(ESPAÑA) – El redactor con años de experiencia en agencias de publicidad europeas y latinas (llegando incluso a tener la suya propia) será el director académico de la nueva escuela de creatividad, cuyos primeros cursos empezarán hacia fines de septiembre. Hasta ese entonces, nos toca esperar y preguntarle sobre los programas, y todo aquello que diferenciará a sus clases para que tengan su firma.

Fidel del Castillo junto a su copia de «The Copy Book», el libro reglamentario para redactores estudiantes.

POR JOSÉ ESCANÉS
Redactor PB
(Fotos de la nota: Gentileza BSC)

 
Redactor antes de creativo. Sin restar a lo segundo, por supuesto, podemos pensar en varios nombres que obedezcan a esa premisa. Muchos ingleses o americanos, maestros de las gráficas con copy extenso y bien desarrollado, pero no hay que olvidar que hay muchos de esos en otros países. Algunos, tan dedicados y buenos como sus colegas anglosajones. Y uno en particular, que además enseña a como llegar a ese nivel: Fidel del Castillo.

Con más de veinte años de experiencia y premios en festivales de la talla de Cannes, New York y FIAP, es un nombre más que importante en la historia de la creatividad española. Resulta que también lo es como profesor, ya que ha pasado por distintas escuelas y universidades, llevando lo que sabe a las filas de estudiantes que ha tenido.

A punto tomar la dirección académica de Barcelona School of Creativity, nos ofreció un momento para hablar con él y sacarnos algunas dudas. En la charla advertimos que tiene preparado mucho para enseñar. Y como buen redactor, seguramente lo haga como con las palabras justas.

—La pregunta obligatoria: ¿Cómo llegaste a la publicidad?
—Como mucha gente en aquella época, descubrí la publicidad por casualidad. Yo estudiaba periodismo y un conocido de la familia me pidió que le escribiera unos textos para un folleto. Era el folleto de una bodega de la Rioja, lo recuerdo perfectamente. Ese fue mi primer contacto.

—¿Y qué te interesó de esto como profesión?
—Me sorprendió, paradójicamente, la libertad creativa. Podía decir lo que quisiera y como quisiera, siempre y cuando cumpliera los objetivos que me marcaron. En el mundo del periodismo tenías que ceñirte a la realidad, a los hechos, y contarlos de la manera más clara y directa.

—¿Puedes hacer un repaso rápido de la carrera profesional que empezó ahí?
—Rapidísimo: Pamplona, Madrid, Barcelona, Santiago de Chile y Barcelona otra vez. A pesar de ello no he pasado por demasiadas agencias. He trabajado en multinacionales como JWT, DDB o Grey, he vivido el proceso de nacimiento de otras como Valverde de Miquel o Alicia, que creamos Fernando Macia y yo. Y también he trabajado varios periodos freelance para agencias pequeñas o clientes directos. Premios bastantes, lo digo sin modestia. Y trabajos preferidos casi todos; tener una idea, realizarla, que un cliente invierta en ella y que se vea en la calle es siempre motivo de orgullo y satisfacción, que decía… ejem…

—Ahora tienes la oportunidad de volcar tu experiencia en las mentes jóvenes. ¿Ese fue una de los motivos para sumarte a la Barcelona School of Creativity?
—Hace más de diez años que combino el trabajo profesional con la docencia o, mejor que docencia, con el intento de acercar el trabajo profesional a los alumnos de la universidad. Empecé por curiosidad, me enganchó la juventud de los estudiantes (tratar con ellos es una interesante manera de estar al día) y con el tiempo, efectivamente, intentas transmitirles algo de tu experiencia, aunque la experiencia, evidentemente, no se adquiere en carne ajena. Pero lo intento.

—¿Qué tiene de distinto la escuela como lugar para ser profesor?
—Veo a la Barcelona School of Creativity como algo nuevo, algo que ocupa un espacio entre la universidad y la agencia que estaba bastante vacío, a pesar de la existencia de masters y trainings. Pero nosotros queremos llenar todo el espacio. No solo enseñar a hacer un book, a tener grandes ideas o a manejar determinadas herramientas. Queremos enseñar la profesión, el oficio, la práctica. Porque dominándola podrás hacer un gran book, realizar grandes ideas y manejarte el día que empieces a trabajar en una agencia.

—¿Crees que les falta algo a los creativos jóvenes de hoy?
—A los de hoy y a los de siempre: les falta experiencia aplicando la formación que han recibido. El problema es que la experiencia cuesta mucho tiempo adquirirla. De ahí que en la Barcelona School of Creativity hablamos de alto rendimiento creativo, y eso solo se consigue con muchas horas de trabajo, muchas, y una exigencia profesional.

—¿Cómo les gustaría cambiar eso con sus clases?
—Vamos a ver si somos capaces de conseguir que los alumnos adquieran esa experiencia de forma condensada.

—Una clase súper rápida de Fidel del Castillo: ¿Cuál es la clave para ser bueno en este trabajo?
—Cada vez que te enfrentas a un briefing es como subir un escalón. A mí me gusta subirlos de dos en dos: el escalón que me pone el cliente y el que me autoimpone mi propia exigencia.