(ARGENTINA) – A horas de que Martín Mercado haga lo mismo en el cierre de la actividad que el CCA propuso en las últimas semanas, repasamos lo que contó desde su experiencia el director de muchísimos comerciales y cortos. Titulada Realización y Craft, en la clase se explicó cómo se pasa de una idea que ni siquiera está escrita todavía a una pieza cuidada por donde se la vea, utilizando como ejemplo uno de las publicidades que más atención al detalle mostró este año.

La masterclass de Javier, dada en el mismo Círculo de Creativos Argentinos. (Foto: CCA)

POR JOSÉ ESCANÉS
Redactor PB
(Fotos de la nota: Gentileza CCA)

 
Ya habían pasando cinco de las masterclasses que el Círculo de Creativos Argentinos ofrecía con referentes del mercado publicitario cuando finalmente pude decir presente. No había podido escuchar por cuenta propia qué tenían para contar distintos planners y DGCs del medio local, pero llegaba justo a tiempo para ver cómo era que sus procesos e ideas terminaban siendo un comercial al que no dejamos de darle play.

El que contó esto fue Javier Lourenço, a quien en realidad ubicaba bajo su seudónimo de Flamboyant Paradise (nombre con el que firma en la ficha de los trabajos que dirige). El realizador no siempre estuvo en la productora 4Humans comyo ahora, sino que comenzó en agencias como Lautrec Nazca Saatchi & Saatchi, CraveroLanis y DDB Argentina. Desde esas épocas y como director de arte ya le ponía ojo a los detalles que hacían que una pieza le cayera mejor a la gente; lo cual demostró hermosamente poniendo lado a lado los posters de Baywatch y Bañeros 4, los rompeolas mientras decía que «si nos fijamos son casi lo mismo, pero a cualquier persona le va a gusta más el primero. La gente elige lo que está bien hecho aunque no sepa de publicidad».

Infaltable en cualquier conversación sobre buenos comerciales, se habló de este en la masterclass.

Gorilla de Cadbury, dirigido por el ex creativo y actual director de cine publicitario Juan Cabral, apareció en la conversación que terminó siendo sobre cómo su éxito desmedido no había sido solo por la idea disparatada/justificada de poner a un gorila a tocar la batería. Para que esta pieza cambiara el paradigma, hubo que salir a buscar el mejor traje de gorila que existía en el mundo y mejorarlo con tres animadores para las expresiones del personaje, conseguir la banda sonora irremplazable y medir las tomas que iban a resultar en noventa segundos que no nos cansamos de ver desde 2007. Nimiedades como esas, que pueden llegar a parece caprichos, son las que hacen que un trabajo te quede más Baywatch y menos Bañeros.

Y si bien Javier no participó en ese comercial, hace poco tuvo a su cargo otro protagonizado por un animal: Leona para la agencia Madre y su cliente Gallo Snacks. El guión que la agencia envió a 4Humans estaba prácticamente cerrado, pero tenía espacio suficiente para que la productora pudiera proponer gags que hicieran la historia más divertida y dieran pie a producir cosas más copadas. De ahí se pasó al diseño de personajes con onda setentera (ya que la música los Bee Gees era una parte principal de la idea), su barrio de Brooklyn San Telmeado y hasta de los envoltorios para las golosinas menospreciadas del kiosco. Una vez aprobado todo, se mandaron a hacer con expertos en Barcelona los esqueletos y cubiertas de las marionetas que hicieron creer a más de uno que lo que se veía era animación 3D, y el equipo se encerró a planificar y sacar más de 600 fotos que terminaron dandole vida a todo.

Mirá todo el laburo que hubo detrás de «Leona». De forma resumida, eso es realización y craft.

Una vez que descubrimos las horas y esfuerzo que hay detrás de algo que encontramos con dos clicks o que nos llega de prepo cuando miramos tele, nos preguntamos si no llega a cansar trabajar en cosas que pueden pasar desapercibidas. Javier ya lo había respondido a mitad de la clase: «el camino de la idea implica agotar todo para que llegue a un buen lugar».