(ESPAÑA) — Desde la inauguración de la segunda sede en el país de la escuela, el creativo de la agencia El Ruso de Rocky se desempeña ahí como head of art, encargándose de adentrar a los alumnos en la parte visual de la publicidad, para que sepan cómo sacar una idea de su cabeza y mostrarla correctamente. Hablamos de cómo es este proceso, cuáles son los laburos que más les gusta de los chicos y por qué los más jóvenes (entre los cuales seguro estás vos) ya tienen que estar en una agencia.

Miguel junto a dos estudiantes en la última premiación Push The Power de Brother Madrid.

POR JOSÉ ESCANÉS
Redactor PB

 
Una agencia se vuelve más atractiva cuando tiene un buen nombre. Cuando se mezclan un significado, la fonética y el humor, se debe disparar alguna reacción psico nerviosa que hace que nuestra mano accione por sí sola para enviar la carpeta a ese lugar. Algo así pasa con una agencia que se llama El Ruso de Rocky (tranquilo, que todavía tenés que leer la entrevista).

Y si uno de sus creativos, parte del equipo de ideas como Getafinder o Juguetes de Limón & Nada, es profesor y head of art en Brother Madrid, pasa lo mismo que antes pero con las piernas para llegarte hasta el aula y tener clases con él: Miguel Novillo.

Ahora sí, la charla amena que tuvimos con él hace poco, bien lejana de un round con Iván Drago.

—¿Conocías Brother antes de sumarte a su equipo?
—Si que la conocía, ya que algunos de mis compañeros en Del Campo Saatchi venían de ahí.

—¿A qué te dedicás como head of art ahí?
—Mi función es que el alumno empiece a conocer el mundo del arte, la dirección artística en publicidad, que poco a poco vaya cogiendo una base en la que luego sustentar sus ideas, desarrollarlas y enriquecerlas. En definitiva dotarles del mayor número de estímulos y herramientas para que ellos luego se vean más cómodos al trabajar.

—Más específicamente, ¿qué llevás de tu experiencia en agencias al aula con los chicos?
—Mostrar ciertos procesos reales es una de las partes que más agradece el alumno, ya que es donde ve más de cerca el proceso creativo, la creación de una campaña desde la idea al rodaje, pasando por la elección de un realizador o un fotógrafo, las diferentes pruebas de montaje del anuncio, las diferentes fases de retoque de una producción gráfica. Esa evolución del trabajo es súper motivadora.

—Por otro lado, ¿qué llevás al otro día, de la escuela a El Ruso?
—De la escuela a la agencia la verdad que me llevo las ganas de los chicos y la continua renovación que te obliga el llevar unas clases bien preparadas.

—¿Cuáles de estos proyectos hechos en la escuela son los que más satisfacción les han dado?
—Destacan algunos como #cedetuasiento que consiguieron tener repercusión nacional, consiguiendo espacios en TV, radio y varias publicaciones en internet. También hay ideas mucho más pequeñas, pero muy potentes que te sorprenden por su calidad. Tengamos en cuenta que estamos hablando de alumnos que estuvieron solo tres meses.

«Cede tu asiento», una de las mejores campañas hechas por alumnos de Brother Madrid en los últimos meses.

—¿Qué crees que diferencia a la escuela como lugar para aprender a pensar y producir ideas?
—Creo que el sentimiento de equipo, de club. Es curioso ver como alumnos de otras generaciones y sedes siguen siendo igual de Brother que cuando estaban estudiando. Si Brother fuese un equipo me da la sensación que sería como el Atlético de Madrid, con coraje y corazón.

—¿Qué se viene para esta sede, la más joven pero muy prometedora de la red?
—Vienen meses potentes para trabajar, aprender y evolucionar, pero sobre todo de disfrutar con esto. Tenemos suerte de trabajar en publicidad.

—¿Algún consejo que le quisieras dejar a los estudiantes leyéndote?
—Que no paren de buscar, investigar y aprender. Qué pregunten, que prueben cosas nuevas y que nunca se queden en el primer paso, aunque es primer paso esté bien. Son ellos los que desde la base tienen la oportunidad de aportar cosas nuevas a las agencias.