Beibhin Harman, otra «QA» de la Miami Ad School: «Estoy feliz con los profesores»

(ARGENTINA) – Seguimos compartiendo las entrevistas a los estudiantes que, en la sede de Buenos Aires de la Miami Ad School, cursaron hasta hace un par de días, alguno de sus Quarters Away, los trimestres de segundo año que, en la modalidad de estudio de esa escuela, se cursan fuera de la sede en la que se cursó primer año. Hoy Beibhin Harman cuenta su historia.


Beibhin Harman: «En la Argentina son creativos en todo, hasta en los piropos que te dicen por la calle».

 
POR ORNELLA PIRIS
Estudiante de la AAP
Redacción especial para PB

 
Beibhin tiene 23 años y vivió en diferentes ciudades del mundo: Dublín, Estrasburgo, Moscú. Acostumbrada como está a armar valijas y cursando su quinto quarter en la Miami Ad School de Madrid, decidió venir a estudiar a Buenos Aires con el programa de Quarter Away. Destaca el helado de dulce de leche de Cañuelas como uno de los mejores del mundo y bromea con que después de las 18:30 desaparece.

—¿Habías estado ya en la Argentina?
—Sí, desde los tres años que vengo. Mi mamá es argentina y vengo seguido para ver a mi familia. Ahora me quedo hasta después de las fiestas y me vuelvo para el quarter de concursos con las chicas.

—¿Cómo es ese quarter?
—Sólo hacemos briefing de concursos. Es un quarter que se dedica exclusivamente a presentarnos a festivales como El Sol, The One Show, etc.

—La Miami Ad School ofrece también la posibilidad de hacer una pasantía en agencia en el Quarter Away. ¿Por qué elegiste cursar en la escuela?
—Me quería concentrar más en mi portfolio y en la escuela. Me habían contado otros chicos que con las pasantías se enfocaban mucho en el trabajo y no tenían tiempo para la escuela. Lo que quiero ahora es concretar mi portfolio lo más posible. Creo que la experiencia la puedes tener en otro momento. Además, trabajando en agencia capaz tenés marcas que piden mantener el tono, la ejecución y no podés aportar nada nuevo en plan creatividad, porque ya tienen en plan fijo como lo quieren. En ese sentido no sirve para esta etapa de armar carpeta, porque no querés meter algo poco novedoso.

—¿Por qué elegiste la sede de Buenos Aires?
—Antes de irme a Madrid yo estudiaba acá en otra universidad. Hice dos años, pero era todo teórico y no me gustaba tanto, quería algo más práctico. Volví no sólo por la reputación que tiene la creatividad, sino porque el arte en Sudamérica me parece brutal.

—¿Te costó el cambio?
—La verdad es que la vida acá es muy diferente a la de Europa. Si querés algo, no lo vas a tener. Si te dicen “para mañana lo tengo”, significa que lo tenés para el mes que viene. Yo ya había vivido acá antes, así que ya estaba acostumbrada. Antes vivía sola en una residencia universitaria y ahí sí que tenía que bancármela, ahora vivimos las tres juntas y estamos muy bien.

—¿Qué diferencias encontrás entre la publicidad argentina y la de tu país?
—Siento que acá no tienen miedo a expresarse, las cosas se dicen de forma directa. En España se dan muchas vueltas para llegar, hay muchos filtros y se dicen las cosas de otra forma para que no suenen tan grave y así se va perdiendo la esencia. Por ejemplo, acá hay un programa que su logo es un “fuck you”; allá, para tener un logo así, para que salga, tenés que ir por un jurado y por tantas cosas para que después te lo prohíban. Allá hay más limites que afectan a la creatividad.

—¿Pensás hacer otro Quarter Away?
—Para el próximo quarter, que es el de concursos, queremos volver las tres sí o sí a Madrid, por el hecho de trabajar con gente que ya conocemos, que sabemos que trabajamos bien. Hay mucha presión y, a pesar de que sólo se focalice en premios, sacamos muchas cosas para carpeta. Después de eso, tengo en mente hacer otro quarter en un país anglosajón, porque mi carpeta está principalmente en inglés y creo que sumaría mucho. Después, para mi cierre de portfolio, no me veo en otro país, haciéndolo vía email con los profesores. Lo quiero hacer en Madrid.

—¿Tenés alguna publicidad argentina preferida?
—Me gusta mucho “Narigón”. En España jamás insultaría el rostro de alguien. Algo que me gusta mucho de los argentinos es que se saben reír de sí mismos. En Europa no pasa eso, en seguida se sienten ofendidos. La verdad es que hay muchas, es difícil elegir. “La contra desmoralización” del Lápiz de Platino es buenísima y la de H20 del novio y las trencitas me encanta.

—Ya estás terminando la cursada en Buenos Aires. ¿Cómo sentís que te enriqueció la experiencia?
—Aprendí a tragarme las devoluciones con más facilidad para enfocarme en la mejora de las ideas. Además creo que ahora tengo más fuerza para presentar y defender mis trabajos. Lo que resultó más enriquecedor fue el feedback de los profesores, somos tan pocos que las devoluciones no son de cinco minutos como en Madrid, sino que podemos estar media
hora. Estoy muy contenta con los profesores.

—¿Ves alguna diferencia entre tus compañeros de Madrid y los de Buenos Aires?
—La verdad es que nos desilusionamos bastante cuando nos encontramos con que había muy pocos argentinos. La creatividad argentina siempre es destacada en el mundo y vinimos con ganas de trabajar con argentinos en la escuela, queríamos ver cómo pensaban, cómo redactaban, el nivel de arte. Pero cuando llegamos descubrimos que había sólo dos, y callados. Creo que la mayor diferencia entre las dos escuelas (Madrid y Buenos Aires) está en la producción, allá te dan dos semanas para producir las piezas al final de cada quarter, y acá producís a la vez que estás pensando las ideas. Además, allá se produce todo sí o sí y acá queda en el profesor y si evalúa más las ideas puede ser que con un boceto ya estés. Puede ser que para un spot capaz podemos presentar un board sin necesidad de filmarlo y la producción queda en vos, para cuando tengas tiempo, si lo querés en tu portfolio. Acá se le da mucha importancia a la conceptualización y en Madrid está al mismo nivel que la producción. Otra diferencia es que allá es más estresante, hay mucha competitividad.

—¿Qué te llamó la atención de Buenos Aires?
—Los piropos, son muy creativos. En España están los obreros que te gritan cosas por la calle, pero acá son mucho más poéticos. Nos dijeron: “Toda la belleza Dios la ha enfocado en ustedes” y otros no muy publicables pero muy graciosos.

—¿Qué es lo mejor de cursar en otro país?
—Creo que lo positivo del Quarter Away es tener perspectiva de otros países, de otras culturas.

—¿Lo recomendarías a otros estudiantes?
—Sí, pero dependiendo del quarter. Yo no lo recomendaría para el cierre de portfolio ni para el quarter de concursos, por las pocas horas que tenés de clase. Pero fuera de eso, sí, totalmente.
 
 

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