(ARGENTINA) – El mercado laboral no siempre tiene lugar de trabajo para todos los egresados de las carreras publicitarias y de creatividad. Aún así, no hay que bajar los brazos hasta que una oportunidad aparezca. Tomemos como ejemplo a este egresado de la AAP y Under, que mientras continúa su camino hasta llegar a una agencia, se propuso contar todo lo que viene pensando para que nadie (ni siquiera él) se desanime.

Brian Jalfon, redactor listo para encontrar lo que quiere.

TEXTO POR BRIAN P. JALFON
Egresado de AAP y Under
Redacción especial para PB

 
Hace cinco años que comencé el camino de la publicidad. La idea de crear comerciales me entusiasmaba mucho. Algo que tenés en la cabeza sale producido, finalizado y es real; todos lo ven. De repente uno ya sabe todo y está listo para comenzar, como me pasó luego de terminar la cursada en la Asociación Argentina de Publicidad. El intento de conseguir trabajo se dificultó rápido y bastante, ya que si bien había adquirido conocimientos no tenía una carpeta válida. La frustración no era tanta, ya que mi utopía consistía en conseguir dicha carpeta, para así poder ingresar como redactor en alguna agencia.

Por tal motivo en el año 2015 me inscribí en Underground y pude lograr mi objetivo, lo cual requirió mucho sacrificio, ideas varias tiradas a la basura y profesores muy buenos que te van abriendo la cabeza (mostrando que lo realizado no se acerca ni un poco a la realidad) mientras te disparan pensamientos en un ida y vuelta constante.

La carpeta ya estaba formada; de ahí, fui a por todo. Armé un listado de agencias para presentarme personalmente. Busqué emails de los DGCs. Hice mil cosas más, todo sin éxito alguno. Lo más cerca que estuve de una agencia fueron ilusiones varias, ya que en algunos casos si bien se concretaban las entrevistas todo quedaba en la nada.

El consuelo era entrar en las páginas de publicidad buscando ofertas laborales activas; lamentablemente, en mi caso al menos, nunca llamaron diciendo que recibieron la carpeta a través de tal sitio web. Más allá de que muchas veces solicitan experiencia, que obviamente hasta el día de hoy no tengo: a nadie le importan las ganas de laburar o el hecho de que esté hace cinco años estudiando. Lo único que vale es la trayectoria. Sin embargo, enviar un email para esa búsqueda de redactor me hacía sentir que estaba un poco más cerca, al menos por un rato.

Si bien al principio parece divertido buscar ofertas y estar pensando qué hacer para ingresar a dicho mundo, la realidad es cada vez más dura cuando las posibilidades se van agotando, y simplemente ves puestos vacíos donde piden nuevamente experiencia. Nadie cree en un estudiante, o quizás sí pero son muy pocos, y hasta el momento no me he topado con nadie.

La única manera es seguir, seguir y, valga la redundancia, seguir. Mientras tanto no dejo de imaginar cómo sería ingresar a mi primera experiencia como creativo siendo el muchacho que no va a entender todas las palabras de la jerga, aprovechando las horas, sintiendo el miedo y la euforia del primer brief en mis manos, sabiendo que las frustraciones por no llegar a buen puerto pueden aparecer, empezando a ser escuchado, teniendo reuniones, discutiendo ideas y escribiendo a más no poder, pensando que al fin estoy donde siempre quise estar.

Hoy por hoy las puertas parecen cerradas, nadie te da una mano y hasta un compañero que tenías te dice que ahora no te puede ayudar con el maldito Photoshop, pero puedo decir que estoy en condiciones de luchar y buscar mi primera agencia sin bajar los brazos, teniendo bien en claro que el momento de soñar ya pasó y que hay que actuar como lo estoy haciendo mientras sigo llenando mi libreta de ideas, textos y observaciones.

Con todo esto quiero decir que, si bien no tengo experiencia, soy un redactor con ganas, obsesivo por la ortografía, que no deja de pensar un segundo en ese maldito hermoso momento en el que me citen para empezar a trabajar y romperla sabiendo que nadie me regaló nada, agradeciendo al primer DC O DGC que confíe en mí.

Soy un redactor que busca.