(ARGENTINA) – «Vivimos en un mundo infinitamente diverso, en constante transformación y compuesto por elementos que se entremezclan y se fusionan casi azarosamente, ahora más que nunca», afirma Julia Kaiser en esta reflexión: un mundo que venera y ensalza a los otrora condenables grises.

La grabación de Tony Bennett y Lady Gaga fue hecha para el álbum Duets II que él lanzó en 2011, que incluyó distintas versiones interpretadas junto a John Mayer, Amy Winehouse, Michael Bublé, K. D. Lang, Aretha Franklin, Sheryl Crow, Willie Nelson, Queen Latifah, Norah Jones, Josh Groban, Natalie Cole, Andrea Bocelli, Faith Hill, Alejandro Sanz, Carrie Underwood y Mariah Carey.

 
POR JULIA KAISER
De la redacción de PB
(Imágenes: Google)

 
Un par de días atrás se cruzó en mi camino el clip de Tony Bennett y Lady Gaga cantando la legendaria Lady is a tramp, y mientras admiraba la encantadora sonrisa de Tony y el cabello azul lavado de Miss Gaga, me detuve a pensar en esta extraña y acertada combinación que la excéntrica reina del pop y el lord del jazz habían logrado y en lo que esto significa.

Vivimos en un mundo infinitamente diverso, en constante transformación y compuesto por elementos que se entremezclan y se fusionan casi azarosamente, ahora más que nunca.

Los compartimentos que categorizan nuestra vida se están desestructurando cada vez más y vemos cómo ciertas cosas que creíamos incompatibles de repente no lo son.

Si bien este es un proceso que se ha venido arrastrando a lo largo de los años, hoy podemos verlo en su mayor expresión: show y noticias se mezclan, a veces transformándose en casi la misma cosa; lo mismo pasa con la propaganda y la publicidad, hasta la cocina (¡si no han oído sobre la cocina fusión, corran a probarla!). Hoy día se puede combinar un Levi’s con una chaqueta Chanel, y unas Converse con un vestido son una excelente opción. En las calles de las grandes ciudades se pueden ver cada vez más hombres con polleras y más mujeres con traje.

Dos imágenes tomadas del notable portal The Sartorialist, iniciado en septiembre de 2005 por el blogger y fotógrafo Scott Schuman con la idea de «crear un diálogo de ida y vuelta sobre el mundo de la moda y su relación con la vida cotidiana».

 
Lo mismo pasa en la música: el reggaetón, sin ir más lejos, en un híbrido entre la cumbia y el reggae, y a veces hasta coquetea con la música electrónica. O uno de mis favoritos de los últimos años: la banda SuperHeavy, compuesta nada más y nada menos que por Mick Jagger, Joss Stone, el indio A. R. Rahman, Damian Marley (hijo de Bob) y el gran Dave Stewart, y en la que convergen el reggae, el rock, soul y hasta la música india. ¡Les recomiendo escuchar Satyameva Jayathe si no se quieren perder a Jagger cantando en sánscrito!

La formación de SuperHeavy fue anunciada el 20 de mayo de 2011; al hacerlo, Jagger explicó: «Queríamos una convergencia de diferentes estilos musicales. Siempre estábamos mezclando estilos: sin embargo, eran por separado».

 
Y entre todo esto, nosotros somos como un gran álbum de recortes. Vamos tomando eso que nos gusta —que cada vez es más variado— y vamos conformando quiénes somos y cómo nos identificamos (tal vez hoy la expresión más literal y elocuente de este fenómeno sea la red social Pinterest).

Gracias a toda la información que tenemos a nuestro alcance, nuestras influencias ya no sólo provienen de nuestro entorno, como pasaba hasta hace unos años, sino que pueden provenir de los lugares más lejanos del mundo. Después de todo, la distancia es siempre un clic.

Y nosotros nos transformamos en collages humanos, en un mundo en donde el eclecticismo (que curiosamente viene del griego eklegein, «escoger») es la nueva forma de unión en la diversidad, y también la nueva forma de encontrar nuestra propia originalidad y forma de expresión en esa diversidad.