(ARGENTINA) – Charlie Carrillo y Pedro Rodríguez Ponte entraron al Centro de Aprendizaje de la Asociación Argentina de Publicidad en 2014 y, en una especie de carrera meteórica que ya podía predecirse desde el comienzo mismo —porque son diferentes, porque son apasionados—, ya están trabajando en una agencia de publicidad como dupla. Quien conversó con ellos fue nuestro redactor Denis Vivoda, y quien les tomó fotos en su primer lugar de trabajo como equipo creativo, Mariana Ventre: los dos, también estudiantes de la AAP, pero de tercer año. La charla resultante es jugosísima.

Charlie Carrillo y Pedro Rodriguez Ponte: de conocerse en la AAP a entrar a Dedo Argentina.

 
TEXTO POR DENIS VIVODA
Estudiante de redacción publicitaria en la Asociación Argentina de Publicidad
Redactor PB

FOTOS POR MARIANA VENTRE
Estudiante de dirección de arte en la Asociación Argentina de Publicidad

 
 
PRIMER BRIEF: ¿Cómo llegaron a la AAP?
Pedro Rodríguez Ponte: En un momento había poca información de los lugares en los que se podría estudiar. La AAP era la que tenía más información disponible. En la AAP son alucinantes los profesores, son geniales. Yo después terminé buscando otras cosas, así que me pasé a la Miami Ad School.
Charlie Carrillo: Yo llegué por medio de internet, buscando info para estudiar en publicidad. La AAP es lo que más sale. Te enganchás, vas a la charlas y entrás. Me parece genial: el trato está bueno, los profesores están copados, los temas que ves están buenísimos.

PB: ¿Y cómo empezaron como dupla?
PRP: Empezamos en la AAP, laburando los trabajos del día a día. Nos encontramos en la pulsión de querer hacer cosas cuando no siempre los laburos de primer año son tan creativos. Nos decíamos: «Bueno, vamos a hacer este trabajito de la mejor manera posible, que nos guste a nosotros». Nos juntábamos los fines de semana hasta la noche en mi casa, y era laburar y hacer nuestros proyectos y nuestra página.
CC: Lo que pasó en mi caso fue escuchar a la gente que estaba en el aula, mis compañeros, y después escucharlo a él, ver cómo hablaba, cómo pensaba, y me pareció bastante interesante. Se notaba que tenía ese hambre de hacer y de crecer. Y fue él quien hizo la propuesta, una vez que vio mis trabajos, de empezar a laburar juntos.
PRP: Participando en clase enseguida te das cuenta de si tal persona es la que vos querés como dupla o no. Y una vez que estuvimos en equipo hubo un montón de competencia interna, con nosotros mismos, «qué hicimos y qué querríamos hacer».

PB: Ustedes fueron moviendo sus límites. Se pusieron a pensar en preparar una carpeta cuando no muchos lo hacen en el primer año.
CC: Venimos de eso. Si vos trabajás en algo parecido a la publicidad, si estás metido y tenés conocimiento, sabés que si no avanzás estás perdido. Y encontrar una persona que piensa igual que vos, y unificar las dos cabezas, te hace crecer más, más y más.

