AAP#021: ¿Son o se hacen?

(ARGENTINA) – «Los niños y los locos dicen la verdad» es una afirmación tan vieja como el mundo. Agregar a esa frase a los tontos como Forrest Gump, que en realidad de tontos no tienen un pelo, no cuesta demasiado. Sobre esa base desarrolló su columna de hoy Roberto Pollio, fanático de esos personajes que, como el Súper Agente o Largirucho, parecen de una inocencia a toda prueba pero terminan resolviendo casos que las inteligencias más prestigiosas no hubieran podido desembrollar. Y es que, como afirmó la marca italiana Diesel hace tres años, «la inteligencia puede tener el cerebro, pero la estupidez tiene los huevos». Director de arte y profe de la AAP, Pollio sostiene que la publicidad se aprende y se hace de mucho más que de ver publicidad. ¡La inspiración está en todos lados! Por eso, jueves por medio The Lord of the Links trae una Asociación Absolutamente Personal (AAP). La idea es comprobar, con ejemplos pequeños y simples, que todo está interconectado y que, como creativos, nuestra misión es no dejar pasar nada: probarlo, devorarlo e incorporarlo para, como decía Eugênio Mohallem en su Manual del trainee, cargar la batería durante toda la vida.


«¿Sos loco o simplemente tonto?» —le preguntan a Forrest, a lo que él contesta lo que le viene diciendo su mamá desde que él era chiquito: «Tonto es el que hace tonterías, señora».

 
POR ROBERTO POLLIO
Director de arte y profesor de la AAP

 
SOUNDTRACK DE LA NOTA

«Tontos», Billy Bond y la Pesada del Rock and Roll, 1972.

 
Stupid is as stupid does (tonto es el que hace tonterías). La frase, nada estúpida por cierto, pertenece a Forrest Gump, protagonista de la película homónima de 1994, dirigida por Robert Zemeckis. Recordé esta ganadora de varios Oscars cuando, durante la semana, en un programa de tele que ahora no recuerdo bien, citaron el gran papel de Peter Sellers, el de Chance el jardinero, en la que resultó ser su última película: Being There, que por estos lados del mundo se estrenó como Desde el jardín (otro lindo disparador para TLOTL, malas traducciones de títulos de películas y canciones, haceme acordar). Nunca había conectado ambas pelis, pero me dieron ganas de volver a verlas y, si se me permite, me gustaría preguntar: ¿qué es estúpido y qué no? O mejor dicho: ¿quién es el estúpido en realidad?

Nadie podrá negar que ambas pelis pueden considerarse una oda a la estupidez y que comparten una mirada similar sobre el comportamiento humano, ya que si intentamos encontrar un punto en común, llegaremos a darnos cuenta de que si bien llegan al mismo lugar desde diferentes enfoques, en ambas se pone de manifiesto que la estupidez existe en la medida de los actos las vidas de las personas y no en su supuesta inteligencia o en lo que dicen… o piensan. Ambas obras son una gran arremetida contra la superficialidad del mundo y, si bien se acercan de diferente manera al mismo tema, ambas lo hacen desde el infalible combo de humor + inteligencia, cosa que me parece acertadísima.


Peter Sellers murió el mismo año del estreno de «Being There», de un paro cardíaco en un hotel de Londres.

 
Being There está basada en una novela corta de 1971, del autor polaco Jerzy Kosinski, quien participó en la elaboración del guión y en su momento manifestó estar realmente sorprendido con la magistral interpretación que hizo Sellers del personaje principal de su historia. Hay muchas escenas gloriosas en esa peli de 1979, dirigida por Hal Ashby, pero por temor a spoilearla opté por compartir sólo el trailer. Confío en que muchos de los que están leyendo esta AAP se sientan lo suficientemente intrigados por conocer la historia de Chauncey Gardiner (como va a conocer el mundo a este jardinero tan especial) y le hayan dado ganas de ver la película o leer el libro… ¡o ambas cosas! ¿Por qué no? Después de todo, en gran parte ese es el espíritu de este espacio: compartir y descubrir cosas nuevas.

