«Ninguno de los dos hizo Brother a medias»: Diogo y Luis, ganadores de un Clio

(IBEROAMÉRICA) – En una nota que publicamos hace poco sobre los premios Clio asomaba Brother Buenos Aires con un bronce en la categoría Gráfica (Estudiantes), de la mano de dos nombres: Diogo Montecarlo y Luis Gutiérrez Araque. Desde PRIMER BRIEF queríamos conocer a los estudiantes que habían conseguido tan prestigioso premio, y el viernes pasado logramos nuestro cometido. En la nota, el diálogo que tuvimos con los chicos. Creenos: vale la pena leerla.


En la imagen, Diogo (izquierda) y Luis (derecha), una gráfica para Falgos y una de las que hicieron para Amnesty, que les valieron el Clio. ¿Querés ver todos sus trabajos?

 
TEXTO POR DENIS VIVODA
Estudiante de redacción publicitaria en la Asociación Argentina de Publicidad
Especial para PB
(Fotos: Gentileza Diogo y Luis)

 
Es viernes, y está lloviendo. Nos juntamos en un bar en Congreso y Libertador, justo en la esquina. La suma de todas estas cosas puede parecer inocua, pero desde mi lado hace que la entrevista, más que entrevista, parezca una charla que tendrías con amigos al calor de un café. Empecemos.

 
PB: Introdúzcanse, por favor: extensión libre
Luis: Yo soy de España y él es de Brasil. Sin conocernos nos vinimos aquí a estudiar, a Brother. En la mitad de la cursada nos pusimos de dupla y desde entonces laburamos juntos. Yo en España estudié publicidad y trabajé en agencia, pero me faltaba un poco y por eso me vine a estudiar acá.

PB: ¿En qué agencia estuviste?
Luis: En El Cuartel.

PB: ¿Cuántos años tienen?
Luis: Yo, 23.
Diogo: Yo, 27. Soy de Brasil, de una ciudad pequeña llamada Campo Grande. La facultad de ahí no te preparaba mucho para el gran mercado, te preparaba más para las agencias chicas que hay en cada ciudad. El último año de la facultad gané un premio del Club de Creación de San Pablo, que me regaló un mes adentro de F/Nazca Saatchi & Saatchi, en Brasil mismo. Fui ahí y fue como: “Wow, esto es posible, gente que se divierte y le gusta laburar”. Me encantó. De ahí me vine a Brother.

PB: ¿Cuánto hace que están en la Argentina?
Diogo: Dos años.
Luis: Sí, un poco menos.

PB: ¿Y qué les parece este país en publicidad?
Luis: La verdad que la publicidad argentina ya es mundial. Antes de venir yo consumía publicidad argentina y era como: “Un día quiero estar trabajando ahí”.

PB: ¡Y ahora están trabajando acá!
Luis: Sí. Además, cuando volvamos a nuestros países vamos a tener un colchón que va a ayudar a nuestra carrera.

PB: ¿Quieren volver a sus países?
Diogo: La idea es que sí. Es muy diferente. Nuestros insights son más globales, no son insights de acá. Es muy difícil que nosotros podamos desarrollar una cosa que tenga un insight o un chiste que sea argentino, o costumbres. No es imposible, pero no son creaciones de un argentino. Igual vamos aprendiendo.
Luis: Yo creo que un español, por ejemplo, puede hacer publicidad argentina. Obviamente no tiene las mismas costumbres, pero se puede. Tiene que estar metido dentro del mundo argentino. Pero se puede llegar a eso.
Diogo: Él tiene el idioma que lo ayuda, también (risas).
Luis: Claro. Obviamente España se parece más a la Argentina que a Brasil.
Diogo: El presidente de La Comunidad posteó algo una vez que decía que es muy difícil para el brasileño salir de su país. No era una crítica, era más bien una constatación. Habla justamente de que como somos un país tan grande con una cultura tan grande, esa cultura no depende de Latinoamérica. Además está la barrera del idioma. Acá el argentino sabe qué pasa en Perú, por ejemplo. El brasileño no sabe qué pasa en Latinoamérica. Yo no conocía Brother hasta que me la recomendó un profesor.

