Cinco dibujos, cinco historias: Natalia Aguerre

(ARGENTINA) – La campaña aniversario continúa: hoy llega la obra de la dibujamiga Natalia Aguerre, ilustradora y diseñadora gráfica de talento muy especial. ¡Gracias, Natalia, y maravillosa esa portada ascensoril que ilustrará las redes sociales de PB las próximas semanas!


«Un ascensor puede ser un sitio de paso, impersonal, un intervalo entre un lugar y otro —explica Natalia—. Pero también un lapso de tiempo en el que estamos con otros, sin poder irnos a ningún otro lado y en donde cada uno actúa de forma diferente: hacemos comentarios sobre el clima, nos miramos al espejo, chequeamos el celular para no tener que hablarle al otro, etcétera, etcétera. Se puede decir que dime cómo te comportas en un ascensor y te diré cómo eres».

 
A Natalia Aguerre hay que presentarla, primero que nada, como una persona de intereses más que variados: salida del colegio secundario como perito mercantil, pasó sus primeros siete años de vida universitaria estudiando sociología en la UBA para luego cambiar el humanismo por el arte, arrancar la carrera de diseño gráfico en la misma universidad y terminar dibujando como loca y presentándose en su Behance como diseñadora gráfica, ilustradora y especialista en tipografía.
La de arriba es la maravillosa portada (de tema ascensoril a pedido de este medio) que Natalia mandó para el Facebook de PB; y las de abajo, cinco de sus obras anteriores, contadas por ella misma en primera persona y enviadas para celebrar el aniversario #PB5Años.

 

«Este es un trabajo que hice para La vuelta al mes en treinta ilustradores, que muestra el trabajo de muchos ilustradores. La consigna era Lado B y me pregunté qué pasaría si toda esta cosa medio compulsiva por la vida sana, el fitness, etcétera, se nos volviera en contra, de una manera apocalíptica-ciencia ficción. Un estilo de vida tan saludable se vuelve nocivo».


«Esto es un detalle de una escena un poco más amplia de un fanzine que terminé hace muy poco. Hay toda una movida súper interesante alrededor del objeto fanzine. Es una manera de poder mostrar una idea (o no-idea) sin depender de tooodos los requerimientos que se necesitan para publicar algo de manera más estándar o comercial. Se puede decir que casi no hay límites de formato, ni estéticos, así que eso ya es un gran disparador».


«Un tema jamás tocado, como la influencia de la tecnología en las relaciones humanas. No soy muy de dibujar cosas de coyuntura, ni de premeditar lo que voy a hacer, pero se ve que esto de que estemos todos tan inmersos en el celular y demás artefactos me venía dando vueltas».


«Tenía ganas de dibujar cosas que no suelo hacer. Autos, por ejemplo. Hice una Coupé Fuego y al toque se me vinieron esas imágenes publicitarias ochentosas, medio kitsch, o los videojuegos de 8 bits, así que agarre los lápices más coloridos que tengo y agregué palmeras, atardecer playero, etcétera».


«Siempre tiendo a dibujar gente, toda junta, amontonada, aparentemente diferente entre sí. Hay algo de mostrar las diferencias, pero también lo estereotipado, que me sale medio de por sí. Me resulta fascinante observar a la gente en lo cotidiano. Creo que un bondi lleno condensa bastante esa idea».
 
 

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