En primera persona, por Aurora Valinote

(ARGENTINA) – «Era uno de los últimos trabajos del trimestre y del año. Yo ya había hecho esto muchas veces antes, pero esta vez era diferente. Se trataba de la primera vez que presentábamos el trabajo final del brief a un cliente de verdad, era la primera vez que lo hacíamos frente a una persona de carne y hueso». Aurora Valinote, estudiante de la Miami Ad School Buenos Aires, en su séptima columna, intenta como todos los viernes transmitir lo que ella y sus compañeros sienten, viven, piensan y aprenden a partir de los desafíos que les proponen los profesores.


Board Trident.

 
POR AURORA VALINOTE
Estudiante de la Miami Ad School Buenos Aires
Redacción especial para PB

 
Habíamos venido trabajando con el brief de Trident hacía algunas semanas.

Tuvimos una instancia previa donde hicimos el dibriefing junto a las clientas y los profesores y, luego de una semana finalmente nos tocó exponer el trabajo final.

El brief constaba de proponer una campaña integral para que los consumidores consumieran más chicle. El cliente quería que nos enfocáramos en los beneficios que tiene masticar y también tenía una complicación más: la campaña era para México.

Luego de que nuestra planner hiciera un trabajo de investigación para estudiar el comportamiento de nuestro target potencial, tuvimos nuestro primer encuentro con el cliente.

Algunas de las ideas gustaron, aunque coincidieron en que habíamos desenfocado el tono principal del comercial. La bajada de línea era clara: colocar al chicle como un mood modulator y encarar la campaña desde el lado del humor. Teníamos una semana para resolverlo.

Cuando finalmente llegó el día, nos tocó presentar en un auditorio, algo que nunca habíamos hecho. Nos empezamos a preguntar en qué orden nos tocaría pasar al frente hasta que nos dimos cuenta de que presentaríamos últimos.

Mientras presentaban los otros grupos comenzaron a asaltarnos nervios de último momento: ¿habíamos hecho bien el trabajo? ¿Cómo quedaría nuestra presentación con respecto a las otras?

Una vez que terminó de presentar el último equipo llegó nuestro turno. Y, como si no estuviéramos nerviosos, tuvimos problemas para conectar la computadora, hecho que nos demoró unos veinte minutos más de lo que se suponía.

Ya durante la presentación pudimos exponer sin muchos nervios. Llevamos los bocetos de dos comerciales y una acción para punto de venta, ambos con el claim de campaña “No dejes que nada te moleste”.

Cuando finalizó nuestra exposición, comenzaron las devoluciones por parte de la clienta y, después, por parte de los profesores. En un principio, la clienta coincidió con los profesores en que si bien las acciones y los comerciales tenían potencial, quedaban bastante despegados de lo que pedía el brief en un principio.

La creatividad y el planning eran cosas que estaban bien separadas, pero juntas resultaban algo inconexas.

Terminando la clase, la última del trimestre, tuvimos una charla con nuestros profesores, en la que señalaron los altos y bajos que habíamos tenido y nos alentaron a mejorar en los próximos proyectos que emprendiéramos.

De todo esto, rescato la experiencia de haber presentado frente a un cliente, ya que no existe ni creo que existirá un libro que nos enseñe cómo manejarnos en un ámbito laboral diario. Algunas cosas hay que experimentarlas en primera persona y nosotros tuvimos la buena suerte de que se nos diera esa oportunidad.
 
 

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