PB: Si tuvieran que elegir una palabra para definirse, ¿cuál sería?
Luis: Yo diría que Diogo es perfeccionista.
Diogo: No sé si es incansable, pero él usa hasta el último segundo. Cuanto más tiempo tiene, más se queda pensando. (Unos días después encontramos la palabra: persistente)

PB: Hace poco ganaron un Clio, un bronce en la sección Estudiantes.
Diogo agita un puño en el aire: “Thank you, very much!”. Nos reímos.

PB: ¿Cómo se sintió ganar un premio así de importante?
Diogo: Cansado. Contento.
Luis: Nosotros no hubiéramos mandado esa gráfica, la mandó la escuela y tuvimos suerte. No lo habíamos presentado porque no teníamos la plata, es una inscripción que pagó la escuela. Siempre nos ha ayudado en todo Brother. Después, el que la gráfica sea de putamadre obviamente te pone encima presión extra.
Diogo: Nuestro jefe, el día que ganamos el Clio, nos dijo: “Bueno, ahora gánenlo para nosotros” (risas).
Luis: Está buenísima esa presión. Está buenísimo que te valoren a vos y a las cosas que hiciste como estudiante. Esta fue la primera gráfica que hicimos juntos.

PB: Si esa fue la primera…
Diogo: Fue un buen laburo juntos.
Luis: Hay que trabajar mucho también. Tenés que tomarte el tiempo de armar una buena carpeta. Si tenés suerte en tu etapa de estudiante después pasás a tener suerte en la etapa laboral. Si en cambio como estudiante te la pasas boludeando, al final tu carpeta no llega a ningún lado.
Diogo: Ninguno de los dos hizo Brother a medias.
Luis: Un objetivo era: “Si voy a la Argentina es para aprovecharlo al máximo”. Si yo me la pasaba de fiesta no iba a llegar a nada, iba a gastar la guita de mis viejos.

PB: ¿Cómo llegó la idea de ese trabajo?
Luis: Hice un viaje a Iguazú. Volviendo en el micro pensaba algo y salían puntas. Después al otro día empezamos a pulirlo y todo salió.
Diogo: Lo que nos gusta es que la idea como salió, terminó. El boceto está igual.


Una comparación entre los bocetos digitales y las gráficas que ganaron el Clio.

 
PB: ¿Cómo fue la etapa de estudiantes?
Luis: De enero a julio yo me dejé un poco. Trabajaba sin dupla. Hubo un concurso en Brother en el que a las mejores ideas le producían la gráfica, le producían todo. Esta gráfica la produjo Brother (la gráfica que ganó bronce en el Clio). Ganamos, y a partir de ahí fue la etapa de armar carpeta juntos. Tuvimos como una rutina de trabajo pero para Brother. Pasábamos el día entero en la escuela. Obviamente la pasábamos bien, te la pasabas pensando pero disfrutando lo que estabas haciendo.
Diogo: Yo tenía una mochila de más o menos catorce kilos. La llevaba todos los días. Tenía la compu, la cámara y la tablet. Todos los días llegaba a Brother, abría la mochila, sacaba las cosas y empezamos a laburar.
Luis: Lo bueno de Brother es que estaba abierto todo el día. No sé ahora, pero cuando estábamos nosotros había todo el día gente. Laburas allí mejor que en tu casa.

PB: ¿Tienen algún modo de encarar un brief nuevo?
Diogo: No. Ya como dupla somos muy diferentes. Tenemos estilos muy diferentes. Luis es, por ejemplo, muy muy publicista. Ads of the world se lo conoce de punta a punta. Yo soy muy arte. Cuando trabajamos juntamos los dos.
Luis: Obviamente tienes tus disputas y tus egos, pero…
Diogo: Peleamos mucho. ¡Mucho! (risas). Él es español, tiene la naturaleza de cabeza dura. Yo soy 25 por ciento español por parte de mi madre.

