Julia Beccaria, alumna de Brother Buenos Aires: «Gracias al Speed Dating conseguí dupla»

(ARGENTINA) – Estar sin dupla creativa es duro en el mundo competitivo de la publicidad. Pero Brother encontró la solución: el viernes 15 de mayo, la sede porteña de la escuela creativa se vistió de casamentera para encontrarles a los redactores un director de arte, y viceversa: Speed Dating, esa técnica que seguro viste en alguna película, aplicada al mundo de las relaciones (creativas). Cómo encontrar dupla en los tiempos de internet, a través de las palabras de Julia Beccaria, estudiante de Brother, participante del evento ¡y beneficiada ella misma con el hallazgo de su dupla!

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Varias escenas del «Speed Dating» que Brother llevó a cabo el pasado viernes 15 de mayo por la tarde. (Fotos: Gentileza Brother)

 
POR JULIA BECCARIA
Estudiante en Brother Buenos Aires
Redacción especial para PB

 
Hoy en día la comunicación es cada vez más virtual y las charlas cara a cara son efímeras. Pasamos mucho más tiempo con los ojos en el celular que charlando con las personas que tenemos al lado. Esto pasa en todos los ámbitos de la vida.

Desde los momentos compartidos en familia, con amigos o incluso cuando cursás en una escuela como Brother, donde la teoría de las primeras semanas se va transformando rápidamente en ideas, porque las clases te abren la cabeza y comenzás a pensar más allá de las marcas, los alumnos damos los primeros pasos desenvolviendo nuestros talentos y es ahí donde percibimos que se puede hacer algo más.

Pero no siempre es fácil dar en el blanco de forma directa.

Descubrís que te falta una dupla para pimponear ideas, para darle un cierre a ese concepto que le gustó al profesor, pero que no tiene una buena ejecución.

O tal vez tenés ganas de hacer un trabajo, pero necesitás sumar a alguien para que te ayude a usar cierto programa o a buscar cómo exponer una idea que no te animás a presentar en la clase, porque no sabes cómo explicarla para que se entienda correctamente.

Notás que te vendría genial pensar con alguien para sumar conocimientos, porque dos cabezas piensan mejor que una; alguien que vea las cosas de otra manera y le sume algo a tu idea o haga un comentario que te genere un pensamiento diferente.

Esa otra mitad que encuentre la palabra indicada o ilustre esa idea que te sería imposible plasmar porque todavía sos estudiante y no tenés todos los recursos.

Un director de arte con faltas de ortografía y un redactor que no se da maña para dibujar o diseñar solos no van a llegar muy lejos; pero si se juntan surgen mejores propuestas, se ponen a pensar más, tienen más ganas de trabajar y la carpeta se va armado sin que se den cuenta.

Entonces empieza a entrar la crisis de que te falta una dupla, pero ahí aparece Brother, innovando como siempre, como cada año, agregándoles actividades a sus cursos para que los alumnos podamos sacarles más provecho a las clases. Y este año se les ocurrió crear Brother Speed Dating, porque la escuela está atenta a los problemas e inquietudes que nos van surgiendo y busca ayudarnos en nuestra cursada, brindándonos su apoyo.

La cita fue el viernes 15 de mayo a las 7 de la tarde. Brother se arregló para la ocasión. Uno pensaba que iba a un evento más, pero no. Sabrina, su productora y coordinadora, preparó el ambiente para que todo saliera lo mejor posible, ultimando hasta los más pequeños detalles.

Al entrar te dabas cuenta de que el aula tenía una atmósfera más íntima, el ambiente estaba distendido. Para calmar las ansiedades, Barry White se escuchaba de fondo, una bola de boliche giraba sobre la pantalla del proyector, pequeñas velas daban calidez a las mesas y hasta había “tragos” de bienvenida para estar más a gusto.

La idea era simple: los directores de arte se sentaban en lugares fijos mientras que los redactores iban rotando hacia la derecha cada cinco minutos, de manera que uno tenía la oportunidad de conocerse un poco más con el resto de los compañeros, e incluso con chicos de otros cursos.

La ocasión perfecta para encontrarse, para saber si el otro llegó a la Escuela con el mismo fin que vos: quizás para hacer carpeta y entrar en una agencia o a una productora o quizás para explotar su creatividad más allá de la publicidad.

Una especie de entrevista con un tono más casual y amigable, para hablar y preguntarle al otro cuál es su experiencia en publicidad, qué le gusta hacer, si se queda en Buenos Aires o sólo vino para hacer el curso y se vuelve a su país. Una forma de encontrar a alguien con el mismo enfoque y evitar perder el tiempo trabajando con la persona equivocada.

Al principio todo era nervios, te ganaba la ansiedad, se generaban pequeños momentos incómodos en los que no sabías que decir. Algunos no paraban de hablar; otros, sólo mascullaban algunas palabras. Pero cuando te querías dar cuenta, pasaban los cinco minutos y aparecía otra persona, una nueva posibilidad para dar con la dupla indicada.

Todos terminamos conociendo gente nueva, intercambiando contactos; incluso algunos arreglando ese mismo día horarios para juntarse a pensar. Una gran experiencia para descubrir a los demás y relacionarte, darte a conocer, saber a quién podés acudir si necesitás un ilustrador, un diseñador, un redactor, etc. Porque, al final, más que un Speed Dating de duplas, fue un encuentro para valorar a quien tenemos al lado, a ese que está en la misma situación que vos, que necesita una mano para llevar a cabo una idea, y que también te puede ayudar a vos.

Fiel a su nombre, Brother es una familia en la que, en poco tiempo, la Escuela se convierte en tu casa, y tus compañeros, a medida que los vas conociendo, en hermanos.

 
En mis zapatos

Para mí, la experiencia fue gratificante y el evento dio sus frutos. Agregué a mis contactos nuevos compañeros, entre los que hay diseñadores gráficos y audiovisuales, fotógrafos, maquilladoras e ilustradores.

Incluso conseguí dupla: el martes 19, uno de los chicos con quien había compartido esos cinco minutos se comunicaba conmigo. Paradójicamente, Diego Vázquez, director de arte, cursaba en el mismo horario, y a pesar de compartir aula nunca habíamos cruzado palabra alguna.

Nos comunicamos por internet, como si fuera una extensión de esa pequeña entrevista, volvimos a hablar de horarios, intercambiamos trabajos realizados y decidimos juntarnos al día siguiente para ver si funcionábamos como dupla. Hasta la fecha nos reunimos varias veces y ya estamos poniendo en marcha algunas ideas.

Indudablemente, Brother Speed Dating resultó de gran ayuda para conocernos. Fuimos varios los que logramos encontrar a alguien con quien trabajar y empezar a armar nuestros proyectos.
 
 

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