Social Media Bootcamp, Semana 4: #SeñorCaraDePapa

(ARGENTINA) – Julia Kaiser llegó a su columna número cuatro sobre el campamento de redes sociales que está dictándose en Miami Ad School (y que tendrá una nueva edición a partir de octubre). Hoy, para dejarse llevar por lo que transmiten no sólo sus profes, sino también sus compañeros de curso. ¡Mirá!


Diferentes momentos de la cuarta semana del Social Media Bootcamp de Miami Ad School.

 
POR JULIA KAISER
Estudiante de publicidad en la Universidad del Salvador y analista de tendencias en The Futures Company
(Fotos: JK)

 
Hoy comenzamos intercambiando ideas sobre cómo adaptar la narrativa de una marca a cada red social, respetando sus características y explotando sus funcionalidades.

O, en otras palabras:

«La historia de una marca funciona como el Señor Cara de Papa. Hay un núcleo que siempre se mantiene igual y es la esencia. El resto se va transformando y renovando».

Mariana Brichetto arrancó carcajadas a más de uno con esta frase. Pero acto seguido pasamos a un modo más analítico (y, admitámoslo, un poquito emocional) mientras analizábamos el caso de Chipotle y su cautivadora forma de contar relatos.


“The Scarecrow”, de Creative Artists Agency Los Ángeles (Estados Unidos) para Chipotle, fue Grand Prix de Cyber (Integrated Multi-Platform Campaign) y de Relaciones Públicas en Cannes 2014.

 
Sin embargo, la siguiente clase eran las historias que nosotros mismos habíamos armado las que se pondrían en juego. Los minutos antes de empezar las presentaciones, el clima era de entusiasmo y algo de nervios. Cada equipo estaba reunido y enfrascado en su propio mundo de ideas. Ajustábamos los últimos detalles, terminábamos de alinear la narración, colocábamos puntos faltantes sobre las íes.

El auditorio era grande y un proyector estaba esperando nuestras slides. Sentados delante de todo estaban Hernán Nadal, director de movilización pública de Greenpeace Argentina, y Bruno Bonafine, experto y consultor de redes sociales.

Para algunos de nosotros, esta era nuestra primera experiencia de este estilo. Otros llevaban años haciéndolo. Esa es la razón por la que uno de los mejores aspectos de esta oportunidad es que no sólo aprendemos de los profesores, sino que también aprendemos de nuestros mismos compañeros, que traen consigo experiencias totalmente diversas y ricas.

Obtener un brief real de un cliente y presentar tus ideas ante él con la misma producción que tendrías en una agencia, pero con el único objetivo de aprender y absorber experiencia, es una circunstancia fuera de lo común y que te permite tener un aprendizaje 360º: de tus profesores, del cliente, de tus compañeros y de vos mismo.

Te da la oportunidad de arriesgarte sabiendo que lo peor que puede pasar es que alguien levante la mano y te proponga un camino mejor del que habías agarrado (es cierto, no suena nada mal, ¿no?). Bruno y Hernán fueron hábiles y generosos en esa tarea y nos dejaron a todos con mucho en qué pensar.

Con Hernán nos volvimos a encontrar al día siguiente, esta vez no tanto en rol de cliente/creativos, sino en rol de profesor/alumnos. Siguiendo con la línea de las marcas que cuentan cuentos, nos explicó las diferencias entre aquellas que hacen storytelling y otras que además son storydoers. Y, como nada escapa a la tiranía de los números, nos contó cuáles eran las mejores formas de medir la performance de ambos tipos de marcas y de campañas.

Si esas cifras hubieran podido medir lo cansada que estaba al final de esa semana, los números hubieran sido altos. Pero mayor fue la sorprendente cantidad de cosas que aprendí en tan pocos días.

¿Qué nos traerá el próximo capítulo? Mantenete en sintonía.
 
 

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