(ARGENTINA) – Pollio se despidió de los canes de Cannes con la doble sensación de que sus colas transmitían espera y alegría a niveles exponenciales y de que nunca se había visto tan expuesto a que sus siguientes asociaciones absolutamente personales —es decir, las de hoy— se vieran tan pautadas y marcadas por la eterna cola número uno. Director de arte y profe de la AAP, Roberto Pollio sostiene que la publicidad se aprende y se hace de mucho más que de ver publicidad. ¡La inspiración está en todos lados! Por eso, todos los jueves The Lord of the Links trae una Asociación Absolutamente Personal (AAP). La idea es comprobar, con ejemplos pequeños y simples, que todo está interconectado y que, como creativos, nuestra misión es no dejar pasar nada: probarlo, devorarlo e incorporarlo para, como decía Eugênio Mohallem en su Manual del trainee, cargar la batería durante toda la vida.

Una de las cosas que con Pancho Dondo no podíamos perdernos en Cannes era la muestra Game Changers, sobre las ideas que, a lo largo de los 60 años de historia del festival, «cambiaron el juego». ¿Y qué fue una de las ideas que primero llamaron nuestra atención? Una idea no publicitaria, del siempre diferente Andy Warhol (1928-1987), ploteada en una pared: «Una Coca es una Coca y ninguna suma de dinero te permitirán conseguir una Coca mejor que la que está bebiendo el vagabundo de la esquina». Hallazgo inesperado, además, porque en este Cannes estuvo de visita —invitado por Grey— uno de los neoyorquinos que más trato tuvo con el artista pop: Lou Reed, que en el video de la derecha aparece, joven y desafiante, en una de las famosas «Pruebas de pantalla» que Warhol filmó a fin de la década de 1960, tomándose una Coca mientras suena el tema «I’m not a young man anymore», grabado por entonces por el grupo de Reed, The Velvet Underground.

 
POR ROBERTO POLLIO
Director de arte y profesor de la AAP
(Fotos: RP y Prensa Cannes Lions)

 
SOUNDTRACK DE LA NOTA

«Lola», The Kinks, 1970.

 

Entrevistado en Cannes por Tim Mellors (director creativo mundial de Grey), fue evidente que Lou Reed necesitó tener delante de sí una buena cantidad de líquido para no sufrir sorpresas: venía de sufrir un transplante de hígado un mes antes de la presentación en Cannes y eso hizo que se lo viera más lento y avejentado que de costumbre. Y pese a que sólo tomó agua y la Coca-Cola no fue uno de los temas importantes de su diálogo, Reed sí se refirió a su amigo Andy Warhol: «Fue una de las personas más sorprendentemente intrigantes que conocí. Ni siquiera estoy seguro de saber quién fue».

 

El que obviamente sí se refirió a Coca-Cola cuando se encontró en el Grand Auditorium frente a todo el público de Cannes fue Joe Tripodi, gerente global de marketing de la gaseosa. Estuvo allí para recibir el premio al Creative Marketer of the Year que recibió la marca, luego de que el Festival proyectara una síntesis, en video, de las campañas publicitarias más exitosas de Coca ¡que no incluyó Para todos, el spot de McCann Argentina de 2002!

 

Ya a esa altura la presencia de Coca-Cola nos resultaba casi imposible de pasar por alto: porque en uno de los primeros paneles de la muestra Game Changers nos habíamos topado con el famoso spot «Hilltop» (arriba), que McCann Italia creó en 1971 y generó incluso que una banda inglesa como los New Seekers adaptara la letra, la incorporara a su repertorio y fuera un éxito mundial: en Inglaterra fue número uno durante cuatro semanas y vendió casi un millón de copias, y aún hoy sigue estando entre los cien singles más vendidos en ese país en toda su historia.

 

Lo mejor de todo fue que la recorrida por la Game Changers, con el comercial de 1971 y la frase de Andy Warhol, la hice tomando una de las innumerables «CoCannes-Cola» que me tomé durante el Festival, que la gente de la marca ofrecía a quien se acerca a una heladera eternamente completa de botellitas de aluminio que no podían ser más seductoras.

 

¿CoCannes? ¿Habrá estado alguna vez en Cannes la Coca Sarli? ¡Bingo! La prueba es esta foto original, que en Mercado Libre venden por la ganga de 30 pesos argentinos, en la que nuestra Coca está en el festival de cine de Cannes 1962, el año en que ella y el director Leopoldo Torre Nilsson estaban presentando el film «Setenta veces siete» basado en cuentos de Dalmiro Sáenz ¡y donde se la ve cuando acaba de tomarse una Coca, justamente!

 

En fin, como puse en el título: Cannes es un perro con cien colas. Hay colas para entrar al Palais des Festivals, colas para entrar al baño, colas para ver el famoso New Director’s Showcase de Saatchi, colas para comprarse un café au lait en un «carrito de La Croisette», colas para entrar a las entregas de premios (¡a pleno sol de la tarde veraniega y con mucha gente vestida de gala!), colas para probar suerte en un stand donde sortean un iPad, colas para hacerle preguntas a cualquier estrella publicitaria de cualquier categoría, colas para pedir un «sandwich de poulet» en el bar oficial del Festival, ¡colas, colas, colas, coca-colas!

Eso sí: todas valen la pena, eh. ¿Querés contar cuál fue la mejor cola que te tocó hacer? ¡O la mejor Coca-Cola que te tomaste!