La increíble historia del estudiante que ganó un Grand Prix de Vía Pública

(INTERNACIONAL – Enviado especial a Cannes, Francia) – Jonathan Mak Long era estudiante de diseño en Hong Kong cuando creó, el año pasado, el ícono de la manzana de Mac con el perfil de Steve Jobs que, a su muerte, recorrió el mundo entero. Poco después fue contratado por el director creativo de Ogilvy Asia, Graham Fink, para la oficina de Hong Kong. Y fue el mismo Fink quien lo llamó anteayer a Alemania, donde Mak Long está estudiando en este momento, para decirle que la agencia le pagaba el viaje a Cannes: esa misma noche debía subir al escenario a recibir un Grand Prix de Vía Pública —hay dos grandes premios en esa categoría— por su trabajo CokeHands para Coca-Cola.


A la izquierda, Mak Long exhibiendo su creación en homenaje a Steve Jobs; a la derecha, el aviso que acaba de ser premiado en Cannes.

 
POR JAVIER CASSIS (Desde Cannes)
Redactor de PB
(Fotos: Google y CannesLions Press)

 
«Nutrir a los jóvenes talentos es enormemente importante para mí y quiero que Ogilvy & Mather China sea un sitio que los atraiga y les dé la oportunidad de hacer trabajos famosos para marcas famosas —afirmó Graham Fink en un comunicado distribuido hoy en Cannes—. Jonathan Mak Long es un gran ejemplo de talento joven y es genial que haya podido venir a Cannes para subir al escenario a recibir su primer león, incluso sin haber terminado sus estudios».

La popularidad global de la primera creación de Mak Long, el símbolo de la muerte de Steve Jobs eternizado con su perfil en el mordisco de la famosa manzana de Apple, había sido la causa de su contratación por parte de Fink un año atrás. Ingresado a Ogilvy & Mather Hong Kong, la agencia comenzó a proponerle distintos briefs al joven estudiante de diseño, y así fue cómo el concepto de sharing —que Coca-Cola viene trabajando en todo el mundo desde hace un tiempo— le sirvió para crear la pieza CokeHands, que se publicó en formato vertical porque se decidió pautarla en los carteles transiluminados que se ven en las fotos de abajo.


Como para que no queden dudas de que el afiche de Mak Long realmente se vio en las calles chinas (se pautó en Shanghai), tres fotografías que lo documentan.

«Lo más genial de todo es que el chico no tenía ni idea de qué era Cannes cuando Graham lo llamó —remató el argentino Daniel Comar, director creativo regional de Ogilvy Action Asia, con base en Kuala Lumpur, Malasia, en diálogo con PRIMER BRIEF—. Hoy ya no está en Ogilvy, porque decidió irse a Alemania a seguir estudiando, además de trabajar para algunos clientes que empieza a tener de modo free lance. Y cuando Graham lo llamó el otro día, Jonathan le decía ‘Uy, no sé, porque tengo un trabajo que terminar para un cliente…’. ¡Recién cuando Graham le insistió y le explicó bien de qué se trataba el premio y su importancia, Jonathan dijo ‘bué, está bien, voy’!».

Increíble: mientras muchos creativos profesionales se pasan la vida entera soñando con ganar alguna vez un león de oro y poder subir al escenario mayor de Cannes —los que ganan leones de bronce y de plata no suben, solamente son anunciados en carteles multitudinarios en la ceremonia, por falta de tiempo—, de pronto aparece un joven estudiante al que, casi sin querer, se le cae un Grand Prix del bolsillo como quien pierde una moneda de cinco centavos.

De todas maneras, si sos estudiante como él, no lo tomes de modelo: ¡pero sí entusiasmate con esta nueva prueba de que no es indispensable tener un amigo en una agencia o ser el hijo del dueño para empezar una carrera en la publicidad! Algunos, como Jonathan, son talento puro; otros, la mayoría, son 99 por ciento transpiración; pero cualquiera puede llegar, por suerte.


Graham Fink (izquierda) y su protegido Jonathan Mak Long (centro), al recibir anteayer, en Cannes, el Grand Prix de Vía Pública de manos del presidente del jurado de esa sección, Lo Sheung Yan, director creativo ejecutivo de JWT North East Asia.

 
 

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