De aprender divirtiendo o divertir aprendiendo, por Denis Vivoda

(ARGENTINA) – Nuestro colaborador habitual, escritor natural y redactor publicitario, empezó hace solo unos meses el curso anual en Haus para complementar sus conocimientos previos. Lejos de aburrirse o perderse en caminos desconocidos, su entusiasmo por los proyectos en la escuela de dirección de arte incrementa con cada clase y lo invita a continuar su aprendizaje ahí. Invitación que extiende a todos nosotros al contarnos de sus experiencias más recientes en el aula.

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Recuadro de la paleta Blanco Siberia, hecha en Haus por Denis. (Hacer click para ver en tamaño completo)

TEXTO POR DENIS VIVODA
Especial para PB

 

 
No me divertía tanto desde hace mucho tiempo. Y ya sé, suena a chivo publicitario, pero no. En serio no me divertía tanto desde hace mucho tiempo. ¿Cuántas veces desde que dejaste el jardín te sentaste frente a una hoja en blanco armado con un montón de témperas? ¿Cuántas veces aprendiste algo súper copado jugando?

En el caso de esta clase particular de Haus, el objetivo era poder conceptualizar sobre un color, y para eso pasamos desde la creación del nombre hasta la confección de una paleta de colores amiga y una paleta de colores enemiga. Pero el sabor que te queda, después de la clase, es más que la satisfacción de saber que aprendiste algo, es más que una satisfacción puramente lógica, sino todo lo contrario. Aprender jugando es casi una terapia. Salí de esa clase no solo con un nuevo color bajo el brazo (Aguante el Blanco Siberia, loco), sino también con la diversión acumulada de pasar unas tres horas riend, creando y haciendo.

Salí de esa clase para encontrarme con muchas de las mismas razones por las que entré a publicidad, cuatro años después de haber entrado a ese mundo, como redactor en un curso de dirección de arte (o sea, la otra rama de publicidad, la rama que me es menos natural), con la certeza de que todo lo que aprendés jugando se fija en tu cabeza mucho mejor que lo que aprendés pensando. Y eso, ahora estoy seguro, es la magia de Haus.

 
 

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