Maracanazo recargado: otra prueba de que la publicidad y el fútbol son muy comparables

(URUGUAY) – ¿Viste el comercial El fantasma del 50 ya está en Brasil que creó la agencia Notable Publicidad y que se estrenó anoche en Uruguay, durante el entretiempo del partido que la selección celeste jugó frente a Jordania y que la clasificó como la última en entrar al Mundial 2014? Eso de que se haya colado casi por la ventana, igual que para Sudáfrica 2010, no fue impedimento para que Puma —la marca que viste al equipo nacional— planeara un doble festejo: primero, el festejo del gol de Alcides Ghiggia que en 1950 fue el símbolo del Maracanazo y selló el segundo título mundial uruguayo; y segundo, el increíble spot, que anuncia… ¿un nuevo Maracanazo? «Equipismo» puro, diría el entrenador de básquetbol Gonzalo García.


Antes de cualquier otra cosa, mirá el comercial que anoche estrenaron Puma y Notable y que ya se está convirtiendo en viral.

 
POR PANCHO DONDO
Director de PB y socio de la APG

 
La definición de jugador «equipista» la dio con notable precisión el periodista deportivo Fernando Pacini, en una columna publicada en Canchallena.com el viernes 15 pasado: El valor de un jugador de reparto, se llamó. Pacini describe en ella el juego de Juan Pichi Mercier, el número 5 de este San Lorenzo puntero, y explica su equipismo con conceptos contundentes: «Si su compañero sube, él cierra levemente para ocupar el centro. Si sobra espacio entre él y la defensa, advierte el problema e instruye soluciones. Si los dos laterales se adelantan, se integra a la defensa, entre los centrales, o al costado de uno de ellos. (…) Mercier juega para San Lorenzo antes que para sí mismo».

Vale la pena rescatar el concepto, que se aplica al fútbol y a la publicidad. A nivel futbolístico, la mejor prueba de esto es lo que ocurrió en la última década en España con el Real Madrid y el Barcelona. El primero, después de jugar su última final de la Champions League (y de ganarla) el 15 de mayo de 2002, nunca más alcanzó esa definición. En ese mismo período, el Barcelona ganó la Liga de Campeones tres veces: en 2005/2006, en 2008/2009 y en 2010/2011. Todo eso, en una etapa que incluyó para el Real Madrid contrataciones estelares que a mitad de década le valieron al equipo el mote de Galácticos: la llegada de superestrellas como Ronaldo, Beckham, Owen, Cristiano Ronaldo, Robinho, Robben, Sneijder, Huntelaar, Kaká, Benzema, Di María, Higuaín, Ozil y muchos más le costaron al club, entre 2002 y 2012, nada menos que 937 millones de euros. Jugadores que en la mayoría de los casos no se entendieron, que no abandonaron su postura y su juego de superestrellas y que jamás entendieron el sentido «equipista» con que sus eternos rivales azulgranas, con una enorme mayoría de jugadores surgidos de las divisiones inferiores, tiñeron la década con sus colores.

¿Y qué pasa en la publicidad? Algo muy parecido, que además se pone de manifiesto de modo mucho más evidente en países naturalmente «equipistas» como Uruguay, y más aún en agencias que le imprimen ese sentido a una gran parte de todo lo que proponen, como la Notable de Pipe Stein y Diego Lev.

Porque fue ese «equipismo» el que les permitió a Alcides Ghiggia —el único sobreviviente de aquella gesta— y sus diez compañeros de equipo aquel 16 de julio de 1959, que enmudeció a 200.000 brasileños que ya estaban prácticamente festejando su primer título mundial de fútbol —y por el que debieron esperar ocho años más, hasta que en Suecia 1958 aparecieron Pelé, Didí, Vavá, Garrincha y Zagallo— y se quedaron con la garganta seca.

Y porque fue ese «equipismo» el que llevó a todos los uruguayos que invadieron anoche el estadio Centenario y se sumaron a la propuesta de Puma de festejar, como si estuvieran en 1950, ese título que en aquel Maracaná pintado de amarillo fue imposible festejar, y disfrutar de los goles de aquella final que se proyectaron en la pantalla gigante del estadio y vivar a rabiar al prócer Ghiggia, que —como se ve en las fotos de abajo— recorrió todo el campo de juego vestido con la celeste de Puma y ayudado por sus muletas y terminó el festejo explicando que, para sus 86 años, «me llega muy profundo revivir aquella época, me hace lagrimear».


Algunas escenas del festejo de ayer a la tarde/noche en el estadio Centenario de Montevideo, con Alcides Ghiggia (el autor de uno de los goles del inmortal 2 a 1 a Brasil en 1950) ovacionado por la gente.
 
 

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