Miami Ad School, junto a Wunderman y Movistar, en una nueva Hackaton

(ARGENTINA) – El viernes 13 y sábado 14 de noviembre se reunieron distintos estudiantes de la escuela, junto a equipos de la agencia y el anunciante para pensar y llevar a cabo proyectos colaborativos alrededor de la música. Los trabajos realizados durante las jornadas de trabajo fueron un éxito y todos los participantes se fueron satisfechos con lo logrado. En la nota, un repaso de las actividades y el testimonio de varios participantes.

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Ignacio Herzog, Ernest Riba y María Quinzio trabajando junto a un equipo de Hackaton.

POR JOSÉ ESCANÉS
(Retrato JE: Oki Guzmán – Fotos de la nota: Gentileza Miami Ad School)

 
Alrededor de las nueve de la mañana del último viernes empezaban a desfilar muchas caras nuevas en Wayra, la aceleradora de start ups que prestó sus instalaciones como sede del evento que estaba empezando. Mientras desayunaban, los participantes (estudiantes de creatividad y planning de Miami Ad School Buenos Aires, y desarrolladores de Wunderman Argentina) empezaban a conocer a los compañeros con quienes analizarían un problema, propondrían formas de darle fin, e incluso crearían un prototipo de la idea a la que llegaran. Todo en menos de 48 horas.

Eso es, justamente, un Hackaton: un encuentro de equipos multidisciplinarios con el fin de solucionar un inconveniente de forma colaborativa, durante un plazo determinado de horas, preferentemente en el mismo espacio físico.

Todo había empezado días antes, cuando los planners se reunieron con Ernest Riba y María Quinzio, directores de estrategia e innovación de Wunderman, e Ignacio Herzog, encargado de marketing digital de Movistar, para definir los challenges sobre los cuales se trabajaría.

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Uno de los grupos participantes en pleno momento de trabajo.

Mientras se metían en la problemática que debían solucionar, los miembros de los equipos empezaban a conocerse entre ellos y pasaban de usar sus nombres de pila a apodos en cuestión de horas. Así transcurrió la primera fecha, que finalizó con una presentación de la idea que se desarrollaría. Las propuestas fueron aplaudidas, incluso con la duda que tenían todos: “¿Esto va a estar para mañana?”.

Al día siguiente los desarrolladores llegaron bien temprano con equipos con los que empezaron a construir los distintos prototipos (“¿Qué es este coso?”, se escuchó en más de una ocasión), mientras que los creativos preparaban el video caso de sus ideas. Incluso en el medio de todo el trabajo, los equipos empezaron a colaborar entre sí para concretar todos los proyectos.

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Los equipos terminaron sus trabajos a minutos del horario de entrega.

A las seis de la tarde se hicieron las presentaciones de los productos finales después de dos días de labor. Los resultados dejaron a más de uno con la boca abierta: En poco tiempo se habían creado varios dispositivos y aplicaciones (que funcionaban de verdad) para controlar el flash de los teléfonos de los amigos para encontrarlos entre la muchedumbre de un concierto, por ejemplo, o para encontrar sin esfuerzo bandas emergentes en cualquier ciudad del mundo.

Después de aplaudir a todos y terminar su Hackaton, los estudiantes y profesionales dejaron el lugar para visitar juntos el primer bar que vieran. No solo para compartir una cerveza en una noche calurosa, sino para festejar todo lo logrado.

 


 
LA EXPERIENCIA DE LOS PARTICIPANTES
 
Jorge Macías, estudiante en Miami Ad School Buenos Aires: «Un hackaton es algo de lo que nunca pensé formar parte y sin embargo me encantó. Para el equipo de Planning todo comenzó unos días antes al plantear el challenge. Buscábamos solucionar un problema social, algo real en lo que pudiéramos aportar algo: De ahí surgió trabajar con ciclistas y sus problemas para escuchar música en la ciudad. Creo que sin las ganas de estar ahí de cada quién hubiera sido imposible pero nuestra líder de equipo nunca permitió que bajara la intensidad de trabajo. Al final la idea es de todos los que estuvimos ahí, de las ganas y el apoyo que recibes de la gente que nunca deja de sonreír, del talento de desarrolladores, creativos y de estar abierto a que todo es posible.»

Ernest Riba, Head of Strategy & Innovation en Wunderman Buenos Aires: «Desde hace un tiempo venimos experimentando con nuevas formas de creación más planas y diversas, dónde creativos, planners y desarrolladores colaboran simultáneamente. En esta ocasión, el clima de trabajo fue espectacular y los proyectos que se realizaron fueron asombrosos dada la limitación de tiempo con la que se trabajó. Creo que no solo los estudiantes sino que todos los participantes siempre nos llevamos aprendizajes y probamos cosas nuevas. En cualquier caso, me gusta destacar como constante el valor del trabajo colaborativo y la facilidad de armar grupos o equipos de trabajo diversos alrededor de un problema de usuario desafiante y en un período compacto de tiempo con pleno foco.»

Matías Álvarez Arcaya, desarrollador en Wunderman Buenos Aires: ·En lo personal, me divertí muchísimo. Nos pudimos presentar muy cómodamente y enseguida empezamos a brotar ideas. La política de no negar ideas fue lo que más me sorprendió ya que el resultado del trabajo del equipo llevaba un tinte de cada uno gracias a eso. La ansiedad, el estrés, la motivación y la perseverancia se combinaron justo gracias al refuerzo positivo constante que venía de todas partes. La combinación de perfiles pensando alrededor de una misma idea generaba una sinergia que jamás sentí con otra metodología de trabajo, creo que así deberían ser todas las empresas de hoy en día, incluso en otros rubros. El talento pudo salir a la luz buscando mejorar cada idea que surgía y así llegamos a la simplificación y a la concreción proyectos completamente nuevos y con altísimo potencial. Volvería a participar una y mil veces más.»

Ignacio Herzog, encargado de marketing digital en Movistar: «La clave para lograr los resultados que obtuvimos en tan solo 2 días fueron los equipos interdisciplinarios con perfiles totalmente distintos pero complementarios, y por sobre todo el compromiso y el entusiasmo tanto de la gente de Wunderman como de los estudiantes de la Miami Ad School. Como resultado creamos cuatro prototipos diferentes, que logran solucionar las problemáticas planteadas y que, con tiempo para pulir los desarrollos, tienen una proyección más que interesante.»

 
 

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