante con nuestros amigos para ver ‘’en que andan’’. Pensando en el target, la gente de Snapchat se dio cuenta de que podían ser grandes consumidores de micropagos: enviar pequeñas sumas de dinero a amigos para pagar cenas, regalos, deudas, lo que sea.
“Introducing Snapcash!” lo explica fácil: “Snapchat has Snapcash, just use your Cashtag”.
Haciendo uso de esta funcionalidad ‘’personal y autodestructiva’’, algunos artistas o fotógrafos como Alec Soth comenzaron a exponer sus obras por 10 segundos a cambio de dinero. Gran idea, que también adoptaron algunas pornstars enviando fotos exclusivas diariamente a sus suscriptores.
La agencia de publicidad DDB Oslo tuvo una gran idea: reclutar creativos que cuenten buenas ideas en 10 segundos: si realmente eran buena, tenían que poder contarse en ese tiempo.
El “Snapchat Pitch” de DDB Oslo, organizado en enero del año pasado.
Siempre, cuando pensamos para esta plataforma, debemos plantearnos si realmente es para Snapchat o también podría existir en alguna otra. Lo principal es que usemos la principal funcionalidad: la autodestrucción y el límite de tiempo. Dos marcas que supieron utilizarlo perfectamente:
WWF y OndAzul supieron, a partir de conceptos comparables, aprovechar a su favor una de las características de Snapchat.
Probablemente Snapchat siga creciendo en funcionalidades, haciendo su uso cada vez más fácil… ¡y logrando que otra vez vengan los padres a invadir y los jóvenes se muden a una nueva red social!
Categorías: Creatividad del futuro
Sí, es innovador y va a estar bueno ver cómo se la ingeniarán los creativos.
Me gustaría ver algo distinto igual. Los dos avisos que mostraron, eran iguales. Además, no creo que todo el tiempo tengas ganas de recibir cosas depres de cómo se destruye el mundo.
¡Buena nota!