PB: ¿Cómo fue su primer año en la AAP?
PRP: Muy bueno. Te encontrás con profesores como Alfio Maccari o Daniel Alfieri, que son tipos que realmente te centran en vos mismo. No hay reglas para la publicidad, sino que tenés que encontrar tu propia forma y explotarla al máximo. Y además, encontrarse con gente que piensa como uno y hacer cosas hace a la AAP un mundo genial.
CC: Lo que vi también mucho en primer año es que se suele tener mucho miedo: uno no sabe para dónde ir, con qué se va a encontrar.
PRP: Es algo que quizás pasa mucho con la edad a la que entra la mayoría. Hay chicos que van a estudiar ahí cuando tienen 18. Yo tengo 32 recién cumplidos y él, 29. Para nosotros fue distinto.
CC: Fue eso: nosotros no teníamos el miedo. Veíamos que la gente se quedaba, y nosotros queríamos seguir y seguir, así que empezamos a hacer cuando nadie hacía. Fueron noches interminables, porque teníamos nuestros laburos, y después salir a la noche de la AAP y quedarnos hasta no sé qué hora en la casa de él haciendo y creando, viendo cómo creer cada día más. Fue toda una movida de horas-culo re-importante; cuando nadie hacía nada, nosotros nos pusimos a laburar.
PRP: En creatividad están las famosas preguntas de «¿por qué? » y «¿para qué?». Nosotros le sumamos el «¿por qué no?». ¿Por qué no podemos hacer tal locura para tal marca? Ese momento era el mejor para flashear. Como dupla dijimos «explotemos al máximo».
CC: Algo importante es la motivación de los profesores. A veces hablás con los profesores y hay tanta buena onda que les mostrás los laburos y te motivan más.

PB: ¿En qué trabajaban y estudiaban antes?
PRP: Yo estudié realización de cine y televisión, una especialización en dirección de fotografía y soy fotógrafo profesional, y trabajé durante cuatro años haciendo todo el marketing de una empresa de cosmética capilar.
CC: Yo venía de hacer eventos sociales, animaciones con After Effects y 3D. También presentaciones de marcas y de logos, presentaciones para Canal 11 y Canal 7… O sea, venía ya incrustado en los medios. Pero quería más. Y de hecho quiero más.

PB: Llegar a la publicidad, a la AAP, vino de «queremos hacer más». Ése fue el pensamiento.
PRP: Claro. Y recién arrancamos en esto.

PB: ¿Cómo llegaron a DEDO?
PRP: Empezamos a armar nuestra carpeta. Yo tenía buenas reuniones con otras agencias. Charlie tuvo una entrevista acá en Dedo, donde pedían sólo un director de arte. Pero hablando, Charlie les mencionó su dupla, y se fue dando. Y entre entrar solo a otra agencia o entrar con mi dupla, ni lo tuve que pensar.
CC: Fue una de las entrevistas más cómodas que tuve en mi vida. Me sentí parte de la agencia desde el inicio: sin ser parte, ya me sentía parte. Nos trataron de una forma increíble, en los proyectos y en todo. Al segundo día lo traje a él, nos hicieron una entrevista juntos y nada, acá estamos.
PRP: Se armó un lindo desafío también por el hecho de que, al mismo tiempo que nosotros, entró el director general creativo. Y había un poco de miedo: «¿Quién va a ser nuestro dire creativo?». La verdad que se armó una relación fantástica, casi diría un trío fantástico. Nuestro dire creativo se llama Juan Miguel Pascual: capo, capo total. Teníamos buenas ideas, pero es su toque lo que lo impulsa.
CC: «La dupla más uno», o como quieras llamarlo.

PB: ¿Y el ambiente cómo es?
PRP: Fantástico, uno se siente como en casa. Pero hay desafíos todo el día. Cómo te podés superar, cómo podés presentarte mejor: no hay límites. Nunca vas a escuchar un grito acá, tampoco. Como mucho, si alguien grita es porque se está riendo. El ambiente es genial. A veces tenés miedo de entrar a un lugar y no saber qué hacer: lo que tenés que hacer acá, primero, es hacer lo que quieras; después le hacemos la bajada. Poder laburar desde ese lado prueba que estamos donde queremos estar.

PB: ¿Y cuál dirían que es el secreto para llegar a trabajar en agencia?
PRP: No creo que haya secretos. Yo creo que es romperse el alma, ser fiel a uno mismo.
CC: Tener hambre de saber, estar inquieto constantemente. Es lo que busca la mayoría de las agencias: alguien inquieto, alguien proactivo. Nosotros, si no sabemos cómo hacer algo, buscamos cómo hacerlo. Es horas-culo, realmente.
PRP: Además, el no ya lo tenés. Tenés que buscar ese sí. Si me quedo en mi casa con miedo no va a pasar nada: ¿por qué no intentar hacerlo? ¿Salir? Nosotros mandamos emails a mil agencias, y de muchas ni siquiera nos contestaron. Pero aún así seguimos.
CC: Lo importante también es no caer al principio. Haber mandado y no llegar a resultados ocurre. Pero no nos quedamos con eso. Seguimos evolucionando, cambiamos la página, nos seguimos moviendo. Y ahora tenemos resultados. En ningún momento nos vimos derrotados, y no nos vamos a ver derrotados nunca.

