Eva Ciurleo, autora de ‘Azulejos’: «Cualquier realidad con la coincidencia es pura semejanza»

(ARGENTINA) – «Era tal la voladura de cabeza con la que llegaba a casa que me ponía escribir cualquier cosa», dice Eva Ciurleo, ex alumna y actual profesora de creatividad publicitaria en La Asociación, significando el comienzo de un hermoso proyecto que hoy ve la luz bajo el nombre de «Azulejos». Desde esa chispa inicial hasta la publicación por mano propia, las palabras de Eva te van a llevar de la mano por el inevitable proceso creativo, por una origin story que merece pochoclos y atención desmedida. Así que, ¿qué estás esperando?

Azulejos, de Eva Ciurleo
Los «Azulejos» de Eva Ciurleo: al final de la nota podés leer el primer episodio y acceder a los demás.

 
POR EVA CIURLEO
Egresada de dirección de arte en la Asociación Argentina de Publicidad y profesora de Creatividad Publicitaria en la misma institución
(Fotos: Cortesía EC)

 
Me encantaría contarles qué es Azulejos a los que no conocen la historia, qué significa para mí esta publicación. Pero como cuando estás en el cine y te dicen apagá el celular, antes les pido que, a los que no les guste leer, no lean, vayan a directo a los bifes, abajo están los links a los primeros cinco episodios. Para los que sí les guste leer, sigan de izquierda a derecha, la línea los lleva.

 
El escenario de esos días

A finales de 2001, en medio de la crisis de los saqueos, yo estudiaba a la vuelta del Congreso ¡Era difícil llegar! Para los estudiantes de universidades públicas: esto era rock & roll, no whatsapps con amenaza de bomba, ni votaciones internas para saber dónde les gustaría ubicar los cestos de basura. Quiero decir, íbamos a clases todos los días a pesar ⎯y en medio⎯ de las violentas manifestaciones. Eran tan activas, participativas y exprimidoras las clases que no se nos ocurría faltar ni aunque se nos cayera un planeta en el banco de al lado. En fin, yo estaba estudiando ahí, a la vuelta del Congreso, aquello que después se convirtió en mi carrera principal; y era tal la voladura de cabeza con la que llegaba a casa que me ponía escribir cualquier cosa y como había hecho un grupo de amigos a cual más particular, escribía sobre ellos, digamos que los retrataba con palabras; y una vez por semana me sentaba en un cyber, lo pasaba en limpio y se los mandaba a todos. Cuando llegábamos a clases se hacían los cotilleos del tipo: “¿Leíste el Azulejo de Pepito?” y “Eva ¿así soy? ¡me encanta!” “Ey, para cuándo mi Azulejo ¡dijiste esta semana!”, decía Pepito. No van a creer que tenía un compañero de clases que se llamaba Pepito, por favor. Pero créanme que así empezó la cosa, primero mis compañeros, después mis amigos, y por qué no los ex, qué hay de la familia y todo eso que te planteas cuando estás obsesionado con algo. Yo estaba obsesionada con los Azulejos. Y sé exactamente por qué.

 
El proceso creativo

Me hice una simple pregunta: ¿qué pasaría si ese mínimo reflejo que da un azulejo nos estuviera observando? Frente a un espejo, el 80% de las veces estamos posando pero no estamos tan alertas frente a un azulejo porque la imagen no tiene la nitidez del espejo.

Y ahí se encendió la lámpara.

La mayoría de los relatos originales, como decía, retrataban a mis amigos; y a medida que fue pasando el tiempo esos relatos fueron quedando como anécdota y dedicatoria de cariño para ellos. Pero en el fondo, yo sabía que había algo más y es por eso que me tomé un tiempo para descubrirlo, uf, acabo de hacer la cuenta.

Los azulejos estaban en mi cabeza. Los personajes que más me gustaban no existían así que trabajé sobre ellos en mi cabeza. Todos tenían todo de todos y de nadie y al mismo tiempo esta idea no podía constituir un libro, hay tantos personajes como estrellas en el cielo de modo que las editoriales estaban fuera de juego a menos que desarrollara los personajes a fondo. Pero éste camino se escapaba del concepto original de Azulejos. ¿Cómo profundizar en algo que deja ver menos de lo que muestra un espejo? Dejé pasar unos cinco años más.

 
La resolución y puesta en marcha

Empecé a evaluar la posibilidad de una impresión independiente pero no era propicio por distintos motivos, los personajes seguían sumándose y las historias mutando y las tecnologías avanzando. Así que decidí hacerlo digital y gratis. Porque ¿qué pasaba si después de la versión impresa aparecía un personaje exótico imposible de evitar? Debía esperar a la próxima publicación y ya había esperado bastante. Entre esto pasaron unos siete u ocho años más. Si me detuviera a enumerar la cantidad de excusas que aparecieron en todo esos años para que la obra no saliera, tengo el blog cubierto por todo el año. Por esta misma razón le pedí ayuda a mi amiga ⎯y coach⎯ Pili Guerra para que pusiera orden en mi cabeza y me obligara a publicarlo. Le pedí que fuera lo más rígida posible en todas mis decisiones y escapatorias y así fue. Aquí está Azulejos, me he tomado la atribución de alterar la leyenda de “cualquier similtud con la realidad, bla, bla” pero si por alguna razón, algún rasgo, alguna situación; si se sienten identificados en alguna cosa con algún personaje, de verdad lo siento.

Los dejo con el primer episodio de Azulejos:

 
 
Episodio 1


Episodio 1 de Azulejos: Carol y el pegaso blanco del antebaño, por Eva Ciurleo.

 
Si querés leer algún otro episodio, podés entrar acá, donde no solo está la nota original, sino también los episodios 2 a 5.
 
 

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