PB: ¿Cómo es el día a día en la agencia?
Luis: La verdad, muy bien. Estamos integrados con toda la gente.

PB: ¿Cuándo empezaron en Don?
Luis: En febrero. Estuvimos tres meses en El Almacén y de ahí nos vinimos a Don. Están saliendo laburos que nos divierten, la pasamos bien trabajando. Obviamente, como en toda agencia, hay momentos en los que estás con todo y hay momentos con los que estás “abajo”. Pero el laburo que hacemos nos gusta. Están confiando en nosotros con los laburos que nos dan. Y la confianza (propia) creo que la tenemos ahora mismo.
Diogo: Es un ambiente muy agradable. Tenemos nuestro espacio, nuestras cosas. Nos ponemos ahí y nos ponemos a hacer, que es lo que nos gusta. Crear para un cliente está buenísimo. El lugar nos genera ganas de crear.


Una de las campañas que los chicos hicieron en Don.

 
PB: ¿Cómo sienten que los preparó Brother para el mundo de una agencia?
Diogo: Yo llegué a acá muy perdido. Es muy raro, a medida que avanzás vas viendo tus trabajos un año atrás y pensás: “Wow, no sabía nada”.
Luis: Te das cuenta de que la escuela te preparó bien cuando mirás los trabajos que hiciste a principios de año y te das cuenta de que son un asco. Con el tiempo la carpeta que pensabas estaba buenísima es un asco. Ahí te das cuenta de que empezás a tener un filtro, un criterio que te ayuda a laburar. Y Brother tiene mucho esto, te ayuda a distinguir lo bueno de lo malo.

PB: ¿Cómo es el ambiente en Brother?
Diogo: Fue la facultad que yo no tuve. ¿Viste las películas de facultades americanas, que todo es buenísimo? En mi facultad en Brasil eso no pasaba, y no pasa para mucha gente. Tengo un montón de amigos de ahí. Además de laburar para Brother laburás con amigos, y de eso también aprendés. Cuando empezamos a laburar en Brother casi nadie tenía la costumbre de quedarse. Empezamos a ir nosotros, otros amigos se juntaron y ahí comenzamos todos a ir a laburar a la tarde.
Luis: Al principio éramos un par laburando ahí y después terminó siendo todo el mundo trabajando a la tarde.

PB: Fueron los pioneros, digamos.
Diogo: Tomamos la costumbre de ir. Después la gente se juntó, y bueno.

PB: Y en contraste, ¿qué les enseñó la vida en agencia que la escuela no?
Luis: Los tiempos. Para presentar en Brother sabes que tenés que hacerlo en cierto plazo, y te lo tomas con tranquilidad. En la agencia no te dan los tiempos y entra el estrés.
Diogo: El ritmo en agencia es mucho más rápido.
Luis: El ritmo y la exigencia. En Brother si estaba hecho y no te gusta, hacés otro.

PB: ¿Qué consejo le darían a alguien que recién empieza?
Luis: Que trabaje mucho.
Diogo: El momento en el que están todos durmiendo, en ese momento tenés que estar laburando. Yo duermo poco por naturaleza, tengo hiperactividad. Mi mamá dice que de niño no empecé a caminar, directamente salí corriendo (risas). Pero sí, dormís poco y laburás mucho.
Luis: Es laburar mucho. También recomiendo ver publicidad. No dejarte influir por la publicidad, sino ver qué están haciendo los otros.
Diogo: Claro, para no ser igual.
Luis: También el que está empezando que se vaya a Brother (risas).

PB: ¿Quieren agregar algo más?
Diogo: Gracias a Brother. Estamos muy agradecidos por todo lo que nos enseñaron. Puedes venir a una escuela, pagar, hacer el curso y chau, pero no es así. Son buena onda, muchas veces salimos a tomar algo y charlar.
Luis: Te ayudan mucho más.
 
 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *