Social Media Bootcamp, Semana 3: #Historias

(ARGENTINA) – En su tercera columna sobre el campamento de redes sociales que está dictándose en Miami Ad School (y que tendrá una nueva edición a partir de octubre), Julia Kaiser ya transmite con verdadero entusiasmo el espíritu de camaradería que a esa altura ya se generó entre ella, sus compañeros y los distintos profes —los «maestros más experimentados del reino», los llama Julia con buen humor—, que llegan allí cargados de historias.


El ambiente de camaradería logrado en el curso se percibe incluso en las fotos.

 
POR JULIA KAISER
Estudiante de publicidad en la Universidad del Salvador y analista de tendencias en The Futures Company
(Foto: JK)

 
Había una vez un grupo de personas provenientes de distintas aldeas del mundo de la publicidad que se encontraron en el colorido y ecléctico castillo de Miami Ad School por tercera semana consecutiva para recibir clases de mano de los maestros más experimentados del reino.

Como verás, esta semana las historias atraparon mi mente. Te cuento por qué.

Todo empezó en nuestro primer encuentro: Mariano Feuer —una especie de gurú de la viralización de contenidos— finalizó su segunda exposición con un intuitivo disparador para los días que se vendrían:

«Chicos, al final, hacer un viral se trata de tener una historia. Si tienen todos los componentes, pero no tienen una buena historia que los una y genere algo, no tienen nada».

La siguiente clase fue el momento de poner a prueba —en equipo y frente a Pablo García, profe de Miami Ad School y director creativo interactivo en Iurl— las historias que nosotros habíamos creado y cómo la narrativa de esos relatos atravesaría las distintas redes sociales. Estábamos a una semana de la presentación final frente al cliente y era momento de definiciones y de ajustar algunos detalles.
—»Usen referencias para todo lo que quieran explicar».
—»Si pueden reemplazar texto con imágenes, háganlo».
—»Y ni se les ocurra presentar sentados».
Esos fueron sólo algunos de los muchos consejos que obtuvimos de Pablo.

Sin embargo, fue de la mano de Mariana Bricchetto, planner con dos décadas de condimentada experiencia entre McCann y Ogilvy, con quien nos sumergimos de verdad en el mundo de los relatos y de las marcas que cuentan historias. Desde Dove hasta Starbucks, pasando por Nike e Ikea, analizamos casos, debatimos conceptos y citamos al brillante semiólogo Roland Barthes.

La historia de una marca es lo que la identifica y le da personalidad, es ese hilo a veces implícito que va guiando cada uno de sus pasos a través de los años. Y, además de ser parte fundamental de la estructura de la marca, es muchas veces el componente que toca la cuerda emocional en el consumidor y que hace nacer un lazo de fidelidad.

«La historia de una marca es su esencia hecha relato».

Para resumir, me quedo con esa frase de Mariana, mientras me preparo para las historias que viviremos en breve.
 
 

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