(ARGENTINA) – En la década de 1980, a través del programa Atrévase a soñar, Berugo Carámbula popularizó una frase que cualquier persona (mayor de 30 años seguramente) hoy aplica casi como una fórmula al encontrar alguna coincidencia en cualquier ámbito de la vida: el memorable ¡Capri-Capri, Alcoyana-Alcoyana! ¿Te suena? Bueno, a nuestro columnista Roberto Pollio claro que le suena ¡porque ya es un vejete de 4,1 décadas! Director de arte y profe de la AAP, Pollio sostiene que la publicidad se aprende y se hace de mucho más que de ver publicidad. ¡La inspiración está en todos lados! Por eso, cada edición de TLOTL trae una Asociación Absolutamente Personal (AAP). La idea es comprobar, con ejemplos pequeños y simples, que todo está interconectado y que, como creativos, nuestra misión es no dejar pasar nada: probarlo, devorarlo e incorporarlo para, como decía Eugênio Mohallem en su Manual del trainee, cargar la batería durante toda la vida.
Hacia finales de los años 90, la dupla creativa más famosa de la Argentina seguía haciendo de las suyas con este “descubrimiento” para la marca de cerveza que viene celebrando las coincidencias desde 1888: se trata de «Elsa Bor del Encuentro, de Agulla & Bacetti, 1997.
POR ROBERTO POLLIO
Director de arte y profesor de la AAP
SOUNDTRACK DE LA NOTA
«Are You Lonesome Tonight (Laughing)», Elvis Presley, 1969.
El número de la AAP de hoy coincide con la edad de este humilde escriba, coincidencia muy poco interesante por cierto, pero como últimamente tampoco vi, oí ni leí nada lo suficientemente atractivo como para ser disparador de mi columna de este mes; y ya que ‘causalmente’ en la edición anterior hablábamos de diferencias, ese coincidente detalle numérico me pareció una linda excusa para hablar en esta AAP#041 sobre situaciones de la vida en las que los planetas parecen alinearse para que algo, casi mágicamente, suceda.
Considerado por muchos el año cero en la historia del rock and roll, el 6 de julio de 1957 John Lennon se presentó con su banda en una feria organizada por la iglesia St. Peter de Woolton, Liverpool. No hay fotos, pero momentos después de esta presentación un Paul McCartney de 15 años se encontraba por primera vez con Lennon y le mostraba lo que era capaz de hacer con la guitarra. Hubo coincidencia y el resto de la historia ya la conocemos todos.
En una época en la que todo parece ser menos romántico, en el sentido más amplio de la palabra, una de las apps que hoy hace furor es justamente una que funciona a partir de las coincidencias pero parece desafiar al inescrutable destino. Tinder, definida en la web por la cultura popular como “el McDonald’s del sexo” (poderosa definición, por cierto), ya está disponible en 24 idiomas y cuenta con más de 10 millones de usuarios diarios. Pero yendo apenas unos años hacia atrás, y como oposición a la inflamable app del momento, podemos recordar la maravillosa Medianeras (2011), una historia en la que los dos protagonistas también coincidían en todo y no se conocían, pero…
Obra de Gustavo Taretto, creativo publicitario devenido en director cinematográfico, su excelente film de 2011 dejó claro que la idea merecía convertirse en largometraje. Sin embargo, la edición de la escena final que se utilizó originalmente para el corto de 2005 que podés ver acá arriba sigue siendo mi favorita.
La afirmación de que los opuestos se atraen podría dar para mucho, pero tomando como cierta aquella otra verdad popular que sentencia que las mascotas se parecen terriblemente a sus dueños (o viceversa), si hay una situación a la que aquella regla no aplica es a las relaciones entre humanos y animales. Definitivamente la mejor publicidad, léase la más popular (que por suerte a veces también gana premios en festivales), es aquella que muestra lo que le pasa a la gente, poniéndolo en palabras e imágenes. Y eso los publicitarios brasileños parecían saberlo muy, muy bien cuando crearon esta ya clásica campaña que seguramente a muchos, incluso a los que no estaban metidos aun en el mundo publicidad, les habrá llegado en alguna cadena de email, porque Facebook todavía no existía.
«Cesar, alimento premium para perros», de la brasileña Almap BBDO. “Quizás se parezcan, pero no tienen por qué comer lo mismo que vos”. Indiscutido Oro en Cannes Lions, edición 2000.
Para los afortunados, estar en el momento justo, en el lugar justo, es todo lo que se necesita. Para alivio de tantos otros, el cartero llama incluso más de dos veces, pero hay que estar atento a las señales que el destino nos pueda estar dando, y pase lo que tenía que pasar. Al menos eso también parecen decirnos Marcello Serpa y su gente, ahora con la hermosa campaña Coincidencias creada para la EPA (Escuela Panamericana de Arte y Diseño). ¡Qué agencia, Almap!
«Sí, aún hay tiempo», rezan las cuatro piezas de la campaña, premiada consecutivamente en Cannes Lions 2011 y Clio Awards 2012, como la mayoría de las campañas gráficas de la agencia brasilera liderada por Serpa.
Si seguís a The Lord Of The Links ya habrás notado que siempre me gusta despedirme con alguna yapa. ¡Y la de hoy no es la excepción! Se trata de una las tantas obras de esos modernos genios que día a día hacen más feliz nuestra vida: esta vez los youtubers nos sorprenden con una coincidencia ridículamente perfecta.
Hay muchísimos más videos como este dando vueltas por la web, pero es notable la precisión casi milimétrica que se logra al hacer coincidir audio y video. Con todo el respecto y admiración que tengo por el Rey Largato, en una columna como la de hoy, esto no podía no estar.
¡Alcoyana-Alcoyana, feliz coincidencia y hasta la próxima AAP!
thelordofthelinks@primerbrief.com
(*) Aclaración sobre el soundtrack de hoy:Cuando estaba de buen humor, a Elvis Presley le gustaba cambiar la letras de las canciones, para divertirse. La noche del 26 de agosto de 1969, durante su presentación en el Hotel Internacional de las Vegas, en lugar de cantar la linea que dice «Do you gaze at your doorstep and picture me there» (Mirás a tu puerta y me imaginás ahí parado) cantó «Do you gaze at your bald head and wish you had hair» (Mirás a tu pelada y deseás que tuviera pelo). Hasta ahí, hubiera sido un anécdota común, teniendo en cuenta su costumbre, y no tendría ningún link con las coincidencias que hoy nos ocupan. Pero la cosa cambia muchísimo si te digo que el destino quiso que, en ese preciso momento, su mirada se encontrase con un espectador con peluca sentado en una de las primeras filas. Lo que pasó después seguro te lo imaginás, pero podés escucharlo dándole play más arriba.
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