(INTERNACIONAL) – Como un gran twitero, @PabloSanchez dijo una vez: «Todas las redes sociales quieren parecerse a Facebook y Facebook quiere parecerse a todas las redes sociales». Esto es una simple traducción al continuo cambio al que estamos expuestos los usuarios de las plataformas de intercambio social. Pero el gran cambio todavía esta por venir en su primera versión beta. Sí, estamos hablando de F8.

Mark Zuckerberg en la conferencia de F8.

Por Aurora Montes, de la redacción de PB.

 
Se trata de dos grandes cambios en la forma en que compartimos: El Timeline y las aplicaciones de Open Graphs.

Timeline: El perfil del usuario no tendrá muro. Será sustituido por el timelime, que separa detalladamente todos los contenidos, como fotografías, comentarios y aplicaciones entre otras cosas, ordenados de forma cronológica.

 

La cronología del nuevo Timeline.

Apps de Open Graph: Las aplicaciones son de comunicación, de juegos, de media y de estilo de vida. No necesitas permiso cada vez que quieres entrar a enviar contenido. Una nueva pantalla de permisos te explicará qué tipo de historias serán compartidas, para que la próxima vez no sea necesario especificarlo. Open Graph busca optimizar las relaciones entre los usuarios, creando redes más inteligentes y personalizadas con cada interacción, dando lugar a una conversación casi, casi como las reales.

 

Apps de Open Graph.

Aquí surge el problema: Facebook quiere conectarnos a todo, con todos y en todas partes.

Pero, ¿es realmente lo que queremos? ¿Queremos compartir con nuestros contactos desde nuestro café al son de Ella Fitzgerald hasta las buenas noches con Breaking Bad?

Me hace pensar. Por un lado veo que la obsesión con las redes sociales está súper acentuada en todos los aspectos de la vida de algunos; por el otro, veo gente retraída al intercambio de contenido de sus vidas privada. Uno diría «si no les gusta que no se registren», pero en el contexto globalizado en el que vivimos, en el que uno puede tener amigos en Ohio y en Praga, la agenda de contactos es muy valiosa. Por eso, me parece interesantísimo el concepto de los círculos de Google+, porque tú decides qué compartes y con quién. Y no es que otras plataformas no tengan estas características incorporadas, si no que es un proceso más complejo de incorporar. En muchas instancias, Facebook no es una red social personalizada, sino una imposición por parte de este monstruo de la web a definir en sus términos la forma en que compartimos contenido personal.

Me contaba un amigo ayer con mucho entusiasmo que había un tipo que se dedicaba a colgar en un sitio web generaciones y generaciones del árbol genealógico de su familia. Y al final, ¿el timeline no es lo mismo?

Me sigue haciendo pensar. ¿Y los que lo usamos de otra manera?