Vengo hablando del jardín y el fin de semana estuve en el cumple de mi ahijadita, así que pienso en lo infantiles que pueden llegar a parecer estos dos personajes para el resto del mundo, pero ¿tontos? No estoy tan seguro. Esta apreciación me lleva inmediatamente a que recordemos a artistas como María Elena Walsh, quien con sus «cancioncitas» nos hacía reflexionar desde chicos, y aún lo hace, sobre temas que no son nada inocentes. El Reino del Revés, sin ir más lejos, nos invita con sus simpáticas metáforas a cuestionarnos cómo son y cómo deberían ser las cosas en este mundo. O, si se quiere, podemos afirmar que el gran tema de fondo de ese «temita» es la injusticia. Casi nada, ¿no?

En la misma línea de pensamiento, no hace mucho se hizo pública una interpretación de Ico, el caballito valiente (la obra de Manuel García Ferré realizada en 1981, durante el Proceso Militar, pero estrenada en democracia en 1987), que también pone en evidencia —para los que coincidan con esta lectura, claro— que detrás de algo aparentemente inocente se puede descubrir algo mucho más serio.


Esta edición de TVR subida a la web en abril pasado compara con mucho cuidado cada personaje y muchas de las líneas de diálogo con lo que se vivía en la Argentina de los desaparecidos.

 
Los chicos me hicieron acordar del arte naif (del francés naïf, ‘ingenuo’), que en muchos aspectos recuerda (o se inspira) en el arte infantil, pero antes que citar a uno de los tantos artistas internacionales pertenecientes a ese estilo, ya que venimos con tanto personaje argentino, prefiero linquear con uno de acá nomás: Florencio Molina Campos. Si bien su obra está identificada básicamente con la caricatura, a menudo suele considerarse también naif y a la vez, con características que lo conectan también con un nada ingenuo expresionismo. Sus dibujos, inspirados principalmente en el mundo gauchesco, muestran a un agudo observador de la realidad nacional de aquella época. Otro motivo a considerar es que, al igual que todos los artistas considerados dentro del estilo naïf, Molina Campos fue autodidacta, jamás recibió enseñanza alguna ni perteneció a grupos artísticos que pudieran influirlo. Y por si queda alguna duda de su conexión con el mundo infantil, te cuento que en 1942 fue contratado por los estudios Walt Disney para colaborar, entre otras producciones, en la realización de Bambi.


Una de las tantas geniales láminas de Molina Campos que ilustraron los clásicos almanaques de la fábrica Alpargatas SAIC entre 1930 y 1945.

 
Bueno, ya vamos terminando, y como nombramos a Alpargatas (la primera marca de nuestra AAP de hoy), nos metemos directamente en el mundo de la publicidad y, por supuesto, con Cannes, y con la archimegaultra campaña ganadora de este año, que tiene como objetivo que la gente no se muera de maneras estúpidas cerca de los trenes (no es casual que al mensaje se lo haya planteado de manera infantil). Algún tiempo atrás el mismo festival celebraba la estupidez premiando, también con un Grand Prix en Outdoor, a la campaña Be stupid (2010), de la agencia Anomaly para Diesel. Para ella se tomó como punto de partida la historia del fundador de la marca, Renzo Rosso, quien a fines de los años 70 intentó vender jeans gastados y fue rechazado. Cierro con un dato: a las pocas semanas de ganar en Cannes, el organismo de Autocontrol Publicitario (ASA, por Advertising Standards Authority) de Inglaterra vetó esta campaña por considerarla ofensiva y promotora de conductas antisociales. Y sí, ya lo dijo alguien que la tiene más clara de lo que parece: Stupid is as stupid does. Hasta la próxima.



Acá tenés tres de las piezas más icónicas de la premiada y polémica campaña de Diesel, pero entrando al link de arriba vas a ver muchísimas más.

 

★★★★★★★ TLOTL
thelordofthelinks@primerbrief.com

 
 

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