(ARGENTINA) – ¿Qué mejor que un estudiante para hablar sobre su escuela? Este martes, Brother nos trae una nueva voz: Alex Allami, alumno del curso Brother Late (que da la posibilidad de arrancar el año en junio), cuenta sus experiencias durante la capacitación y cómo siente ese universo creativo desde sus zapatos.

La sede palermitana de Brother Escuela de Creativos, que encanta a los alumnos desde la entrada. (Foto: Prensa Brother)

 
POR AXEL ALLAMI
Estudiante en Brother Buenos Aires
Redacción especial para PB

 
Desde el día que fui por primera vez a Brother para informarme un poco al respecto supe que me iba a encantar. Apenas entrás y subís por esa escalerita con las paredes repletas de dibujos tu creatividad ya empieza a reavivarse. Y para el momento en que llegué arriba y vi los dibujos en la pared, me dije “De acá no me voy nunca más”.

Hacía tiempo que no estaba tan entusiasmado por empezar una capacitación. Y cada clase que voy me copa más y más. No sé bien a qué se debe. Quizás a la onda y la energía que ponen los profes a la hora de dar la clase, ya que una vez que empiezan a hablar no querés frenarlos porque todo lo que dicen es, ni más ni menos, que la mejor manera de describir la publicidad.

Y además no son ningunos boludos: mirá al bombón que te ponen atrás del escritorio para que te cuente lo que vas a estudiar… (Sabrina Graña).

Y más allá de los profes y el staff, los chicos que vienen a Brother son muy, pero muy buena onda. Conocés gente de todos lados y eso te abre la cabeza todavía más, ya que aprendés otras maneras de pensar, expresarte y relacionarte. Además, es una muy buena manera de conocer nuevas personas y culturas ya que muchos chicos de otros países vienen, exclusivamente, a hacer este curso.

Lo único malo que se me ocurre para contar, mientras escribo esto, es que estaba tan entusiasmado por tener clases que el primer viernes (que no teníamos clase) me fui hasta la puerta de la escuela pensando que me tocaba cursar. La verdad es que es una experiencia espectacular. La forma informal en que dan la clase me parece excelente, porque nos hace sentir más identificados con el profesor y podemos soltarnos mucho más. Porque todos sabemos que con vergüenza la creatividad no existe.

Además, da lo mismo si sabés de publicidad o no; lo único que necesitás para venir son ganas de aprender a crear (cosa que yo, en el transcurso de una semana nomás, ya pude notar). Sinceramente, los consejos, las correcciones, y hasta las puteadas de los profes son una combinación perfecta para estudiar, crear y divertirte.