«Es un desafío todos los días, pero un desafío súper entretenido», dicen los chicos sobre la agencia.

 
PB: ¿Cómo fue su primer día en la agencia?
PRP: Muy loco. Porque las entrevistas fueron una semana e íbamos a entrar el lunes de la semana siguiente. Y había un laburo posible para una marca, así que ya el lunes empezamos con una propuesta que trajimos que habíamos trabajado en mi casa, y esa propuesta entró. No habíamos empezado a trabajar y ya habíamos metido un gol.
CC: Palabras textuales de los chicos de la agencia: «No son parte del equipo, todavía no entraron y ya metieron un gol». Entramos bien.

PB: Resume bien su espíritu: laburar y laburar.
CC: Claro.

PB: ¿Y cómo pensaron que iba a ser trabajar en agencia y cómo fue una vez que entraron?
PRP: Yo tuve mucha relación con agencias de publicidad cuando trabajaba con el marketing de algunas marcas. Conocí varias agencias, de diferentes formas. Y siempre pensé que ahí había algo que me gustaba, y fue por eso que abandoné el marketing. Pero la idiosincrasia de cada agencia es muy particular. Dedo tiene una impronta muy fuerte de creatividad y de crecimiento, ganas de hacer cosas, con las que me siento identificado al 100 por ciento.
CC: Vamos todos para el mismo lado. Dedo está creciendo de una forma increíble, y eso nos impulsa a nosotros a crecer. Nosotros no nos vamos a quedar parados, nunca lo hicimos y no lo vamos a hacer. Y si Dedo crece, nosotros crecemos.

PB: ¿Cómo es el día a día en la agencia?
PRP: En teoría llegamos a las 10. Después del cafecito de la mañana y los emails, tipo 11, ya estamos a pleno laburando. En realidad todos los días hay un desafío nuevo. Trabajamos cosas para acá, para Ecuador.

PB: ¿DEDO es una agencia que se maneja mucho globalmente?
PRP: Sí, sí. Está teniendo un crecimiento enorme y exponencial, en México, Ecuador y ahora en Brasil. Es fantástico eso. Hay marcas geniales para trabajar, y la idiosincrasia de cada lugar es interesante. Nosotros tuvimos que aprender a hablar ecuatoriano: cómo hablan, cómo se manejan, qué modismos tienen, para después trabajar para ese país. Es un desafío todos los días; pero un desafío súper entretenido.

PB: ¿Cómo resumirían la esencia de DEDO?
PRP: Yo creo que esto de emprendimiento tiene que ver: mucha cabeza, mucho corazón y mucha creatividad. No repite fórmulas, hace todo lo contrario.
CC: Eso mismo.

PB: ¿Inspiración, trabajo, ambas?
PRP: Es trabajar. Es venir todos los días con ganas de venir a trabajar. Muchas veces nos dicen: «Cuando salgan de acá no piensen, vivan su propia vida». Pero te apasiona y lo laburás 24/7.
CC: Justamente nosotros no paramos. Fin de semana no paramos, estamos organizando la semana o viendo cómo podemos movernos.
PRP: Arrancamos acá a las 10 de la mañana, después él va a la AAP, yo voy a la Miami, y después buscamos algunas cosas, nos organizamos para juntarnos durante el finde, hacer nuestros proyectos, y eso. Somos un poco obsesivos (risas).
CC: Yo soy un poco complicado, porque quiero saberlo todo, no quedarme afuera de nada. Y acá en la agencia lo bueno es que todos están en todo. Todos tienen palabra y opinión. Vos aprendés de tus compañeros. Se logra una comunicación tan fluida y buena y copada que decís, «la pucha, qué bueno venir».

