(ARGENTINA)– Siempre que hay una buena causa de fondo es inevitable la conmoción: así tal cual fue el pasado viernes 29 de mayo, cuando los chicos de Miami Ad School pusieron su creatividad en marcha para proponerle a Tomás Crowder, presidente y creador de «Tablas Para Todos», distintas campañas para impulsar su ONG. ¿No creés que haya sido así? Nuestra cronista, Evelyn Reggina, estuvo ahí para captar todas esas ideas y la emoción del momento, y ahora va a convencerte. Dale, tomate unos minutos… ¡y a disfrutar de la nota!

Los chicos de Miami Ad School proyectando sus ideas frente al equipo de TPT.

 
TEXTO Y FOTOS POR EVELYN REGGINA
Estudiante de Letras en la Universidad de Buenos Aires.
Redacción especial para PB

 
Todos los que alguna vez pisaron la Miami Ad School, saben que el ambiente que se respira en la escuela es, de por sí, especial. Hay una mezcla de cosmopolita y creatividad en todas partes que te hace imposible no salir encantado. Y así de especial fue, también, la experiencia del viernes pasado. Llegué temprano y me senté a esperar a que comience la actividad. Momentos después pude escuchar a un grupo de hombres subiendo las escaleras, uno de ellos hablando con entusiasmo y energía notable sobre un proyecto llamado «Tablas Para Todos». Sí, era Tomás (Crowder).

Escucharlo hablar es un espectáculo, no sólo por lo que propone, sino por lo comprometido que está con la causa que funciona, sin dudas, como su principal motor. Él es marplatense, surfer, y lleva al deporte como un estilo de vida. Es el presidente y creador de «Tablas para todos/Todos por las Tablas»: una ONG que trabaja socialmente desde el 2004 y que tiene como meta principal poder acercar los deportes de tabla a todos los posibles interesados, sin distinción de edad, sexo o condición social.

Las propuestas de los chicos de Miami Ad School fueron un lujo y no se quedaron para nada atrás. Las campañas se proyectaron en una pantalla y en conexión directa con Perú, donde el resto de los alumnos colaboraba vía Skype.
La intención era que las campañas estuvieran orientadas a las redes sociales. Se habló desde marketing de guerrilla hasta trending topics en Twitter o vídeos virales en Youtube.

Ante las buenas ideas, los ojos de Tomás brillaban agradecidos. “Es alucinante poder trabajar con un grupo donde intercambiás ideas con gente de todos los países. Es trascendente. No sé con cual de todas las propuestas quedarme, las quiero todas”, decía sonriente.

Cuando la creatividad se mezcla con cuestiones que tocan el corazón, el resultado es seguro: no pueden salir cosas malas. Genios los chicos de la Miami, que pusieron su ingenio (pero fundamentalmente el corazón) para ayudar a Tomás a impulsar su proyecto, y a seguir… ¡en la cresta de la ola!