(ARGENTINA) – Renso Barbero, estudiante de la Escuela de Arte Xul Solar de Junín y ganador del primer premio en la categoría Gráfica del concurso de Avira, nos contó cómo fue para él viajar hasta Buenos Aires sin tener ni idea de cómo le había ido, de pronto descubrir que había obtenido nada menos que el primer premio y después ¡tener que irse caminando por las calles de la Capital Federal llevando consigo un cheque gigante!

En la primera foto, un nerviosísimo Renso en el momento de ser entrevistado, en pleno escenario, por Ary Kaplan Nakamura (director del concurso); en la segunda, el ganador junto a Alejandro Massa (director ejecutivo de Avira), Claudia Mundo (presidenta) y Kaplan Nakamura; y en la última, Renso con su novia Ivanna Marasco, quien viajó con él de Junín a Buenos Aires. (Fotos: Gentileza RB)

 
POR RENSO BARBERO
Especial para PB

 
Mi nombre es Renso Barbero y soy de la ciudad de Junín, al noroeste de la provincia de Buenos Aires. Ya estoy finalizando mis estudios como diseñador gráfico en la Escuela de Arte Xul Solar de mi ciudad, una institución muy cálida con un gran nivel profesional y humano, de directivos y profesores.

Como dato personal estoy estudiando, de manera autodidacta, publicidad y con planes a empezar la carrera en un futuro o conseguir trabajo en Capital en la rama de la creatividad publicitaria.

Llegué al concurso ‘Avira, Generando conciencia Aseguradora’ por medio de Facebook. Me llamaron la atención la propuesta y la oportunidad de tocar un tema interesante y nuevo para mí. Aparte de ser un temática difícil de abordar y muy poco agradable, si no se usan las palabras correctas. Un ejercicio muy importante en nuestra profesión.

Destaco del concurso la oportunidad y la ventana que les dan a los estudiantes y a los jóvenes profesionales, y me gustó como un ejercicio fuera del trabajo habitual y generar una propuesta que me dejara a gusto. Es la segunda vez que participo de un concurso y me motiva a seguir intentando y generando ideas.

El ‘qué’ de mi propuesta surgió al imaginar lo poco que nos detenemos a pensar en cuando no estemos presentes o cuando una persona importante de nuestro entorno no se encuentre con nosotros. La sensación de que la vida es tan larga y el espacio tan grande, de que “a mí no me va a pasar”, de que no podemos parar porque la vida nos mueve constantemente hacia adelante.

Así fue que surgió el ‘cómo’: una metáfora de la vida como un cardumen de peces en una corriente imparable y la muerte como algo que nos “pesca” desapercibidos.

Mi idea, si bien surgió con rapidez, no terminó de ser lo que era hasta después de bocetos y otras propuestas y mucha más investigación, que me ayudaron a reafirmar mis intenciones.

Al estar un poco lejos de Capital, la administración del concurso me pidió si podía presentarme, sin darme mucha más información. Como viajo seguido la La Plata, paré ahí y me fui a Capital el día de la presentación de ganadores. Cuando mostraron las piezas seleccionados, vi la mía y obviamente me puso nervioso y contento. Honestamente, no imaginé tener el primer puesto: ¡estaba conforme con mi pieza, pero no sabía cuál podía ser la repercusión!

Agradezco la aceptación y la calidez de los directivos y el jurado de Avira. Para mí fue algo muy raro y nuevo, encontrarme en Capital, en una enorme sala de cine, ver mi trabajo y, además, salir ganador. Sobre todo por ser de una escuela y una cuidad del interior. En síntesis, no lo podía creer.

Con respecto a la repercusión, debo comenzar aclarando que Junín es una ciudad chica y está todo cerca, relativamente. Llegué con lo justo a la entrega porque era en hora pico en Buenos Aires y yo no salí con mucha anticipación para allá. A la salida me era muy cómico caminar por la ciudad con un «cheque» gigante. Ya en Junín y en mi escuela, se pusieron todos muy contentos. A través de Facebook me felicitaron directivos y alumnos, y muchos se sintieron motivados a presentarse en concursos. Sobre todo, la mayor alegría de mi escuela fue que los representé.

 
EL TRABAJO GANADOR DE RENSO

GRÁFICA, PRIMER PREMIO: «La vida no para», de Renso Barbero, de la Escuela de Arte Xul Solar de Junín. Premio: $$12.000