PB: ¿Cómo ven esto de mantener una especie de doble vida: salir de acá y rendir creativamente en sus respectivas escuelas?
PRP: De hecho está buenísimo, se complementa por completo. Aprovechás lo que tienen para decir los profesores. Te podés tirar de cabeza, vas a romper paredes y tenés libertad. Eso, sumado a la calidad de los profesores, te genera contenido y eso lo mostrás al día siguiente.
CC: Claramente el miedo que tenés en primer año desaparece cuando empezás a trabajar, y ya vas a estudiar con la cabeza mucho más abierta, con otro pensamiento. Se complementa totalmente.
PRP: Se complementa, se potencia: hay una sinergia entre las dos.
CC: Obviamente no es para todos. Te tiene que gustar, te tiene que emocionar y tenés que tener esa sed de crecimiento: si no, puede ser que se te haga cansador. Pero nosotros estamos contentos.
PRP: Muchas ganas de hacer y muchas ganas de aprender, eso tenemos. Lo bueno de acá es eso: aprendés todos los días algo. Y te llena por dentro también.

PB: ¿Qué consejo le darían a alguien que recién empieza en lo que es publicidad?
PRP: Es una frase re usada y fea, pero «que sigas tus sueños». Pero también es eso, romperse la cabeza y ser fiel a uno mismo. No todas las personas son para todas las agencias. Las agencias se manejan de forma diferente. Si coincidís con esa forma de pensar, ya deja de ser un trabajo.
CC: Mi consejo es no parar nunca, no tener miedo. Es dejar de joder, dejar de salir un poco y ponerse a hacer horas-culo frente a las computadoras. Estudiar. Estudiar los perfiles que buscan las agencias, estudiar los programas de diseño, estudiar y punto. Es todo horas-culo, y meterse realmente a aprender. Dejar un poco de lado la joda y empezar a laburar. Y no tener miedo: nuestro lema era «el no ya lo tenemos, ahora vayamos por el sí».
PRP: Nosotros tenemos en nuestra página un pequeño claim: soñar, imaginar, crear. Soñar es eso, lo inconsciente. Imaginar es traer esos sueños un poco más a la realidad. Y después crear: cómo traer esos sueños a la realidad. No quedarse con soñar e imaginar, sino pasar a la acción. Capaz que no te gusta lo que hacés, pero las cosas que vas haciendo van mejorando.
CC: Eso es importante: hay tiempo. Si querés todo ya, ya te va a doler.

PB: ¿Qué consejo se darían a ustedes mismos antes de empezar la carrera?
CC: Si hacemos un viaje en el tiempo, yo me diría: «Charlie, no tengas tanto miedo. Te vas a encontrar con algo copado, no tengas tanta incertidumbre. Dale para adelante». Al principio tenía mucho miedo, cuando empecé la carrera. Y yo jugué por un rato en el equipo de los miedosos, pero hay que salir adelante.
PRP: A mí me hubiese gustado entrar antes a la publicidad. La conocí tarde, pero no me arrepiento de nada. Cada uno tiene sus tiempos y sus formas. Pero quizás me diría de entrar unos años antes.

PB: ¿Y ahora qué sigue? ¿En dónde se ven en un par de años?
PRP: Acá me veo un par de años más. Por la posibilidad de crecer, más que nada. Tengo un lugar donde puedo sacar todos mis colmillos y tengo lugar.
CC: Gracias a que estamos acá, pudimos encontrar un director creativo que nos está enfocando mucho y sabe sacar lo que estamos buscando.
PRP: Un director creativo que te ponga en eje es fundamental, y nosotros lo encontramos.
CC: Nuestra meta principal es seguir creciendo, y apuntar a premios.
PRP: De la nada aparece una marca con una necesidad y decís: «Sí, quiero ser parte de eso». Es un gran desafío para encarar, y nos encanta.