(ESPAÑA) – Alex Àdema, director creativo digital de DDB Barcelona y director académico de la escuela de creativos, fue testigo del proceso que la llevó a destacarse como nunca en su historia. Esto superó los objetivos que su equipo docente tenía, y llevó a muchos de sus estudiantes a conseguir su trabajo en agencia rápidamente. Hoy hablamos con él para saber qué pasó dentro de Brother Barcelona para convertirla en la institución más premiada en España.

 

«Rodearte de gente obsesionada con la creatividad es algo que no tiene precio», dice Alex sobre el ambiente de Brother.

POR JOSÉ ESCANÉS
(Fotos de la nota: Gentileza Brother Barcelona)

—A la escuela siempre le fue bien concursando, pero este año se superaron. ¿Nos hacés un repaso de todos los premios que ganaron estos últimos meses?
— Brother Barcelona arrancó hace tres años y medio. Hemos ido ganando varios premios, pero donde presentamos este año, ganamos oro o Grand Prix. El Sol y el CdeC han sido fabulosos para ganar, pero la otra muy buena es que nos presentamos a los Future Lions de Cannes, y tuvimos dos shortlist. Siempre hay una dupla muy buena que gana más de un premio, pero este año estuvo repartido: Mucha gente de la clase ganó en festivales y se llevó un premio en los bolsillos.

—Me parece que eso dice mucho sus clases y profesores. Lo que enseñan termina siendo aprendido por todos.
—Creo que la mayoría de los chicos lo están haciendo muy bien. Todos han salido con un buen portfolio. Algunos han hecho el curso anual además de Brother del Futuro y han salido con proyectos tecnológicos muy interesantes. Además, en la book party contamos con la presencia de agencias como 72andSunny o publicaciones como PlayGround Magazine, quienes nos dijeron que estaban flipando por la calidad del trabajo. Que nuestros alumnos presenten su trabajo a grandes agencias internacionales o a algunos de los mejores creadores de contenidos en la red es algo de lo que estamos muy orgullosos. Estoy contento no solo por las ideas, sino porque los alumnos las están ejecutando mejor. Hay trabajos que parecen profesionales.

—¿Ese nivel los sorprendió o estaba planificado llegar a eso?
—Esperábamos que siendo el tercer año, con la escuela más instaurada, podían pasar cosas buenas. Pero al final te sorprende un poco que ganes en todos los festivales. Creo que siempre hay un factor suerte importante, pero que cuando se gana así es porque se está haciendo bien el trabajo. Tanto los alumnos como los profesores estamos luchando para que esto pase. El buen trabajo en publicidad sale de meterle muchas horas, y creo que este año se ha notado.

—Por otro lado, ¿hay proyectos no publicitarios de los chicos que te gustaran y recuerdes?
—Hay mucha gente que hace proyectos paralelos, o que te pide tu opinión sobre proyectos personales. Quizás destacaría más proyectos que han salido de Brother Delfu, que son menos publicitarios pero con un gran insight detrás, que se podrían presentar a Kickstarter para pedir dinero y tirarlos para adelante. Más allá de ideas en un papel, este año había una clase de Arduino donde los alumnos estaban programando y soldando. Me gustó ir a la última clase y ver que las cosas estaban funcionando. Creo que hay mucha gente que no viene a Brother a pensar como publicitario sino para pensar ideas, y luego las aplican a cosas que no se me hubieran ocurrido.

—Cuando nos demos cuenta hay un ex Brother en la NASA.
—¡A lo mejor llevando su Snapchat!

—Muchísimas gracias, Alex.
—Muchas gracias a tí.